Laura Grani y Jesús Reyes

En el corazón de La Marina de Valencia, justo en el puerto, se alza el imponente edificio Veles e Vents, una obra maestra arquitectónica creada nada menos que por el arquitecto británico David Chipperfield, recién galardonado con el Premio Pritzker, prácticamente el Nobel de la arquitectura. El edificio alberga diferentes espacios gastronómicos y es el corazón palpitante del grupo hostelero La Sucursal, propiedad de una de las familias de hosteleros más queridas de Valencia, los De Andrés Salvador. Hijos de la desaparecida Loles Salvador, una de las cocineras valencianas más queridas de todos los tiempos, Javier, Cristina, Jorge, Manuel y Silvana, perpetúan el legado desempeñando cada uno su función en el engranaje. Javier, galardonado con el Premio Nacional de Gastronomía en 2015, es el director gastronómico del grupo y uno de los impulsores más fervientes de Hoja Malabar, el último espacio gastronómico inaugurado y seguramente el más divertido y canalla.

 

El ambiente, al estilo cantina moderna, es divertido y desenfadado y la propuesta gastronómica es sumamente cosmopolita y cautivadora, ya que se nutre de una fascinante mezcla de olores, texturas y sabores descubiertos a través de viajes alrededor del mundo. Aquí convergen distintas culturas en una cocina emocionante e innovadora, donde el fuego aparece como protagonista. La idea básica que busca es romper fronteras y esquemas, respetando las estaciones y procurando la sostenibilidad mediante la reducción de desperdicios y el aprovechamiento total del producto.

Una cocina joven, dinámica y emocionante liderada por el chef Sebastián Campillo, un cocinero nómada, altamente influenciado por los sabores latinos, que lo acompañan desde la cuna y que ha pasado por las cocinas de DiverXO de Dabiz Muñoz. Los toques agrios, dulces, ácidos y picantes son la base de la cocina de sabores intensos que propone.

Elecciones que no debes perderte: Crispy tartar, Nigiri de arroz frito con tartar de atún y mayonesa teriyaki, Coliflor valenciana con crema de horchata, humus y semillas de girasol (excelente opción para los veganos y una gran sorpresa por su gran sabor para los no veganos), Guiso de Cordero al curry con nata de coco, arroz y cebolla frita, Tomahawk acompañado de patatas primor, Zamburiña a la huancaína con parmesano y corazones de tomate, Ceviche de bogavante con salsa de boniato y kale frito, Piña a la brasa con sorbete de fruta de la pasión y bizcocho en almíbar de ron y lima.

Cruzar sus puertas significa cotillear parte del patrimonio gastronómico de la humanidad y embarcarse en una experiencia única.

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