Mariano Beltrán (Murcia, 1988) es psicólogo y es el Portavoz de Derechos de la campaña “Yo Exijo” del Organismo Internacional de Juventud. Es miembro del Consejo Consultivo de la Fundación Internacional de Derechos Humanos. Ha trabajado en causas como la del preso iraní Taheri, la del culpable fabricado mexicano Quintanar o la del preso político venezolano Ceballos, entre otras.
Amable y cercano, se muestra realmente ilusionado con su nueva etapa.
¿Cómo llega un chico de Murcia a ser Portavoz de Derechos de la última campaña del Organismo Internacional de Juventud?
Honestamente, no lo sé. Llevo tiempo trabajando en pro de los Derechos Humanos, y defendiendo distintas causas en España, Irán o México; esas causas son las que más me han preocupado y ocupado en los últimos tiempos. He estado focalizado de lleno en ellas. Cuando se pusieron en contacto conmigo desde el Organismo Internacional de Juventud para que fuera su portavoz de Derechos en la campaña “Yo Exijo”, sentí una responsabilidad grande y, a la vez, agradecimiento por el reconocimiento al trabajo que llevo realizando los últimos años.
«El Organismo Internacional de Juventud está formado por los 21 países que conforman el espacio iberoamericano, siendo una institución gubernamental que aúna a los ministerios de juventud de los países miembros»
¿Qué es exactamente el Organismo Internacional de Juventud?
Pues es el único organismo internacional público en materia de juventud. Está formado por los 21 países que conforman el espacio iberoamericano, entre ellos España y Portugal. En sentido estricto, es una institución gubernamental que aúna a los ministerios de juventud de los países miembros. El objetivo del organismo es, evidentemente, desarrollar las políticas públicas de juventud o procurar la participación de la ciudadanía joven, entre otras cuestiones. Tienen programas de becas con universidades de los países miembros, o acuerdos con los estados para implementar políticas concretas.
¿Cuáles son los objetivos que os habéis fijado a corto y a medio plazo?
A corto plazo, con la campaña Yo Exijo, precisamente el Organismo pretende escuchar a la ciudadanía joven de los distintos países. Es una campaña que se apoya fundamentalmente en redes sociales, una herramienta que sin duda la gente joven de los distintos países siente como algo cercano y directo. La campaña se apoya en 5 pilares: sostenibilidad, empleo, derechos, igualdad y cultura. Esto ya da una idea de lo transversal de la campaña misma, y de que cada joven puede poner el foco en una problemática de estos pilares. A corto y a medio plazo, sin duda, es importante la implementación del Tratado Internacional de Derechos de los Jóvenes, que entró en vigor en 2008 y se encuentra aún en buena parte de los países miembro en vías de ratificación. Es un puntal imprescindible para defender los derechos de los más de 160 millones de jóvenes que hay en Iberoamérica.
Teniendo en cuenta que el Organismo está compuesto por países tan dispares como España y Portugal, europeos, y Argentina o Chile, latinoamericanos, ¿cómo se coordina la actividad de estos países y su disparidad?
Es cierto que son países dispares entre sí, en los que hay serias diferencias. Pero también las hay entre países como España y Alemania, que forman parte de la Unión Europea. Queda mucho por hacer aún por el reconocimiento de los derechos de todos y todas, pero, precisamente, en los países que conformamos el espacio iberoamericano hay más similitudes que diferencias. No es más difícil buscar puntos en común entre un español y un mexicano que entre un español y un noruego; seguramente lo último sea más complicado.
«En derechos y libertades queda mucho por hacer. Estamos viendo cómo asesinan mujeres, cómo agreden a homosexuales en las calles, o cómo desde púlpitos académicos y presuntamente feministas se vocea contra las personas transexuales»
¿Cómo lleva un activista español, con España como referente en materia de libertades, la defensa de los derechos de las mujeres o del colectivo LGTBI de países que están más atrás en esta materia como Argentina o Colombia?
Es cierto que España es muy avanzada en materia de derechos y libertades, al menos en la legislación. Argentina está sufriendo actualmente un retroceso en esta materia, no hay más que ver que para que una mujer pueda abortar tiene que poner su vida en peligro. Recomiendo ver la intervención de la jurista Eleonora Lamm en el Senado de Argentina, defendiendo la despenalización del aborto. Queda mucho por hacer. También es España. Estamos viendo cómo asesinan mujeres, cómo agreden a homosexuales en las calles, o cómo desde púlpitos académicos y presuntamente feministas se vocea contra las personas transexuales. Es grave la normalización del odio en la vida pública, también en España.
¿Y sobre Gestación Subrogada? Imagino que si en España existe esta controversia, en países de Latinoamérica será peor, ¿no?
Pues no creas. En algunos estados de México es legal en su forma altruista, al igual que en Portugal o en Brasil que solo se puede dar entre familiares. Ningún país de Iberoamérica persigue o tiene en su código penal la Gestación Subrogada, tampoco España. En España es un contrato nulo según la Ley de TRHA, y, cómo sabrá, la ilicitud no es lo mismo que la nulidad. Lo grave de este tema en España es que es el Gobierno de la nación quien, desde el poder, señala a un modelo de familia. Es el gobierno de España quien ha decido perseguir la diversidad familiar, contraviniendo incluso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos que ya condenó a Francia (caso Mennesson) por no inscribir a una menor nacida fuera de Francia en el registro civil. EL Gobierno español contraviene incluso las leyes regionales en materia LGTBI de la Región de Murcia o Extremadura que protegen explícitamente a las familias formadas por Gestación Subrogada. El odio va creciendo hacia este modelo familiar. En vez de propiciar un debate sereno, conforme a Derechos Humanos, el Gobierno ha decidido usar el poder para señalar a un modelo de familia. Cuando a esos niños y niñas, en el colegio les insulten, o a sus padres les increpen, Carmen Calvo, Dolores Delgado y cada uno de los ministros del Gobierno serán también responsables por haber usado el poder para fomentar un discurso de odio.
«Ningún país de Iberoamérica persigue o tiene en su código penal la Gestación Subrogada, tampoco España donde es un contrato nulo. Lo grave es que ha decido perseguir la diversidad familiar, contraviniendo incluso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos»
¿Cómo se ve Mariano Beltrán de aquí a 10 años?
Pues me veo siempre en el activismo por convicción, y en la universidad por vocación. Me apasiona el mundo universitario, el poder investigar, debatir con serenidad, intentar construir progreso. Tengo una fuerte vocación por la investigación, y, aunque ya terminado mi residencia del PIR, creo que la universidad será más fuerte. Nunca se sabe, pero me veo relacionado con algo que pueda contribuir a la transformación social.
«Ningún país de Iberoamérica tiene en su código penal la Gestación Subrogada, tampoco España donde es un contrato nulo, pero se ha decido perseguirla, contraviniendo incluso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos»
Eres también miembro de Juventudes Socialistas de España y del PSOE. ¿Por qué decidiste afiliarte?
A decir verdad, de JSE salgo este año por edad. Y de la vida orgánica del PSOE estoy bastante alejado: no es un buen momento para el debate sobre nada en el seno del PSOE. En cualquier caso, hace ya 10 años que me afilé, creía que era un lugar apto para cambiar el mundo que me rodeaba, para combatir la injusticia.
¿Con qué parte positiva te quedas de esa etapa?
Sin duda, con toda la gente buena que he conocido. Las experiencias, y los momentos de lucha y pelea.
¿Y qué cosas borrarías?
Honestamente, ninguna. El PSOE por el que me afilé es el PSOE de Carme Chacón o Pedro Zerolo; aunque ahora estemos en otro momento, no borraría nada solo porque ellos son dos de mis referentes.
De cara a este otoño, ¿habrá gobierno in extremis, se repetirán elecciones…?
Soy muy malo con este tipo de pronósticos, pero, hay una frase que le escuché a Mónica Oltra hace unos meses que no para de repetirse en mi cabeza: “en las negociaciones entre Iglesias y Sánchez sobra testosterona”. Y creo que la testosterona, desgraciadamente, seguirá siendo la que domine el tablero político español.