Jesús Reyes

La última edición de la feria Mediterránea Gastrónoma, convirtió una vez más la ciudad de Valencia en epicentro culinario. Un lugar excepcional para sumergirse de lleno en el mundo de la gastronomía, donde acceder a conocimientos y experiencias de los cientos de ponentes que han participado en los diferentes espacios que la conformaban. Entre ellos, una lista interminable de profesionales, desde los productores de las tan necesarias materias primas, pasando por panaderos, pasteleros, expertos de sala, nuevas promesas de gastronomía, sommeliers de talla internacional hasta cocineros con soles Repsol y estrellas Michelín.

Un estupendo showroom del sector, con ocho escenarios y salas de cata activos durante todo el día y una sección perfectamente dividida de la zona principal donde los visitantes han encontrado barras gourmet para degustar tapas de alta cocina, en una experiencia única que agrupaba restaurantes con estrella Michelín de Castellón, Valencia y Alicante.

Sumado a esto, hay que mencionar un exquisito programa de hospitality que conformó un espacio perfectamente organizado, para dar visibilidad a muchos aspectos, menos apreciables en otros certámenes de naturaleza parecida.

Los sentidos, la mejor guia

La única incertidumbre para el visitante ha sido al momento de elegir, en este vergel de infinitas y atractivas propuestas. Aunque solo dejándose llevar por los sentidos habría acertado.

El sentido del gusto le habría llevado a ser protagonista, en primerísima persona, de numerosas degustaciones. Desde la auténtica sobrasada, del maestro charcutero Xesc Reina, presentada en la forma tradicional centenaria, pasando por esas codiciadas piezas de sushi realizadas en el momento, enfrente del espectador, o los diferentes productos de pastelería y panadería con los más variados ingredientes. Además se ofrecían una infinidad de vinos, afamados arroces, variedad de salazones, quesos, aceites o incluso cortes de carne.

Siguiendo el olfato, nos hemos asomado a algunos de los showcooking y probado lo elaborado en directo, así como a las diversas catas que se dieron de manera constante.

Las catas tuvieron un lleno absoluto y no fue para menos. El espacio Wine Experience fue el escenario donde se dió a los asistentes la posibilidad de escuchar personalidades prestigiosas del mundo del vino, como Custodio Zamarra, sumiller del mítico restaurante Zalacaín hasta 2013, que ha transmitido sus conocimientos y las sensaciones que le evocaban cada vino con un lenguaje vivo, comprensible para todos los usuarios, ya fueran profesionales o no. Catas como la vertical de Whiskys de la casa McAllan eran de obligada asistencia, al igual que la cata y clase magistral de historia de Fondillón de la mano del experto Rafael Poveda. Muy interesante el taller de salazones y vinos de Jerez, a cargo de Tony Pérez, de Alma Marina, junto a Pepe Ferrer de la D.O. Jerez. Una fusión inesperada de sensaciones en el paladar.

La vista nos dió la posibilidad de asistir a un ronqueo de lujo. Protagonista un enorme atún, en mitad de la feria, que dió la posibilidad de conocer la secreta anatomía de este bello animal. Nuestro oído captó experiencias, opiniones e informaciones diversas como las que fueron materializadas en las ponencias.

Carnes, brasa, alcachofas y mucho más

Una reseña muy significativa, a lo Tripadvisor, la merecen las ponencias sobre asadores, brasa y leña, contenido cuya demanda se está incrementando de forma exponencial. Allí se dieron cita cocineros de los asadores más importantes y auténticos como: Héctor Gran, del asador Etxebarri, calificado como el sexto mejor restaurante del mundo, Juan Antonio Zaldua,  del restauranteBaserri Maitea, mejor asador de carne de España, Ángel García, del restaurante Templo (Alicante)  Juan Traver de Instinto Carnívoro (Castellón), Mikel Zeberio, Premio nacional de Gastronomía.

Dejaron palpable, entre todos ellos, que la magia de un bocado excelso, hoy en día es el resultado de un cuidado proceso que empieza en el mismísimo origen y alimentación del animal, poniendo la lupa en el tratamiento de los diferentes tamaños y cortes de piezas, así como en las técnicas y tendencias de elaboración.

Estas conferencias llegaron a especializarse hasta en productos más específicos de primera calidad y de temporada como la alcachofa, tratada por Aurora Torres del restaurante Lula, en Alicante y Aizpea Oihaneder de Xarma Cook & Culture, en Donostia. Cada una realizó un espectacular plato, con el mismo producto, pero entendido e interpretado de una manera totalmente diferente. Porque la cocina no sólo sirve como vehículo conductor, entre dos personas de origen diferente pero que hablan el mismo idioma, sino que incluso puede acercarlas entre ellas de manera afectuosa y personal. La cocina traspasa los fogones para convertirse en algo más…

La importancia del contenedor

Para hablar de gastronomía, hoy en día tendríamos que hablar de un concepto de forma holística, amplio e integrador, en el que como dicen en la escuela Gestalt de psicología, “El todo es más que la suma de sus partes”. Esta condición hace tener en cuenta cada detalle incluido el formato en el que se va a presentar nuestro trabajo. Tal y como dejó claro la ponencia de José Piñero de El Taller de Piñero, elegido uno de los 100 españoles más creativos del mundo de los negocios según Forbes y creador de las rompedoras vajillas y menaje variados que visten los platos de los mejores chefs y los cócteles de los bartenders, de tendencia, incluidos Inclán Brutal, Rosi La Loca, Calle 365, entre otros, cuya creadora es Minerva Tapial. En cada uno de estos locales se ha comprobado el efecto que ejercen estas piezas espectaculares de cerámica en el cliente. Un reclamo irresistible a tomar una instantánea del plato en cuestión para subirlo a las redes y en algunos casos hasta han despertado episodios de cleptomanía latente…

 

Mediterránea Gastrónoma ha sido más que alta cocina, su afán por retomar lo olvidado, recuperar lo que estaba en desuso para volver a impulsarlo e ir de la mano de la presente actualidad, poner el punto de mira en la sostenibilidad y dar visibilidad a aquellos aspectos que para algunos pasan desapercibidos. Todo esto nos da una idea del compromiso tan sólido que ha adquirido esta feria con el sector al que representa.

Valencia nunca decepciona y esta feria ha estado a la altura, tanto por la diversidad y profundidad de contenido, como por organización y por supuesto por su sabor único. Una feria para y por todos. ¡Amunt Valencia! ¡Amunt Mediterránea Gastrónoma!

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