¿Sabes cuál fue el punto en común que tuvieron Van Gogt, Munch o Monet entre otros, además de ser impresionistas o que sus obras hayan alcanzado precios desorbitados? Todos ellos sufrieron por sus «ojos enfermos» modificando su mirada de tal manera que sus pinturas muestran un punto de inflexión ajeno a su voluntad.
Si te consideras un amante de la pintura, si tus inquietudes pictóricas pasan por el impresionismo o si estás pensando en introducirte en este mundo, deberías bucear entre las páginas del libro escrito por Carmen Fernández Jacob, donde descubrirás el por qué en la evolución de la pincelada entre los pintores del XIX.
Pintora, oftalmóloga, escritora, habla italiano, griego, francés, miembro de la directiva de Asemeya (Asociación española de médicos y pintores), pero sobre todo es una gran persona. Carmen es alguien cuyo amor por el arte le lleva a regalarnos sus conocimientos para que podamos formarnos un criterio a partir de hechos constatados. Y lo hace a través de un ensayo fácil de leer cuyo lenguaje y estilo, accesible para cualquiera resulta ser un texto tan enriquecedor que debería ser obligatorio entre los aspirantes a graduarse en Bellas Artes.
En su libro «La patología ocular en la pintura a través de la historia clínica oftalmológica» hallarás cartas cruzadas entre los pintores con sus oftalmólogos o con familiares donde se refleja la angustia por el impedimento que les supone las imperfecciones visuales que padecen.
Carmen, ¿Cuál es el impulso qué te lleva a compartir con nosotros tus conocimientos a través de este libro?
El impulso, desde luego se debe a mi trabajo como oftalmóloga. El intentar ayudar con mi quehacer diario a personas con defectos visuales me hizo preguntarme como podrían afectar las diferentes patologías oculares a los pintores, en los que el sentido de la vista es fundamental para realizar su trabajo, y esto me hizo indagar en sus historias clínicas y también intentar entender como cada uno vivía su enfermedad ocular por el estudio de sus escritos y especialmente de su correspondencia.
Mis investigaciones siempre tienen una base científica, a través del estudio de las historias clínicas de mis colegas que trataron a los pintores durante su enfermedad ocular, por ello solo he incluido en el libro a artistas que realizaron sus obras en el siglo XIX. Son de los que realmente podemos saber con certeza las características de la enfermedad ocular que padecieron.
¿Cuánto tiempo te llevó escribirlo?
Escribirlo un año, desde que el tema del libro fue aprobado para su publicación como Comunicación Solicitada por la SEO, pero comencé mis investigaciones once años antes, publicando pequeños trabajos sobre cada uno de los pintores estudiados en revistas especializadas como los Archivos de la SEO.
Exige mucho esfuerzo esta tarea, ¿en algún momento del camino te arrepentiste de iniciarla?
La verdad es que para mí ha sido un placer escribirlo, el hacerlo además de aproximarme a obras pictóricas extraordinarias, me acercaba también cada vez más a la vivencia de la enfermedad ocular, que era diferente en cada uno de los pintores estudiados, y el intentar entender como cada uno se adaptaba a su patología ocular para poder seguir pintando, me ayudaba también a comprender cada día mejor a mis pacientes.
Nunca me arrepentí de iniciar esta labor, sino todo lo contrario porque gracias a ella he logrado estar más cerca de mis pacientes y así llegar a entender mejor la sintomatología de sus enfermedades oculares, y esto desde luego es algo que no se aprende en los libros de Medicina, porque es necesario acercarse al poder del arte para llegar a sentirlo, y yo me considero muy afortunada porque gracias a escribir este libro he podido hacerlo.
Como oftalmóloga que eres, tu labor consiste en sanar o en su caso ayudar a mejorar los problemas relacionados con los ojos. Aquí nos hablas de colegas de profesión que seguramente sufrieron por verse incapaces de solucionar muchas dolencias a causa de los escasos conocimientos del momento en el que vivieron. Al estudiarlos y conocerlos ¿has sentido su frustración?
Desde luego el ejercer la Medicina es algo muy complejo siempre el objetivo es sanar, pero todos sabemos que en muchas ocasiones esto no es posible y sólo nos queda ayudar o consolar.
Desde luego el avance de la Oftalmología en el siglo XX y en el actual, ha sido asombroso, sobre todo en las técnicas quirúrgicas, estoy segura que si, por ejemplo , Monet hubiese podido ser operado de cataratas con la técnicas actuales, no hubiese sufrido tanto con la adaptación a su visión después de la cirugía; pero también he aprendido mucho de los colegas que me precedieron y que trataron a los pintores ,porque la falta de medios y conocimientos, ellos la suplían con la cercanía hacia el enfermo. Así el Dr Parenteau que trató a Pissarro de una rija, iba a su estudio a hacerle los drenajes, para que el artista no perdiera la luz del mediodía que tanto le gustaba pintar. El Dr Coutela, oftalmólogo de Monet, se desplazaba para graduarle al jardín de Giverny donde el pintor trabajaba en las decoraciones de la Lilas para lograr entender como cambiaba la percepción del color en los ojos del artista.
Esta cercanía y sobre todo esta empatía con el enfermo quizás se echa de menos ahora con la gran tecnificación de nuestra especialidad, por eso creo que en el fondo mis colegas no sentían frustración alguna porque quizás la falta de medios técnicos de aquella época, ellos la suplían con la complicidad y cercanía con el enfermo.
En tu libro aparecen Van Gogh, Munch, Cézanne, Monet, Degas, Pissarro, Marie Cassatt. Definelos a cada uno con una palabra.
La verdad es que de tanto investigar sobre ellos y estudiar su personalidad ,a veces me parece como si de alguna forma hubiesen pasado por mi consulta, por ello creo no me será muy difícil poder definirlos.
- Cézanne, por ejemplo podría representar la obstinación en su arte, que por demasiado avanzado para su época fue poco reconocido en vida del artista.
- Pissarro sería el compañero ideal para pintar porqué prácticamente trabajó y sirvió de inspiración a todos ellos.
- Degas sería el aristócrata de la pintura siempre distante y diferente, con su arte tan especial.
- Monet podría representar la impresión de la luz sobre el lienzo.
- Van Gogh el color sobre la tela.
- Munch el sufrimiento hecho arte.
- Marie Cassatt la dedicación a la pintura por encima de todo, en un mundo de hombres como era el del arte del siglo XIX.
En pocas palabras ¿podrías citar la patología de cada uno y como afectó a su pintura?
Comenzando por la patología menos importante.
– El sufrir una miopía de tres dioptrías quizás pudo ayudar a Cézanne a tener su visión tan original del motivo al pintar sin gafas.
– El lagrimeo continuo hizo a Pisarro dejar de pintar en el exterior y comenzara a hacerlo desde habitaciones con buenas vistas, cambiando así sus motivos pictóricos.
– Las cataratas que impedían la visión a Monet le permitieron sin embargo utilizar las abstracción para dar otro sentido a su trabajo.
– También la degeneración macular de Degas quizás pudo inspirarle su mirada moderna, que hace su obra pictórica tan diferente a todo.
– La enfermedad mental de Van Gogh y su tratamiento pudo hacer de él un pintor tan singular en el uso de las formas y el color.
-La hemorragia vítrea que padeció Edvard Munch le permitió añadir nuevos elementos a sus cuadros.
– Aunque a Marie Cassatt el mal resultado de sus intervenciones de cataratas le apartase de la pintura, hizo que después se convirtiese en una gran difusora del movimiento impresionista en América su país natal.
Y ahora el más difícil todavía, elige a uno.
Bueno, Olga ahora si me pones en un aprieto, porque todos son muy importantes para mí… Quizás si tuviese que elegir uno por la adaptación de su visión a una patología ocular grave, que además le acompañó toda su vida elegiría a Degas porque tenía un ojo vago y en el útil padeció una degeneración macular en su juventud que siguió avanzando con el paso de los años. Esta patología le impedía ver las caras de sus modelos, dibujar, leer pero sin embargo no le retiró de la pintura, sino que al contrario le pudo servir de inspiración. Comenzó a volver a sus modelos de espaldas, dejo de pintar al óleo y comenzó a utilizar el pastel y sobre todo porque creo que su enfermedad ocular le hizo descubrir lo que tanto sorprendió a Baudelaire , su mirada moderna que fue diferente a todo y representó un auténtico cambio en la pintura del siglo XIX.
No voy a dejar pasar la oportunidad de que nos hables de tu pintura. —Y tus proyectos futuros son…
La verdad es que siempre he pintado, pero otra de las cosas que debo agradecer a este libro, es que creo que ahora lo hago de otra manera, porque el mirar la obra de cada uno de los grandes pintores que he estudiado, con “otros ojos “me ha ayudado a buscar nuevas perspectivas y colores cuando pinto.
Y mis proyectos futuros son seguir investigando sobre la patología visual de otros pintores y la repercusión en su obra.
Para terminar quiero decir que una de las mayores satisfacciones que me ha dado escribir el libro, y esto es desde luego gracias a ti Olga, es que desde hace poco su contenido está disponible en forma de audiolibro para afiliados a ONCE. Con esto parece que el libro realmente ha cumplido el destino que pensé que tenía cuando lo escribí, ya que la inspiración para poder hacerlo, me vino de mi trabajo diario, intentando mejorar la visión de mis pacientes. Realmente ahora es cuando el libro va a cumplir su objetivo al poder ser leído por aquellos para los que está pensado desde un principio, las personas con defectos visuales graves. Sobre todo para que les sirva de estimulo, porque la discapacidad visual que padecieron cada uno de los pintores estudiados hizo que todos ellos pudieran ver el mundo de forma diferente. Esta diversidad en la manera de ver, es realmente para mi la esencia del arte.