Coincidiendo con la tercera convocatoria de elecciones en menos de un año en Israel, ha salido a la venta en Amazon «Sueños de Nación», la primera novela de Elías Cohen, en donde plantea una situación insólita que algunos analistas no ven muy lejana: Israel convertida en una teocracia gobernada por las clases religiosas.
Y es que «Sueños de Nación» es una distopía situada en el año 2060, diez años después de que Israel sufriera una devastadora guerra civil. El conflicto con los palestinos ha quedado resuelto e Israel se enfrenta a una teocracia dirigida por las normas religiosas más ortodoxas. «Sueños de Nación» no sólo relata la resolución de un asesinato en un futuro cercano donde no existe la privacidad y todo lo hacen los robots, supone también la búsqueda del alma de un pueblo que, en un momento de la historia, pareció perderla.
Desde The Citizen hemos querido habla con Eli Cohen, que además de escritor ha trabajado en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y actualmente da clases en la Universidad.

 

¿Como surge la idea de escribir “Sueños de Nación”?

Es un proceso largo, no nade de un hecho concreto. Es más bien un proceso terapéutico: son miedos que enfrento escribiendo. El miedo de que Israel se convierta en una tiranía y el miedo de que en un futuro cercano no exista ni un ápice de privacidad. Respecto al primer miedo, el fundador del sionismo moderno, Teodoro Herzl, ya se lo pregunta en su libro “El Estado judío” (1896) y respecto al segundo miedo, bueno, lo tenemos a la orden del día.

Al fin y al cabo, a pesar de la escritura curativa, lo que he intentado es hacer una historia que atrape, entretenida y con un ritmo vertiginoso. Quiero que el lector lo pase bien leyéndola.

 

¿Qué autores le han influenciado más a la hora de escribir?

Por supuesto Orwell, Philip K. Dick o Huxley, pero sobre todo Robert Harris y Michael Chabon.

 

¿Se podría decir que es un «1984» actualizado y tamizado por la realidad de Israel?

Quizás el escenario sí, es decir, es un Israel teocrático y dictatorial en donde no existe ni libertad ni privacidad, pero Sueños de Nación es también una novela negra, que trata sobre la resolución de un crimen.

«¿Habrá una guerra civil en Israel y una dictadura posterior? Espero que no, y no lo sé; pero es posible»

Una guerra civil y tras ella una teocracia… ¿es usted pesimista de cara al futuro de Israel?

Bueno, no tengo una bola de cristal, pero tiendo a leer las proyecciones, estadísticas y tendencias con cierta preocupación. ¿Habrá una guerra civil y una dictadura posterior? Espero que no, y no lo sé; pero es posible.

 

Históricamente la posibilidad de que Israel cabe convirtiéndose en una Teocracia se puede decir que ha sido constante durante toda su existencia… ¿cree que ahora esta mas cerca que nunca de suceder?

Más cerca desde que se fundó el Estado de Israel en 1948 desde luego, lo que no significa que sea inminente. Para que pase algo así, debe haber primero un cataclismo, por eso planteo una guerra civil en la novela. Lo que sí es cierto que las tensiones, si no se remedian ciertos asuntos, y entre ellos, la separación Religión/Estado, van a tender a crecer con consecuencias desconocidas y probablemente negativas.

 

¿La distopia que usted presenta es un futuro posible o probable…?

Insisto, no tengo una bola de cristal, pero en lo relativo a la automatización del trabajo y a la falta de privacidad es bastante probable. Hoy cargamos con un superordenador, equipado con micrófonos y cámaras, del cual no nos separamos más de dos metros, que monitorea nuestra actividad diaria para generar datos de comportamiento, atención, consumo…etc. De hecho, en el futuro, las grandes batallas de poder tendrán como eje quién controla todas esas ingentes cantidades de datos de las personas.

 

¿Es un relato de ficción cerca de la novela negra o una advertencia política?

Sobre todo, y por encima de todo, es una novela negra futurista. La advertencia o el mensaje no es lo principal de la novela y se puede ser perfectamente ajeno al fenómeno Israel para disfrutar de ella, como ya está pasando.

«Por encima de todo «Sueños de Nación» es una novela negra futurista. La advertencia o el mensaje no es lo principal de la novela y se puede ser perfectamente ajeno al fenómeno Israel para disfrutar de ella»

Usted, al margen de su trabajo como escritor, ha trabajado en el Ministerio de Asuntos Exteriores del Estado de Israel… ¿Qué piensa de la actual situación política en Israel?

Sigo mucho la política israelí y la comento en medios de comunicación en España. La última crisis política fue provocada precisamente porque un partido político, Israel Betenu, no quiso pactar con los partidos ultraortodoxos. El asunto de la separación Religión/Estado, como he dicho, seguirá creciendo y generará tensiones aún mayores. Por lo pronto, ya ha forzado tres elecciones en un año.

 

¿Israel como nación tiene claro cual es su destino?

Yo creo que sí. Ahora bien, las naciones, como las personas y las organizaciones evolucionan. El Israel de hoy día no es el Israel de 1948, ni de lejos. Y está bien que así sea.

 

 

Actualmente en Israel de los judíos ultraortodoxos se puede decir que pese a no ser demasiado numerosos dominan la escena política debido a su consideración de partido bisagra… ¿es un riesgo para seguir construyendo un estado moderno en Israel?

No me gusta señalar a colectivos y decir que suponen un riesgo para el futuro de una nación. Dicho eso, es cierto que lo partidos ultraortodoxos han obtenido un poder y unas competencias descompensadas a su representación real. Y respecto a los números, la población ultraortodoxa crece un 15% por encima del resto de la población, e Israel es el país de la OCDE con la mayor tasa de natalidad.

 

¿Se publicará en Israel?

El lanzamiento en Israel estaba previsto para junio, pero debido a la crisis del coronavirus he tenido que posponerlo. Sueños de Nación está ya disponible en todos los países del mundo a través de Amazon, tanto en inglés como en español.

 

Es su primera novela… ¿habrá más?

Sí, lo es. Y sí, habrá más. Ya tengo en mente la segunda, y es también una distopía.