Cuando nos enfrentamos al concepto de duelo, el ser humano se articula como el exacto resultado de un dolor, la experiencia inquebrantable de la pérdida. Donde el ser afronta un proceso de tránsito o de adaptación que supone uno de los pilares base que deberá abordar para redimirse del quebranto. Un espacio que circunda el luto como proceso de adaptación al nuevo contexto vital, que se ve delimitado por la sociedad, la cultura o la religión de cada individuo.
Sin embargo, los devenires de los tiempos transcurren en pleno siglo veintiuno, en un periodo incierto, donde la reflexión nos convida a constatar hasta qué punto la vida puede ser un duelo constante. José Luis Lozano, en su ultima exposición «Grieving», que presenta en MECA Mediterráneo Centro Artístico, gira en torno al uso de las nuevas tecnologías de la vigilancia tanto en el campo de la educación como para la creación artística. Sus trabajos exploran la relación entre las ciudades, el territorio, los espacios de poder y la manera que tiene el ciudadano contemporáneo de habitarlas, reflexionando sobre cómo el desarrollo de las urbes modifica patrones sociales y determina nuestra relación con el entorno.
Así, a través del proyecto colaborativo Europe dresses mourning/Europa, representado por una de las piezas que forman parte de la instalación Grieving, «se viste de luto y propone teñir de negro las banderas de los países que componen el continente europeo… Para ello, el artista/colaborador ha recibido un kit que contiene: a) Bolsa de banderas de todos los países europeos; b), Bolsa de tinta colorante negra; c), Instrucciones de uso. Una vez recibido el material para iniciar la propuesta, el artista / colaborador teñiría las banderas de negro, las dejaría secar al sol durante un tiempo y luego colgaría las banderas teñidas de negro en una terraza o balcón que eran visibles en el espacio público y las personas pudieran verlas. Luego, el artista / colaborador pasaría la misma propuesta a otro artista / colaborador para que el trabajo continuara en cadena y pudiera visitar el mayor número de hogares posibles. La propuesta que se expone en Grieving son las banderas teñidas de negro por los artistas / colaboradores y el resultado documental fotográfico del proceso», según explica Fernando Barrionuevo, comisario de la exposición.
La exposición de José Luis Lozano nos hace recapacitar y nos convida a comprender que las banderas, esas piezas de tela rectangular generalmente, con franjas de colores, escudos o figuras simbólicas que se emplea como insignias de un país, de un equipo, o de una dinastía, suelen estar sujetas a una serie de discursos y/o contextualizaciones virtuales que dejan fuera del marco racional, jurídico y humanístico a gran parte de una población mundial que se desangra, ante sí misma, en una realidad que rodea o sucumbe ante el concepto de frontera o de límite que subyace desde ellas, de esa misma línea real, física o imaginaria que separan a un estado, de otro; a un individuo, de otro ser humano; a la muerte, de la vida de tantos y tantos millones de personas.
Así, las obras de José Luis Lozano van trazando un dialogo intertextual y cognitivo que recrean el espacio en donde se establecen estos símbolos impuestos por las diferentes sociedades, erigiéndose cada uno de ella con identidad propia que pone en cuestión el orden preestablecido.