Jesús Reyes

Cuando visitamos una ciudad una de las preguntas que más nos hacemos es ¿dónde podemos comer bien? La verdadera cultura mediterránea no se entiende si no está cerca del mar y en torno a una mesa, y a la capital del Turia le sobra mucho de eso. Valencia es un lugar que posee una riqueza gastronómica infinita donde uno de los problemas es elegir bien entre la variedad de propuestas. Aquí unas sugerencias.

Varetto, una amalgama para los sentidos

Lugar divertido de emplazamiento privilegiado, en la zona Cánovas. Lejos de ser un bar al uso, para Varetto, el nombre que le viene que ni pintado. Habría que sacar una nueva definición para encuadrar este concepto de restauración que no se encasilla y es un paso adelante sin titubear, entre lo mejor que puede ofrecer un bar a la par que un ambiente cuidado y agradable con una decoración muy llamativa que abre un mundo lleno de posibilidades. En él conviven el tapeo clásico y el moderno, junto con un amplio abanico de tragos, desde nuestras amadas cervezas y una gran selección de vinos hasta los tragos más espirituales.


Como nota principal, destaca por un tapeo a la moda, rico y resultón, con platos ya célebres como sus hamburguesas de autor, así como su selección de bikinis (el sandwich mixto valenciano) y carnes. Para los amantes del chocolate, el brownie es un must, con una presentación exuberante que no queremos desvelar, es tremendamente cremoso, casi líquido, sobre una cama de galleta que aporta al bocado una textura exquisita y llena de contrastes, con un ligero toque salado.

Varetto se postula como un divertido afterwork, un lugar ideal para una primera cita o para una previa antes de comenzar una incursión nocturna. Varetto es diferente, es Varetto.

Salvaje Valencia, incombustible

Salvaje es ya un éxito consolidado y arrollador en el mundo, en España, Madrid, Marbella, y Valencia ya cuentan con el suyo. Salvaje Valencia se encuentra ubicado en el Hotel Only You y cómo en las otras sedes, una de las notas más reseñables es la decoración del local ¡brutal! Ni un sólo detalle se deja al caso, como el imponente rinoceronte azul que habita en mitad de la sala.

Al llegar, uno se abre paso hacia un nuevo enfoque en la gastronomía japonesa de autor, donde la fusión cuidadosa de lo tradicional y el diseño, la calidad y el estilo de vida se entrelazan para ofrecer una experiencia culinaria única. De la mano del chef Fermín Azkue, la experiencia gastronómica se centra en la alta cocina japonesa y con toques de fusión. Se aconseja indudablemente probar la robata, la parrilla japonesa, de la cual salen unos platos deliciosos, tanto de carne como de pescado. Además, como head bartender, podemos disfrutar de Borja Goikoetxea quién ofrece una experiencia salvaje con una coctelería única de autor que nos dejará perplejos.

 

El ambiente es increíble: un auténtico dinner show donde la música, los performers y el runrún del público serán el hilo conductor. Salvaje es el típico lugar donde todo puede pasar, a veces parece formar parte del rodaje de un videoclip… Sabes cómo llegas al local pero no sabes con quién te vas a cruzar, ni qué sorpresas vas a tener, ni cómo acabarás la noche. Al finalizar la cena, amenizada de forma intermitente por diversas performances, como un show de cabaret entre otros, el local se transforma en un club juguetón, atrevido y seductor  en las distancias cortas, un lugar para ver y dejarse ver, donde la fiesta está asegurada con la música del dj de moda. Un disfrute inagotable, algo salvaje, que ahora hasta ofrece una experiencia brunch para los menos nocturnos.

Mercado de la imprenta, un sueño hecho realidad

El mercado gastronómico más grande de Valencia ha abierto sus puertas en plena explosión fallera y ha venido para quedarse. Mercado de la Imprenta es el nuevo referente gastronómico de la ciudad. Se encuentra muy próximo a la estación de AVE Joaquín Sorolla, a escasos metros del centro de la ciudad. Es un nuevo punto de encuentro donde gastronomía, historia, ocio y cultura se dan la mano. Su nombre viene dado ya que allí se encontraba La Antigua Imprenta Vila, un complejo histórico que data de principios del siglo XX, que fue utilizado como fábrica de impresión y encuadernación, y que estuvo activo varias décadas.

Sin embargo con el tiempo la Antigua Imprenta Vila quedó en desuso y comenzó a deteriorarse. Un patrimonio oculto quedó secuestrado en el olvido en el centro de Valencia hasta que años más tarde los emprendedores David Núñez y Juan Albert entraron por primera vez allí en 2007 durante la celebración de Casa Decor y, como la mayoría de los visitantes, quedaron fascinados por aquella joya escondida en la travesía de la Mascota. Volvieron a una fiesta organizada por una conocida marca de ginebra años después y  supieron que aquel espacio tenía un potencial enorme. En el campo de la psicología siempre se dice que antes de materializar algo en la realidad primero se imagina y después se lleva a cabo. Y esto es justo lo que hicieron estos dos grandes visionarios.

Se desconoce si la última conversación entre ellos, antes de ponerse manos a la obra, fue algo así como “Hay que no hay… a hacerlo”, frase que anticipa grandes locuras y grandes aciertos, como este caso. Un proyecto gigante, pese a la pandemia y a la ardua cruzada burocrática, que ha nacido para convertirse en una de las principales referencias gastronómicas de la ciudad de Valencia. Es un lugar con una amplío abanico de opciones cuyo objetivo es aumentar la oferta cultural, junto a la gastronómica, sin perder de vista el producto de proximidad. El mercado presenta numerosos puestos de diversa índole, como vermuterías, freidurías, arrocerías o hamburgueserías de autor, entre otros.

El concepto introducido de las mesas compartidas parecería trasladarnos al barrio del Trastevere, en la ciudad eterna de Roma. Un lugar que destila historia no sólo por su antiguo emplazamiento sino porque se ha intentado cuidar al máximo y respetar la emblemática fachada así como la galería en balcón que recorre todo el mercado y donde se han respetado la denominación de las secciones que antes presentaba el lugar, así como sus señas de identidad como el azulejo valenciano y el ladrillo caravista original.

Un concepto que aúna lo contemporáneo y lo tradicional y da la bienvenida a todos los que por allí se acercan sin excepción, tal y como hace  la ciudad de Valencia ¡Amunt Valencia!