Uno de los cortometrajes que más interés ha despertado estos últimos meses ha sido «Ya es tarde», película de un claro contenido social que acaba de comenzar su recorrido en los festivales consiguiendo un merecido premio al mejor guion en el Noida International Film Festival.
Desde The Citizen hemos querido conversar con Mercedes del Olmo, protagonista y productora de «Ya es tarde»
¿Cómo se te ocurrió el guión de “Ya es tarde”?
El origen del proyecto fue una experiencia personal que yo misma viví a finales del 2020 y que intentamos recrear en el corto tal como sucedió en la escena del subsahariano, con la salvedad de que ocurrió en un tren de cercanías y que ninguno de los adolescentes atacantes era hijo mío. Esta escena se decidió que se rodara en un parque porque, según el Director, Dirección de foto y arte, iba a quedar visualmente mejor al ser un exterior, sería más fácil de rodar por haber más espacio y además, nos ahorraríamos el tener que pedir permiso a Renfe.
Si no es por mi intervención es muy probable que aquel pobre señor de raza negra con el que coincidí en el tren hoy no lo contara. El hombre tenía sobre 50 y tantos años. Parecía que estaba cansado y que se iba a casa después del trabajo pues vestía ropa de trabajo manchada como de pintura y llevaba una bolsa deportiva por donde asomaban sus bártulos de pintor.
El hombre se disponía a comer un pequeño bocadillo, era al medio día. Las puertas del tren estaban abiertas esperando a que se llenasen los vagones de gente (era el tren de Móstoles a Madrid). En ese momento había 3 personas más, muy separadas por el vagón, aparte de dicho señor de color y yo, que estaba sentada enfrente del mismo.
De repente se subieron 4 adolescentes (otro se quedo fuera vigilando. en total eran 5) que empezaron a increparlo, empleando las mismas frases y hechos que se ven en el corto: le tiraron al suelo y pisotearon el bocadillo, lo insultaron, le golpearon en la cabeza obligándolo a levantarse, le sacaron una navaja, al ver que no se levantaba, que le pasaron por los ojos e iban a pincharle y yo, en ese momento no pude más y me enfrenté a ellos, pese a que el resto de personas estaban expectantes y sin decir ni hacer nada. Me insultaron, me amenazaron , uno intentó darme un golpe y se llevó un guantazo. Si era casi un niño. Al final, conseguí que se fueran al amenazarles con llamar a la policía y sacar el tlf para hacerlo.
Después de que se fueron, una señora de las personas que allí estaban, hizo un comentario al respecto («parece mentira, tan jóvenes») y yo la hice callar: «Ahora no tiene derecho a decir nada, señora, ninguno de Uds. tiene derecho a hablar ahora». YA NADIE DIJO NADA.
Pregunté al señor negro si estaba bien, contestándome este que sí, y me dio las gracias.
Le dije que si quería íbamos a denunciar y, cabizbajo, hizo un moviendo de negación con la cabeza. Sin que hubiera subido nadie más al vagón, el tren cerró sus puertas y comenzó su marcha. El señor negro se bajó en la siguiente estación, haciéndome un gesto de despedida con la mano antes de irse.
Esta triste y preocupante experiencia, más teniendo en cuenta en el siglo en que estamos, me hizo pensar en los padres de esos adolescentes, especialmente en sus madres. ¿Cómo se sentirá la madre de cualquier muchacho de estos cuando se entere de lo que hace su hijo en vez de estar en el instituto estudiando como ella cree que está? y me puse a escribir el guion.
¿Crees que el cine debe ser un vehículo de denuncia?
Por supuesto. Creo que estos hechos, que son reales y están produciéndose, especialmente por hijos de familias desestructuradas y/o monoparentales, hay que contarlos para poder encontrar soluciones que erradiquen los motivos que provocan que personas tan jóvenes actúen así, y el cine es una buena vía para hacerlo.
En “Ya es tarde”, aparte de participar como actriz, has debutado como productora. ¿Ha sido más o menos difícil de lo que esperabas esta nueva faceta?
Pues ha sido un trabajo brutal, noches enteras sin dormir documentándome y buscando información para una cosa y para otra. Hablando con unos y otros, para crear el importante y maravilloso equipo que fuimos en “Ya es tarde”, con algún traspié por medio también, pero yo no diría que muy difícil.
Lo más difícil siempre es buscar financiación y lo conseguí, y bueno, no me muevo mal entre papeles y relaciones públicas. En mi familia todos, en mayor o menor medida, han sido empresarios y lo son. Yo lo he mamado y no iba a ser menos. Llevo mucho tiempo siendo pequeña empresaria, por lo que tengo metido en vena el hacer yo misma mis propios proyectos, y bueno, el cine, 7º arte del que estoy profundamente enamorada, ha sido con el proyecto con el que mejor me he sentido, con diferencia.
¿Cuál ha sido la mayor dificultad que te has encontrado para rodar “Ya es tarde”?
Pues encontrar equipo y gente que confiara en mi proyecto. Me he encontrado con algún profesional (actores y técnicos) algo divos y que, en puertas del rodaje, me plantaron.
Ahora alguno ya me ha llamado para felicitarme, pues le han contado que todo fue muy bien, para decirme que para la próxima cuente con él/ella, que no pensaba que fuera a ser todo como le han dicho que fue realmente. En fin…
También uve algunas conversaciones, digamos poco ventajosas, con varias productoras hasta decidirme rodar el corto en solitario, que también me hicieron perder tiempo.
¿Tienes pensado producir alguna película más?
Pues, sí. Esta experiencia ha sido “cañón” para mi , y me he reafirmado en lo que yo ya sabía, que esto es lo que más me gusta hacer en esta vida. Otra cosa es todo lo que tengo que seguir aprendiendo aún y, lo más importante, que mi trabajo guste al público.
¿Te consideras más actriz o productora?
Amo la interpretación desde mi adolescencia y me he estado preparando desde hace mucho tiempo en este campo y trabajando, sobretodo, en teatro, que es donde más trabajo me ha salido, aunque el cine es lo que más me motiva, sin hacer asco a nada.
Lo de la producción lo llevo como algo más asumido dentro del campo de la empresa donde yo siempre, por otro lado, me he movido, aunque, no en esta actividad. Y por ello, gustándome tanto la interpretación y teniendo algo de soltura en el mundo de la empresa, siempre me he fijado en la gente que se preparaba sus propios proyectos: se escribía sus guiones, los producía y los rodaba, como Almódovar, Santiago Segura… y ahora, con esta pequeña pero gran experiencia para mí, donde, sin pretender ponerme al nivel de los grandes, he llevado a cabo mi propio proyecto, me siento también productora.
“Ya es tarde” acaba de empezar su recorrido por festivales y no puede tener un mejor comienzo, con premio al mejor guión en el Noida International Film Festival… ¿Lo esperabas?
Claro que no, y menos tan rápido. Ojalá siga gustando a los jurados. Ahora es lo que más deseo, pero se que es muy difícil, por lo cual, no me hago ilusiones.
¿Por qué debemos ver “Ya es tarde”?
Pues porque, aparte de reflejar un problema social, según la gran mayoría del público que lo ha visto, es un ”corto muy corto”, textualmente, según me dijo la portavoz de un pequeño grupo que lo vio en su presentación. En general, la gente se queda con ganas de ver más, según la gran mayoría nos transmite cuando lo ve. Supongo que será porque tiene buen ritmo y la historia entretiene sin aburrir.
¿Tienes algún proyecto en vuelo?
Sí, estoy preparando un nuevo guion para otro corto con la esperanza de que guste.