Estamos acostumbrados a disfrutar de ella en pantalla, en la radio, e incluso a través de sus novelas. Pero, ahora Nuria Roca ha dado el gran salto a los escenarios con la comedia La Gran Depresión, que protagoniza junto a Antonia San Juan.

Nuria Roca da vida a Marta, una mujer que, tras su quinto divorcio, intenta quitarse la vida. En ese momento, Manuela, su amiga de toda la vida, acudirá junto a ella para intentar sacarla del pozo. En esta comedia se repasarán las luces y sombras de dos vidas llenas de amor, amistad y pasión, que se ven has visto obligadas a madurar con los años.

Hemos hablado con Nuria Roca para que nos descubra este emocionante proyecto con el que se estrena como actriz de teatro y con el que está viajando por todo el país.

 

Cuéntanos un poco sobre La Gran Depresión, ¿qué podemos esperar de esta obra?

Es una obra donde, a priori, tú lo que vas es a pasártelo bien y, a parte de reírte y desconectar, te va a dejar pensando un ratito. Creo que, ahora mismo, una comedia como La Gran Depresión, aparte de ser necesaria hay que insuflársela en vena. A partir de la historia de dos mujeres que tienen una relación amor-odio y que, en el fondo, no pueden vivir la una sin la otra, y a través de todos los reproches que se hacen después de no verse durante mucho tiempo, se acaba constatando que tienen una relación muy bonita. Habla de la amistad, habla del amor, habla de la desesperación, de la frustración, de la madurez… De todas esas cosas que, a todos, en un momento dado, nos va a tocar, o nos han tocado ya.

¿Quién es tu personaje? ¿Consideras que tenéis algo en común?

Con el personaje de Marta no. Pero, evidentemente, luego a todos los personajes les acabas dotando de tus movimientos y de tus formas. Pero no. Marta es una mujer que llega a la madurez después de haber tenido muchas historias de amor y que o hayan funcionado, y que se haya aprovechado un poco de los hombres. Ha ido transitando por la vida dejándose llevar y de una forma un tanto interesada, utilizando la inocencia para estar en el mundo. Pero, también, en el fondo, se conoce y sabe como es. Es una mujer que tiene sus sinsabores.

Antes comentabas que este espectáculo es muy necesario actualmente, ¿por qué?

Nuestro contexto actual nos hace tener una necesidad de distracción y evasión importantes, porque son muy malas las noticas que tenemos a nuestro alrededor. Venimos de una pandemia, ahora la Guerra de Ucrania, el precio luz… En fin, son tantas las noticias que, si te vas un rato al teatro y te lo pasas bien, lo vas a agradecer.

Hemos podido ver cómo te desenvuelves cómodamente en tele, radio y como escritora, ¿qué es lo que más te gusta de subirte al escenario?

Jo… Pues ha sido un descubrimiento absoluto. Me gusta del teatro la inmediatez. A mí, lo que más me gusta de la tele es el directo. El teatro tiene el contacto directo con el publico el que cada función, a pesar de ser el mismo texto, es diferente. Y tiene un impulso que te hace estar en tensión todo el rato, y a mí eso me gusta.

¿Qué es lo que diferencia la gran depresión de tus proyectos anteriores?

La diferencia es total con el resto porque es la primera vez que he hecho teatro. Luego, además, el texto de Félix Sabroso tiene mucho calado, mucha profundidad, con una ironía muy fina, con una mirada que solo tiene él, ácida y sutil.

En este espectáculo, Antonia San Juan y tú trabajáis mano a mano, ¿qué tal es estar solas en el escenario?

Nos entendemos de maravilla, hemos encajado muy bien. Nos gustamos, nos queremos, nos apreciamos y nos admiramos. Eso hace que exista un calor muy especial en el escenario, todo el mundo nos lo dice.

¿Cuál consideras que es la mayor dificultad que entraña este espectáculo?

Sobre todo, que es un texto muy fragmentado y pivotado entre las dos actrices. Entonces, no te permite relajarte ni un segundo. El diálogo es constante durante hora y veinte, entonces hay que estar muy espabilado. Luego, hay que escucharse mucho. Para mí es fundamental saber lo que se está contando a cada momento y escuchar a Antonia, porque así, estoy colocada siempre.

¿Qué te está aportando La Gran Depresión a nivel interpretativo?

Todo. Me está aportando seguridad y una experiencia única. Además, llevamos ya más de 60 funciones y eso te permite experimentar, porque vas aportándole cositas al personaje. De la primera función, a la última que hicimos el sábado, han cambiado tantas cosas… Y eso, otro tipo de actuación no te permite hacerlo, porque tienes un par de tomas, pero esto te permite evolucionar al personaje, es muy interesante.

¿Cómo estáis notando al público durante la función? Y después del espectáculo, ¿qué os cuentan?

Es muy gratificante escuchar a la gente reírse. Evidentemente, cuando acaba la función, salir y el aplauso, que la gente se levante… Es muy emocionante todos los días. La respuesta del público está siendo maravillosa.

¿Hay algún perfil de persona que no debería perderse La Gran Depresión?

Cabe todo el mundo. Es una función para un público muy coral, es decir, cualquiera se va a sentir identificado y va a pasar un buen rato. Luego, cada uno, sacará sus conclusiones, porque eso ya depende de las circunstancias de cada uno, pero desde luego, que la van a disfrutar. No me cabe la mejor duda.

Para despedirnos, ahora que has probado cómo se sienten las tablas, ¿hay algún proyecto, idílicamente, del que te gustaría formar parte?

No lo he pensado. Soy muy de centrarme en cada momento, porque si no, no me da la cabeza (ríe). Pero, desde luego, es una experiencia que me gustaría repetir, claro. El problema de esto es como cuando tienes un hijo y te sale bueno, que vas a por otro. Pues esto igual, la experiencia está siendo tan bonita, que me encanta el teatro.

Así, Nuria Roca nos presenta La Gran Depresión como un espectáculo necesario a través del cuál podemos reflexionar sobre nuestras vidas, sus aciertos y errores, el pasado incambiable y todas las posibilidades que alberga el incierto futuro.

La Gran Depresión está escrita y dirigida por el dramaturgo Félix Sabroso y puede verse en Madrid hasta el 28 de mayo, en el Teatro Rialto.