Con España clasificada para el Mundial 2018 la planificación del próximo año pasa por la cobertura de esa Copa del Mundo que se celebrará en Rusia los meses de junio y julio. Y mirando a ese futuro inmediato resulta inevitable echar la vista atrás a todas las experiencias vividas, y disfrutadas, como enviado especial a grandes acontecimientos siguiendo a la Selección española en la mayoría de los casos. Eurocopas y Mundiales son para el privilegiado periodista que le toca cubrirlos como una excursión de fin de curso. No es que te pases todo el día de cachondeo porque se trabaja. Y bastante. Pero el ambiente del grupo de periodistas si se asemeja a ese buen rollo estudiantil de campamento de verano. Y la música es vital en esos días casi siempre felices.

Gracias a mi oficio de periodista deportivo (trabajar en tu hobby es un gran privilegio) y a que he tenido la fortuna también de haber sido designado enviado especial (porque entre los miles de periodistas que hay te seleccionan para ir) a grandes eventos como Eurocopas, Mundiales o la Gira Asiática del Madrid en 2003 o 2005 he podido mantener durante varias semanas esa sensación maravillosa que alimenta el síndrome de Peter Pan que vivimos en este siglo XXI muchos treintañeros, cuarentañeros y cincuentañeros.

Este era mi kit de viaje

Pongámonos en situación. Con la selección española se suele ir en viaje organizado y compartes hotel y desplazamientos, en avión y autocar con el resto de periodistas de otros medios. Ese autocar que te lleva cada día al entrenamiento y a las ruedas de prensa y a los partidos se convierte en un rincón de confianza. Ahí diseñas mentalmente la información o la das cuando trabajas en la radio, con la dificultad que conlleva hacer callar a los compañeros que si no van debatiendo de la alineación van escuchando música. “Silencio, que entra Fulanito en el boletín”, se grita y la orden se obedece a regañadientes y en la emisora a veces se cuela algún ruido ante el enfado del reportero.La música es clave en esa convivencia. Y los avances tecnológicos han sido vitales para mejorar la forma de que llegue a todos los rincones del autobús los temazos que elige el pincha. Desde la Eurocopa 2008 me eregí como el pincha oficial. DJ Mata, me vacilaban. Mi altar musical está formado por Rosendo (Leño), Serrat, Extremoduro y Los Rodríguez (Calamaro), por reducir la lista porque me faltan Sabina, Ramoncín, Barricada, El Último de la Fila, Radio Futura, Burning, Aute, Víctor Manuel, Los Tranquiltos, Barón Rojo o Alarma!!! Bueno y Diré Straits, Iron Maiden y The Pixies, por poner alguno extranjero… Vamos, que me tiro todo el artículo dando nombres de artistas preferidos y como aquí en internet no hay límite de caracteres al escribir, ¡vaya tela! Por cierto, ya en la excursión de fin de curso de octavo de EGB (fuimos a Torremolinos en 1984 con el Cid Campeador) monopolicé la música del autocar y sonó cientos de veces el cassette del Loco por incordiar de Rosendo que acababa de salir y se lo tuve que grabar al 80 por ciento de la clase al volver. Por aquel entonces era un poco intolerante y no dejaba a las niñas poner a Hombres G y a Mecano. Para 3º de BUP seguía devoto de Rosendo (Fuera de Lugar y A las lombrices) pero ya empecé a escuchar a Radio Futura y me sabía todas de Hombres G y Mecano y tal. De la excursión de fin de curso de 3º de BUP (fuimos en el 87 a Portugal con el Santa Cristina) ya hablaré en otro artículo. Me centro en la banda sonora de los enviados especiales con España.

A la hora de pinchar dejo al lado mis gustos y tiro de mi eclecticismo. Así en la Eurocopa 2008 el heat que arrasó en Neustift fue Son ilusiones de Los Chicos. No solo se escuchaba en el autocar, lo poníamos en los dos garitos que había en aquel pueblo austriaco en el que convivimos periodistas y futbolistas a las mil maravillas. No fue una ilusión, fue real y ganamos aquella Eurocopa y aquellos austriacos de Neustift lo celebraron por rumba de Los Chichos. Todo gracias a Luis Aragonés. España necesitaba un sabio para cambiar su sino y Luis lo hizo. Aquella fue mi mejor portada (ver historia).

En Sudáfrica en 2010 empezamos a escuchar el Corazón Contento de Marisol nada más aterrizar (ver playlist por si os queréis suscribir). No descuidamos el Son ilusiones y Camilo Sesto, Los Pecos y Manolo Escobar siempre tenían su sitio, pero acabamos con el Corazón Contento por ganar nuestro primer Mundial. Y es que realmente nos creemos que ganamos los periodistas. Y nos ponemos la misma ropa por superstición en los partidos. Y seguimos convencidos de que ganamos por esas cábalas de cambiarnos nuestro torpe aliño indumentario tras perder ante Suiza en el primer partido y repetir otra ropa hasta la final partido a partido. Realmente nos lo creemos. ¡Es acojonante! Iniesta, a invitación mía, posó para la portada de AS el día antes de la final. “Vamos a haceros muy felices”, aventuraba. Y vaya si nos hicieron. Nos colmaron el corazón de alegría al ganar nuestro primer Mundial.

En la Eurocopa de 2012, el Corazón Contento y el Son ilusiones siguieron sonando en el autocar de la prensa, cantados con la vena hinchada y se oían formidables por el altavoz de bluetooth que hizo olvidar los incómodos cables de otras fases finales. Desde 2010 lo oíamos por Spotify en listas que aún tengo y a las que os podéis suscribir. En Ucrania y Polonia añadimos el Soy Minero de Antonio Molina. ¡Eso sí que era una voz! Y entre canción y canción hice una de los mejores portadas de mí carrera, la de Piqué y Ramos juntos el día de la final contra Italia.

Después de haber ganado todo el bajón llegó en Brasil (todo empezó en la Copa Confederaciones 2013). Lo del Mundial 2014 fue un cagancho que nos dejó fastidiados. No sé por qué me dio por poner Hay días del Puchero del Hortelano (al final de esta Playlist estaba). Temazo de la vida cotidiana, pero nos tocó el Hay días que no. En la Eurocopa de Francia 2016 hicimos un recorrido a todos los temazos históricos, pero comprobamos de nuevo que no se puede ganar siempre. Lo sabemos pero cuesta asimilarlo. Cuando éramos reyes de Quique González era muy propia y cerraba aquella lista mía de Spotify.

En la Eurocopa de 2000 de Holanda y Bélgica y en la de 2004 de Portugal, las dos primeras que cubrí, era recurrente Mi querida España de Cecilia. Aún no existía Spotify, pero ya había MP3 y en el Mundial de Alemania 2006 llegó iTunes a tope y los iPod. Mi idea, y me moví para ello sin éxito, era que grabaran una versión futbolera Rosendo, Dani Martin y Amaral. La idea era montarla con Pancho Varona cambiar unos versos (quien pasó tu hambre cuando caías en cuartos, mi querida España, esta España mia, esta España nuestra), pero no se hizo. En Portugal 2004, que nos echaron a las primeras de cambio rayamos el CD de escuchar Cómo hablar de Antonio Vega con Amaral.

Alrededor de la Selección siempre se ha escuchado el Que Viva España de Manolo Escobar porque la Federación lo suele poner antes de los partidos. Y el Paquito el Chocolatero. Pero yo, además de poner a Serrat en catalán (¡Ara que tinc vint anys es impresionante! ¡Y Helena una obra maestra!) también ponía el poema España en Marcha de Gabriel Celaya musicado por Paco Ibáñez (Españoles con futuro y españoles que por serlo, aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno. A la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo y decir que pues vivimos anunciamos algo nuevo, anunciamos algo nuevo). Y dejaba estos y otros versos en mis columnas de Marca entonces (donde escribí en 2004 que a España había que llamarla La Roja). Para el Mundial de Rusia, además de cositas de Raphael y Julio Iglesias (Su Quijote que “presume de ser español donde va” es eterno) y de repetir el No puedo vivir sin ti versionado por Dani Martín, quizás podríamos hacer una versión guitarrera y futbolera de Vientos del Pueblo de Miguel Hernández: “…extremeños de centeno, gallegos de lluvia y calma, catalanes de firmeza…” Quizás…

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A Javier Gómez Matallanas le hubiera gustado ver a Leño en directo en 1981. Se casó como dios manda porque Rosendo tocó en su boda. Ama el fútbol sobre todas las cosas. Aprendiz de futbolista en la cantera del Atleti, iba para cantante de banda de rock y, después de estudiar Empresariales (tres años que no tres cursos), se licenció en periodismo y acabó trabajando en su hobby. Cubrió la gira del Madrid galáctico en 2003 y estuvo en la final de 2005 que ganó el Liverpool en Estambul. Gozó y cumplió su sueño de niño viviendo in situ del Eurocopa-Mundial-Eurocopa de España. Matador Kempes, Maradona, Arconada, Juanito, Futre, Pinedita, Caminero, Iniesta y Torres son sus ídolos. Hizo campaña para que Luis Aragonés fuera seleccionador y Simeone entrenador del Atleti. Y sueña con la Primera. Le encantan las películas de mafia. Y desde junio de 2014 su objetivo en la vida es encontrar un tratamiento y una cura para la ELA.