Abraham Aguilar es un escritor novel que desde hace una década reside en Australia como responsable del marketing de empresas de moda. Ha escrito su primera novela bajo el sello de Caligrama Editorial: La piedra caída del paraíso, un thriller histórico en donde entrelaza las leyendas cátaras, con los mitos artúricos y la búsqueda del Santo Grial. El proceso de documentación del escritor ha sido arduo, pero gracias a él y a su pericia a la hora de narrar y entretener, la novela se halla en los primeros puestos de sus categorías en todas las plataformas de venta: Amazon, Kobo y Casa del Libro. Ambientado en las calles de Barcelona, y con personajes procedentes del mercado negro del arte, catedráticos de Historia, multimillonarios obsesionados con el Grial o inspectores de los Mossos d’Esquadra, Abraham ha creado una novela que dará mucho que hablar.
Bienvenido, Abraham. Muchas gracias por responder a esta entrevista. La novela tiene muchos elementos que desgranar, e intentaremos hacerlo en este ratito.
La historia cátara es un tema polémico, pues a veces es difícil distinguir la realidad de la ficción. ¿Qué opinas sobre esto?
El problema de la historia cátara es que nos han llegado muy pocos escritos realizados por ellos mismos, apenas dos o tres, y este hecho da lugar a que su realidad haya sido descrita por terceros, ya sea bien con intereses de demonizarlos o de agrandar su legado con la creación de leyendas impregnadas de misterio. Si a esta circunstancia le añadimos que los romances del Grial se escribieron en pleno apogeo cátaro y que apuntan a que este estaba escondido en la región francesa del Languedoc, donde más influencia tuvieron, pues la historia siempre ha estado ligada a estas leyendas. Una época y lugar donde también encontramos a los trovadores en su máxima expresión y que también ayudarían a mitificar su historia.
Tu novela gira entorno a la pregunta de si los cátaros desaparecieron para llevarse consigo el secreto del Santo Grial. ¿Por qué quieres responder a esta pregunta, aunque sea en la ficción?
La historia suele valerse de fechas y sucesos, tal vez para marcar ciertos inicios o finales de las diferentes vicisitudes de cada época. Aquí en España tenemos muchos ejemplos, como la invasión musulmana, la expulsión de los judíos y la de los moriscos… y solemos delimitar estos eventos de tal manera que parece que a partir de una fecha exacta todo cambió de un día para otro. Pero la realidad no es exactamente así y los procesos de arraigo o desarraigo de ciertas costumbres llevan más tiempo, incluso siglos, y esto da pie a que podamos hipotetizar sobre la perdurabilidad de las religiones incluso después de ser condenadas o expulsadas. La cruzada albigense contra los cátaros finalizó en Francia el año 1255. Sabemos por fuentes históricas que en aquel momento no desaparecieron, si no que huyeron y muchos se refugiaron en España. Un siglo más tarde los franceses aún proseguían con su exterminio y el último perfecto cátaro que conocemos fue apresado en Lleida en el año 1321 y llevado a Carcasona, donde moriría en la hoguera ese mismo año. También es un hecho que durante su periplo por tierras levantinas y catalanas fue ayudado por varias familias cátaras. A partir de aquí, podemos concluir que por aquel entonces, la religión cátara continuó existiendo después de esa fecha, pero, sin embargo, desapareció de la historia. Ahora hablemos del Santo Grial. Ya en el año 1600, el rey de Francia Enrique VI, lo buscó por tierras cátaras, después tenemos los sucesos de Rennes-le-Château a finales del siglo XIX, y, por último, las expediciones nazis de Otto Rhan. Podemos ver que a lo largo de la historia han sido muchos los que han creído que los cátaros habían tenido el Santo Grial y que lo habían escondido en sus dominios. En la novela, parto de la base de que, si de verdad los cátaros hubiesen tenido algún objeto de poder, lo hubiesen llevado consigo en su huida, y tal vez hubiesen decidido desaparecer, por propia voluntad, para proteger ese secreto.
«La existencia del Santo Grial como objeto es una realidad, en España tenemos el cáliz de la catedral de Valencia con una historia constatada de por lo menos mil años.«
Una licencia poética que me tomo: ¿Crees que existe el Santo Grial?
La existencia del Santo Grial como objeto es una realidad, en España tenemos el cáliz de la catedral de Valencia con una historia constatada de por lo menos mil años. Que esta reliquia sea la copa utilizada por Jesucristo en la última cena ya es otra cuestión, pero no por eso podemos poner en duda que si una persona de por ejemplo el siglo XV, estuviera viendo ese cáliz y describiéndolo como el Santo Grial, estuviera describiendo su realidad. En cuanto a la piedra caída del paraíso, tenemos la piedra negra de la Meca, quizás la reliquia más importante del islam, considerada también caída del paraíso, y que era adorada mucho tiempo antes del nacimiento de esta religión.
¿Qué cosas a tu parecer hicieron bien los cátaros y qué cosas hicieron mal?
Creo que su forma de vida era bastante adelantada a su época y abordaba algunas cuestiones vitales de una manera menos rígida que la Iglesia católica. Por ejemplo, promulgaban la igualdad entre hombres y mujeres, y no consideraban necesario el matrimonio entre para la unión de dos personas. Otro de los aspectos positivos es que se relacionaban con el pueblo llano y que los sacerdotes trabajaban. Estos puntos son muy importantes en contraposición con la Iglesia Católica de aquella época, donde muchos sacerdotes llevaban una vida de lujos y placeres a costa de los impuestos cobrados a los campesinos. Probablemente lo que hicieron mal y acabaría con ellos, fue su falta de organización, una circunstancia que les impidió defenderse de una manera coordinada. Cuando trataron de organizarse ya era demasiado tarde. Debido a este hecho y a que fuera una religión sin estructura ni jerarquía, tampoco se han conservado apenas documentos con sus creencias y sus costumbres.
A veces, las novelas cátaras se centran únicamente en las figuras históricas, pero tú has decidido enlazar la trama con la epopeya de Parzival, un caballero de la Mesa Redonda que en los mitos artúricos siempre ha sido relacionado con el Grial. ¿Por qué?
Como bien podréis encontrar en la novela, los personajes y algunas localizaciones de la epopeya de Parzival, se pueden relacionar con verdaderos personajes cátaros. Parzival es un nombre germánico que se asocia a Raimund-Roger de Trencavel, vizconde de Carcasona y posiblemente el noble más representativo de la religión cátara. En la epopeya de Parzival, el castillo del Grial, denominado Munsalwäsche, era propiedad de su tía. En la realidad histórica, la tía de Trencavel, era la señora de Montségur, el principal castillo cátaro y su centro espiritual. Solo con estos elementos ya encontramos una relación muy fuerte entre el Parzival y los cátaros, pero, además, y en la novela lo he tratado de resaltar a través de los epígrafes, podemos establecer más conexiones. Por ejemplo, en la epopeya se dice que el Grial lo tienen que guardar cristianos puros como los ángeles, y así es como se definían los cátaros a ellos mismos, que trataban de volver al cristianismo primitivo, el cristianismo predicado por Jesús.
¿Tienes alguna teoría personal acerca de si las leyendas artúricas tienen base real?
Este es un aspecto en el que no he profundizado demasiado, aunque la realidad es que por el momento solo puede considerarse como una leyenda, ya que no existen restos arqueológicos que sustenten la existencia del rey Arturo. Yo sigo pensando, y es un tema que abordo en la novela, que gran parte de las leyendas tienen alguna base histórica. A partir de la leyenda del minotauro se descubrió el palacio de Cnossos, al igual que también se encontró la ciudad de Troya. Hasta que se realizaron estos hallazgos, estas realidades históricas no eran más que leyendas. Bien podría ser que el rey Arturo hubiera existido en realidad.
«Yo sigo pensando, y es un tema que abordo en la novela, que gran parte de las leyendas tienen alguna base histórica»
¿Dónde y cómo te has documentado? ¿Hay alguna cosa que hayas descubierto durante tu documentación, pero que no hayas incluido en la novela?
Comencé la documentación en la facultad de Geografía e Historia de la UB donde leí los pocos escritos que nos han llegado de manos de los cátaros. Además, he leído el Parzival en tres ocasiones, la Biblia para conseguir algunas citas que aparecen en la novela, y he comprado algunos libros acerca de la historia cátara y la colección de arte románico del MNAC. También he visitado la mayor parte de las localizaciones que aparecen en la novela, algunas en varias ocasiones como el MNAC, las iglesias románicas de Terrassa o el valle de Boí. Siempre que visito estos lugares también intento documentarme tanto a priori como a posteriori para conocer su historia. El resto de la documentación la he obtenido a base de horas y horas en internet. Quizás donde más haya profundizado, pero decidí que ya había demasiada información en la novela, fue en el tema religioso. Eliminé por ejemplo unas cuantas páginas donde se hablaba de la posible influencia platónica en el maniqueísmo, y por lo tanto en la religión cátara. También me documenté mucho acerca del misterio de Rennes-le-Chateau o la obsesión de los nazis con el esoterismo y la búsqueda de objetos de poder a lo largo y ancho del mundo, pero en ambos casos, solo se mencionan de pasada. También me resultó interesante conocer el trabajo que hicieron muchos de los arquitectos y demás representantes del modernismo, para la conservación del patrimonio. En la novela se menciona la relación de Puig i Cadafalch con las iglesias románicas de Terrassa, pero también fue muy importante el trabajo de Gaudí para la recuperación de la abadía cisterciense de Poblet, una de las más importantes de Europa y donde se encuentran enterrados algunos de los reyes y nobles del reino de Aragón, que había quedado en estado ruinoso tras la desamortización de Mendizábal.
La trama se sitúa en la ciudad de Barcelona. ¿Qué lugares de la ciudad recorreremos?
En la ciudad de Barcelona la trama discurre principalmente en el MNAC y la montaña de Montjuïc. Aunque también visitaremos los barrios del Poble Sec, el Raval y La Barceloneta, y la estación de Sants.
Háblanos de los personajes que aparecen en la trama. ¿Cómo surgieron?
El primer personaje que surgió fue Onofre Vila, el anciano que está obsesionado con la vida eterna y que guarda algún tipo de relación con los asesinatos de Terrassa. Tenía que ser un anciano porque tendría que haber sido joven durante la Guerra Civil. Después incorporé a Mario Luna, un ladrón de arte medieval al que le gusta salir de fiesta y consumir drogas, quería que fuese joven y algo alocado, también poder relacionarlo con el robo del Beato de Liébana de La Seu d’Urgell. El profesor Llull, catedrático de Historia, era indispensable para poder explicar la religión cátara y la leyenda del Parzival desde un punto de vista académico. Y, por último, tenemos a los Mossos d’Esquadra que eran necesarios para la investigación policial. En la novela aparecen otros personajes también importantes como el padre Capmany, que conocía a uno de los hombres asesinados en Terrassa. Mónica, la hija del profesor que también estudia historia, o el nieto y la hija de Onofre Vila.
Uno de tus personajes es ladrón de arte medieval, lo cual me lleva a pensar en el lucrativo mercado negro de obras de arte. Abraham, ¿crees que se comercializará en dicho mercado con «santos griales»? ¿Has descubierto algo interesante haciendo un repaso de robos y tráfico ilegal mientras escribías la novela?
Me es difícil creer que pueda comerciarse con santos griales, más bien me atrevería a pensar que se han perdido con el paso de los años, quizás ocultos en lugares donde nunca se regresó a buscarlos. Creo que es muy interesante todo el movimiento de obras de arte que se produjo a principios del siglo XX. Hay varios ejemplos en España de pinturas románicas que fueron arrancadas de iglesias y llevadas a Estados Unidos con procesos de venta que hoy consideraríamos ilegales. Quizás la obra más importante sean las pinturas murales de la iglesia de Santa María de Mur (actualmente en el Museum of Fine Arts de Boston), y que propició o aceleró el traslado de las pinturas murales del valle de Boí a la colección que hoy podemos contemplar en el MNAC. En cuanto a los casos más recientes, todos ellos son bastante rocambolescos y si fuesen historias de ficción hasta podrían resultarnos inverosímiles. Sin ir más lejos, el Beato de Liébana de La Seu d’Urgell fue robado en el 1996 y la Guardia Civil lo recuperó a los pocos meses en el armario de una clínica psiquiatra de Valencia, donde detuvieron al doctor y a diez personas más implicadas. Pero aquí no acaba la historia, el cabecilla de la trama, un francés, fue encarcelado en la prisión de Lleida y se fugó al poco tiempo. Cuando fueron a perseguirlo, se dieron cuenta que había utilizado la identidad de otro individuo, es decir, había engañado a la policía y a los jueces que lo condenaron, y nadie sabe su verdadera identidad, así que ni siquiera pudieron perseguirlo y sigue en libertad. Más recientemente tenemos el robo del Códice Calixtino que también es digno de película por lo absurdo de toda la trama; o el anuncio el pasado diciembre de la recuperación de los cascos celtíberos de Aranda de Moncayo que también daría para un largometraje e incluso una serie, debido a la cantidad de piezas expoliadas y su duración en el tiempo, fueron más de 6.000 piezas expoliadas durante más de veinte años y vendidas muchas de ellas a través de las más prestigiosas casas de subastas.
¿Has leído otras novelas cuyo argumento gire en torno a los cátaros o el Grial? ¿Cuáles? ¿Qué te parecen?
Nombraré tres obras que guardan relación con el Grial o la religión cátara pero que lo tratan desde diferentes géneros literarios. Tampoco he leído mucho más aparte de estas novelas porque quería crear mi propia historia y no verme influenciado por otros thrillers históricos. He leído El Código da Vinci, el thriller más conocido sobre el Grial y que a mí personalmente me gustó mucho, tanto en la elaboración de la trama como en el suspense de la novela. También he disfrutado con El enigma sagrado, una obra de investigación o conspiración que sirvió como inspiración a Dan Brown. Considero esta obra muy interesante y también muy adictiva. Por último, he leído La Reina Oculta de Jorge Molist, una novela histórica muy bien documentada que se remonta a la época de la cruzada contra los cátaros. Creo que es entretenida y fiel a los hechos históricos.
«En la obra he intentado ser fiel a la historia con la intención de que el lector pueda conocer quiénes eran los cátaros y cómo era su religión»
Esta es tu primera novela, y te has estrenado con género histórico. ¿Seguirán esta línea tus próximas obras?
Es muy probable que incluya algún tipo de contenido histórico en mi próxima novela, pero algo que si tengo claro es que será otro thriller.
Para finalizar, qué mensaje te gustaría lanzarnos sobre tu obra o sobre ti como escritor.
En la obra he intentado ser fiel a la historia con la intención de que el lector pueda conocer quiénes eran los cátaros y cómo era su religión. A partir de aquí he intentado crear una obra que invite al lector a pasar un rato agradable mientras avanza por una trama llena de misterios y suspense, y donde se incorporan constantemente nuevos elementos históricos. Como escritor, mi objetivo principal es que el lector disfrute del viaje que supone leer una novela.