El para muchos famoso bar de El leonés trabaja productos típicos de León como no podía ser menos, cecina, botillo y embutidos varios, aparte de tener una cocina casera de primerísima calidad.
Pero no es por esto por lo que destaca. Como en otros establecimientos, es el trato lo que acoge, y en el caso del leonés también es bueno.
«es el trato lo que acoge, y en el caso del leonés también es bueno»
El leonés es quien está tras la barra y te hace pasar tardes divertidas y pintorescas, tiene un andar como que se rila, y balbucea algunas veces hasta el punto de mirarle sin saber muy bien que te ha dicho. Sabe escuchar y escucha, también es una persona preparada y que prepara; tan pronto te habla de un tema elevado como concerta una quedada para pulpo, que le queda fetén.
«sabe escuchar y escucha, también es una persona preparada y que prepara; tan pronto te habla de un tema elevado como concerta una quedada para pulpo»
Situado al lado del Cuartel General de Ejército del Aire, sirve a chavales o cuarentones/as, como también pone cubatas a militares de la zona, con los cuales es amable hasta que le sacan las pulgas. Ahí es cuando los pone a desfilar a la salida.
Este carácter perfilado por innumerables experiencias y el propio paso del tiempo ,le cambia considerablemente cuando llega su inseparable pareja y también empleada que es su mujer. Al verla, parece como que se cuadre, es una mezcla de respeto y acojonamiento.
Ella lleva la batuta en la cocina y da calor y confianza a los clientes, y si, también a Miguel.
Con una barra más bien pequeña,de las de toda la vida en bares de Madrid, cuelga lúpulo,este producto amargo típico de León no camufla la bufanda de la cultural leonesa que se esconde tras la barra.