Godspell. A muchos le sonará al estilo de música religiosa popular entre la población afroamericana cristiana. Sin embargo, Godspell, en su sentido más literal, es un canto a Dios.

Emilio Aragón dirige en el Teatro del Soho de Málaga, hasta el ocho de enero, una adaptación del musical de 1970, pero poco tiene que ver con aquellas primeras representaciones. En un marco de guerra y ante la necesidad de escoger a los que salvar mediante una evacuación, Jesús (Pepe Nufrio) se une al elenco para, a través de las parábolas de Evangelio de San Mateo, transmitir un mensaje de amor al prójimo.

Color, clown y mucho humor son la manifestación más clara de que Emilio Aragón se encuentra al frente de Godspell, un espectáculo que consigue arrancar carcajadas al público haciendo uso de fragmentos de la Biblia.

Roko, una de las intérpretes, destaca los valores universales en los que se basa la obra, pues la compasión, la empatía y la esperanza son necesarios y atemporales. Además, comenta que “es una obra con muchas capas, así que te puedes quedar con lo que sea. Puede ser lo más visual o la capa más profunda”.

A través del juego y la improvisación, Godspell crece y se va conformando semana a semana, comenta Aarón Cobos. “Emilio crea un proceso de creación tremendamente fácil para todos”. El actor, al igual que el resto de sus compañeros, comparte nombre con el personaje que interpreta, lo que le aporta una nueva profundidad al espectáculo. “Sale mi niña de 7 años, juguetona y que no juzga lo que hace” coincide Roko, que añade que durante la función “nos recuerdan que somos un grupo de personas jugando”.

Desde esta inocencia y curiosidad infantil hacia lo desconocido se presenta el elenco ante Jesús y sus enseñanzas que se representan a través de multitud de disciplinas. La magia, las sombras chinas o las espectaculares marionetas de Ángel Calvente convierten al público en niños que visitan el circo o los guiñoles por primera vez y, expectantes, aplauden al final de cada truco o actuación.

Además, el público es un elemento clave de Godspell, pues su participación es necesaria en varios puntos del musical. No faltan los coros y estribillos compartidos, ni la apelación para que se aplauda más fuerte, pero su involucración va más allá, llegando a subir al escenario en distintas ocasiones. Flanqueados siempre por actores, los espectadores entran en la historia ya sea a través de un Pictionary con Angy o en el cielo con Abraham, al que interpreta de manera hilarante Cobos.

Es un vehículo fácil de comunicación” explica Rokoeres amigo de quien está en el escenario”. A esto, Aarón le añade que “cuando tú compras una entrada, lo que quieres es ser entretenido, que te cuenten una historia y vivirla con los personajes”.

Si bien, todos los espectáculos en directo son únicos e irrepetibles, cuando el público es parte de este y, además, se cuenta con espacios para la improvisación, se convierten en una experiencia personal e intransferible para todos los presentes. Así, con momentos como la parábola de las semillas, que protagoniza Aarón, la obra cambia y crece en cada función.

Las canciones de Stephen Schwartz son un elemento fundamental del musical, ya que le otorgan al elenco una nueva dimensión a través de la cual expresar emociones más intensas, que apelan a la sensibilidad humana. La interpretación a capella del primer tema, en el que aún no ha aparecido Jesús, asienta las bases para que, una vez este aparezca, se añada la música a las canciones. Además, la falta de acompañamiento musical en este número aporta intensidad al mensaje del mismo.

Otra de las novedades que incorpora esta producción de Godspell es la canción Una ciudad hermosa. “Este tema no estaba y siempre me pone la piel de gallina” explica Aarón, mientras que para Roko, su favorita es A tu lado junto a ti. “Todo se paraliza y es un momento muy vulnerable. Es el momento que define la obra: encontrar la fe a pesar de todo” comenta. Y es que Godspell pretende recordar que, en los momentos más difíciles, en los que parece que todo está perdido, siempre hay esperanza y esta nace del amor al prójimo.

Completan el elenco Víctor Ullate Roche como Juan Bautista y Judas, Angy, Andro Crespo, Nuria Pérez, Javier Ariano, Raúl Ortiz, Laia Prats, Noemí Gallego, Daniel Garod, Mónica Solaun y Nuria Sánchez.

Nadie es perfecto y todos tenemos mucho que aprender y no hay mejor manera de hacerlo que jugando. Hay que elegir entre ser cabras u ovejas. Aaron y Roko lo tienen claro, ellos son cabritas que, como dice Roko “están más locas”, pero Aaron matiza que “todos tenemos un poco de ambas dentro”. Si no tenéis ni idea de lo que estoy hablando, solo hay una solución: ir a ver Godspell y entenderlo todo.