Madrid Artes Digitales (MAD) abre este próximo viernes 4 de marzo sus puertas en la Nave 16 de Matadero Madrid, con la exposición inmersiva basada en las obras del artista austriaco Klimt. Este nuevo espacio, que cuenta con 2.000 metros cuadrados, es el centro de desarrollo de cultura digital más grande de España, y el segundo más grande de Europa.
De esta manera, MAD apuesta por generar un lugar tanto artístico como de conversación en el que tenga cabida el arte digital e inmersivo que, si no fuese por lugares como este, no podría ser expuesto ni apreciado por el público. Durante la presentación de MAD la consejera de cultura del Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy, ha comentado que esta nueva sala de exposiciones “va a revolucionar la manera de acercarse al arte […] y la posibilidad, además, de que en las ciudades se alberguen colecciones de esta magnitud”.
La creación de MAD no hubiese sido posible sin tres productoras referentes en el mundo de la tecnología y el espectáculo: Layers of Reality, SOM Produce y, la holandesa, Stardust. Marcos Cámara, CEO de SOM Produce, ponía de manifiesto la intención de no solo “ser una referencia en España, si no ser una referencia en Europa. Y que podamos poner a Madrid en el lugar que ocupa actualmente y seguir siendo una punta de lanza a nivel cultural”.
Finalmente, Jordi Sellas, director creativo y de contenidos de MAD, ha presentado los distintos eventos y exposiciones que ocuparan el espacio de manera paralela. Destacan entre ellos los festivales anuales XR-EDU y XR-DOCS dedicados a la educación y al documental, respectivamente, ambos entendidos desde una tecnología de realidad expandida y de manera totalmente inmersiva.Del mismo modo, el festival MIRA.MOV, pionero nacional en términos de artes digitales, tendrá su sede en MAD.
Además, la madrileña Alba G. Corral será la primera artista residente de este espacio, que, según comentaba Sellas, se define a sí misma como “una artista del código”, ya que su trabajo se centra en la creación de arte digital en vivo a través de la codificación.
La exposición de Klimt, que inaugura este gran espacio, cuenta con una enorme sala en la que todas las paredes, incluido el suelo, forman una proyección dinámica y cambiante que, junto a la música reproducida a gran volumen, generan un torrente de emociones e incluyen a los visitantes dentro de las obras del artista que, de repente, cobran vida ante sus atónitos ojos.
Esta exposición, que abrirá sus puertas el viernes 4 de marzo y que podrá visitarse durante 10 semanas, cuenta además con una sala con gafas de realidad virtual a través de las cuales se podrá formar parte de la creación visual de las obras más reconocidas de Klimt.
Finalmente, la última sala está formada por dos reinterpretaciones del archiconocido Beso. La primera de ellas presenta la forma de los dos amantes en relieve y se proyectan en ella distintas imágenes hasta que, finalmente, aparecen tal y como se les ve en el cuadro. La segunda representación, por su parte, se compone de distintas piezas que, observadas de lado, componen la famosa imagen. Sin embargo, al contemplarlas desde cualquier otro ángulo, se observan todas y cada una de las capas que la forman.
Esta última estancia también dispone de herramientas interactivas, como fotomatones que incluyen el retrato del visitante en una obra del artista austriaco, o un espacio en el que los más pequeños podrán dibujar zepelines y, después, verlos volar como por arte de magia.
En resumen, Madrid Artes Digitales ofrece una oportunidad única de acercarse al arte clásico de una manera radicalmente distinta, al mismo tiempo que tiende puentes hacia el arte actual, contemporáneo y, predominantemente digital. Y es que, como se ha comentado en varias ocasiones durante la presentación, “cada momento tiene su arte, y cada arte su libertad”.