Laura Grani

Nos habían contado que un lugar en Madrid podría ser el paraíso de los pastrami-lovers y… va a ser que sí. Hemos visitado Katz Madrid llenas de curiosidad y expectación y nos hemos quedado entusiasmados. La expectación era alta, porque el nombre Katz evoca uno de los templos neoyorquinos (y mundiales) del pastrami.

El Katz Delicatessen es lugar de peregrinación para los que aprecian estos deliciosos bocados de carne ahumada, nada menos que desde 1988, cuando abrió en el Lower East Side de la Gran Manzana. Os acordareis de esa escena en la que Meg Ryan simulaba descaradamente un orgasmo en un restaurante abarrotado. Pues eso era Katz.

El pastrami es un plato típico de la cocina judía. Se elabora con carne de ternera, ave o pavo, que, después de haber sido desangrada, curada en salmuera y condimentada con una mezcla de especias, pasa por un proceso de ahumado.

Tal y como nos explicaba David Bibi, fundador de Katz Madrid y miembro de la extendida familia Katz, es un plato que forma parte intrínseca de la cultura de su pueblo y cada familia tiene su propia receta.

Este ex piloto de aviación e ingeniero, llevaba màs de 15 años viviendo en España, dedicándose a trabajar en otros sectores y viajando por todo el mundo, cuando, en plena pandemia, recibió la ineludible “llamada” . Toda su vida había ahumado carne para sus familiares y amigos, así que decidió compartir su cultura gastronómica privilegiada con el público local.

Ahora mismo es propietario de nada menos que tres locales, prácticamente contiguos, en la calle Gabriel Lobo, en el corazón del barrio de El Viso.

Katz Madrid dispone de un obrador y despacho de pan sin gluten, un restaurante, obrador y despacho de pan con horno de leña; y un local más grande con terraza donde es posible degustar una carta de sándwiches espectaculares, así como entrantes, platos, ensaladas,  tartas, bollería o una interesante selección de cocktails. Todo en un ambiente delicosamente cool a lo neoyorquino.

Nuestra experiencia fue de lo más entretenida. Se puede empezar por el Crujiente de pollo, unas carnosas tiras crujientes de pollo empanado con salsa o los Nachos cubiertos de salsa cheddar, una jugosisima carne de cerdo ahumada y desmenuzada, bañada en salsa BBQ, jalapeños y pico de gallo.

Imprescindible probar el plato estrella, un pastrami-sandwich rebosante de carne loncheada, envuelto en un fantástico pan de cristal untado con mostaza… Para hundir la cara y recubrirse de migas. Estamos seguras de que volvería loco a cualquier neoyorquino nivel experto.

También hay otros sándwiches que prometen bocados de lujuria y gozo, como el Cubano de pastrami de pollo, mantequilla y queso cheddar en pan de leche o el Smoked Pulled Pork con carne desmenuzada de cerdo, acompañado con salsa barbacoa con bourbon y ensalada de col.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Además, hay un plato que no resulta fácil de encontrar en Madrid: el Jamaican Jerk. En Katz, esta receta típica jamaicana de pollo tiernísimo marinado a la brasa pasa por el horno de leña que le confiere un toque inolvidable.

Y, para los más golosos, unos postres y unas tartas de producción propia que están de verdadero lujo.

Al poco tiempo de su apertura, su éxito no es ninguna sorpresa: Bienvenido Katz, ¡Madrid te va a agradecer esos bocados carnosos!