Casi un año después de que empezase su aventura dentro de la academia, Noelia Franco, una de las voces más potentes de la pasada edición de Operación Triunfo, estrena su primer trabajo en solitario. En ruinas es un tema con el que se deja la piel y el alma para gritarle al mundo que nadie habla por ella y que no necesita a nadie para poder caminar.

 

¿Cómo te has sentido después de sacar el single?

Muy bien. Muy ilusionada y relajada sobre todo. Relajada porque ya está fuera pero trabajando mucho. No se para.

Hace ya muchos meses que lo tenías preparado porque cantaste un trocito en un concierto en mayo, ¿cómo viste la reacción de la gente que estaba allí aquel día?

La verdad es que no sabía si aplaudían porque les gustó o si lo hacían porque había terminado de cantar pero luego me di cuenta de que aplaudían porque les había gustado todo lo que había hecho ese día. Canté una canción para bailar un poco, Sorry not sorry, luego canté Highway to hell, y les levante a todos y cuando acabe me dijeron que cantase algo a capella y pensé que era el momento de enseñarles que realmente la canción estaba hecha y que por eso no podía enseñar nada. A las semanas empecé a ver que la gente la cantaba y la tarareaba y yo pensaba “madre mía, es real”. Se la saben, es muy fuerte. Verás cuando salga… ¡Y ya ha salido!.

«Creo que el feminismo es una cosa que debería estar instaurada en el cerebro desde que nacemos porque es lo básico»

¿Y ahora?, ¿cómo ves su reacción ahora que sí está estrenada?

La reacción es muy buena. Yo no me la esperaba así de bien. La gente la está cogiendo con mucha positividad, mucho cariño y mucho respeto. Actualizo las redes y todos los comentarios son positivos. Habrá a quien no le guste pero es muy guay ver tanto amor hacia una canción mía.

En ese momento la presentaste diciendo que tenía un estribillo muy feminista, ¿alguna vez has sentido lo que dices en el estribillo? Que hablaban por ti o algo parecido.

Realmente sí. Es una canción que es una historia real. A lo mejor no al cien por cien, por una persona en concreto sino un conjunto de situaciones. Lo que realmente quiero decir en el estribillo es que, si te mereces algo mejor no te lo pienses. Tienes que saber lo que es suficiente para ti y no conformarte con cualquier cosa. No tienes que estar en un sitio que no crees que es tu sitio ni dejar que nadie te mangonee. No te dejes mangonear y si estás en algo tóxico o que no te convence o no te gusta, quítate de ahí. No tienes porque aguantar.

¿Sientes que el feminismo te ha ayudado a nivel personal o profesional?

Sí, totalmente. Yo creo que el feminismo es una cosa que debería estar instaurada en el cerebro desde que nacemos porque es lo básico. Todavía hay gente que no se entera del concepto de qué es el feminismo y me entran ganas de decirle “¿pero que te pasa?, ¿en qué piensas?”. Esta canción, yo dije que era muy feminista y reivindicativa pero porque no es solamente aplicable a mujeres sino también a hombres. Hay hombres que aguantan relaciones con chicas o personas que se sienten muy inseguras y están todo el rato encima de una pareja. Tanto hombres como mujeres. Es el momento de coger En ruinas y decirles “tu no me mandas. No me mangonees, que yo hago los que yo quiera”. En realidad debería ser así siempre. Cada uno que haga lo que quiera porque nadie es dueño de nadie. Esa es la definición de En ruinas.

En el videoclip usasteis un recurso cinematográfico muy bonito pero que no es muy común. El cambio de formato en progresión. Según va a avanzando el videoclip el formato se va cerrando hasta que te sientes atrapada y al final tu misma lo abres de nuevo. Cuéntame un poco sobre esto.

Con el videoclip quería transmitir muchas cosas. Quería transmitir la situación en un concepto actual y enlazarlo con el mito de Perséfone y que tuviera esos detalles. También quería transmitir el agobio de una situación y una historia y yo creo que lo hemos conseguido perfectamente. Alberto Santos, que fue quien me hizo el videoclip, lo entendió a la perfección cuando se lo expliqué y me propuso, además del agobio que me causa el bailarín, la opción de cerrar la pantalla. Lo más complicado fue cuadrar las manos, porque es muy difícil pero me parece que fue una buena idea utilizarlo como expresión en el video.

¿Qué función tiene el bailarín ahí?

Él representa al chico de la relación. Desde mi punto de vista, estoy diciendo que me aburre ver la tele y en ella veo donde quiero estar en realidad, que quiero estar en otro ámbito, estar más libre y él no ve que a mí me aburre y que ya no quiero ni mirarle. Ha llegado un momento en el que es algo mustio y no le quiero hacer caso porque la vida no está para aburrirse. Él está todo el rato intentando llamarme la atención, se cree que a lo mejor la situación está bien y no está bien. No cuenta con que yo estoy aburrida y con que me voy a ir, me estoy yendo, y… ya me he ido.

El videoclip está lleno de metáforas, ¿fueron todas idea tuya?. Por ejemplo las flores, que al principio son de colores apagados y al final cuando abres la pantalla, estas en el campo y aparecen flores muy coloridas. ¿Cómo planificasteis todo esto?

Eso fue por lo del mito de Perséfone, porque cuando ella está con el dios que la obligó a casarse con ella, las flores están marchitas, no hay primavera, no hay nada. Y cuando Perséfone se va con su madre, los meses del año que él le da el permiso para irse con ella, las flores están en auge. Quería reflejar esto en el videoclip. Por eso hay flores y cosas encima de la tele y del sofá. Queríamos fusionar lo cotidiano con ese mito y al final hicimos un mix.

«tengo hay una canción que suena muchísimo a Destiny’s child»

¿Cómo fue el rodaje del videoclip? 

Fue muy divertido y muy cómodo. Fran Hilario, el bailarín, lo hizo todo con mucha pasión, mucha emoción, con muchas ganas. Desde la maquilladora y peluquera, hasta el ultimo de producción, eran encantadores y estuve todo el rato hablando con todos. Pasamos mucha calor ese día pero eran todo risas en plan: ¿Tienes calor? Pues toma un hielo. Nos lo pasamos muy bien sin dejar de lado lo que íbamos a hacer. Fue muy guay.

¿Hay alguna anécdota de ese día que nos quieras contar?

Hay un montón. Por ejemplo, yo iba mala, con placas de pus y les hacía gracia porque parecía que acababa de nacer. Estaba super ilusionada y no parecía que estuviese mala. En el campo hacía mucha calor, nos pasábamos hielos por la piel o a lo mejor se me subía en el vestido alguna araña, todo el mundo entraba en pánico y yo le daba con el dedo y no me daba miedo. Luego hay una escena que no sale en el videoclip claramente, porque se ve solo en el reflejo, en la que yo me tenía que tirar al suelo un montón de veces de rodillas y el bailarín tenia que ir a cogerme en el trayecto pero no llegaba a cogerme cuando la rodilla ya daba en el suelo. Me fui a mi casa con un cardenal enorme en las rodillas. Me acordé del videoclip durante un mes entero. De hecho tengo una foto en el móvil que le mande a mis amigas y me decían “qué bestia eres, ¿hacía falta que te tiraras así?”. Las cosas o se hacen con ganas o no se hacen.

Según sabemos, tienes una canción que quieres que sea un duo, ¿tienes ya claro quién va a ser quien la haga contigo?

No, no he planeado con quién pero dejo caer la breva. Es una canción muy bonita pero muy complicada. Diría que es incluso más complicada para el chico que para mi vocalmente. Como es a dos voces, tiene que tener un rango vocal bastante amplio y que tenga una personalidad bastante marcada. A mí me encantaría que fuese con gente como Pablo Alborán o Carlos Rivera o si alguna voz más tenue le apeteciera, como Alejandro Sanz, Manuel Carrasco, o incluso Antonio José, que con su rollo más flamenco podría hacerla y quedaría muy guay. O Reik, de México. Se me ocurre un montón de gente.

Aprendiste sola a tocar algún instrumento, ¿tienes pensado aprender otro instrumento más o vas a centrarle más en el tema vocal?

Cuando era más jovencita sabía mucho, sobre todo de guitarra pero es que tengo las manos muy pequeñas y, sé que no es excusa pero me dolían tanto que me agobiaba, porque quería hacer punteo o diferentes sonidos con la mano derecha y no me salían. Quería hacer deporte, quería tocar la guitarra, quería trabajar , quería hacer de todo y algo tenía que dejar por el camino y decidí que fuera la guitarra. Mis fans me regalaron una guitarra y de hecho, cuando salimos de OT, muchas nos poníamos las uñas postizas, que no las soporto. Yo me ponía, no las que son de pega, sino las que van encima de tu uña porque me las mordía un montón y para no tener las manos feas me las ponía y al final dije que no lo quería, que no me gustaba y ahora estoy intentando retomar la guitarra otra vez porque con esas uñas era imposible. Yo creo que mi punto más fuerte es lo vocal pero siempre es importante aprender. Tocar el piano, la guitarra, intentar bailar o lo que sea… yo lo estoy intentando.

Cuando saliste de la academia, en una entrevista dijiste que te gustaría cantar gospel o soul ¿tienes en mente algo relacionado con esto?

Si, hay una canción muy guay que suena muchísimo a Destiny’s child y hay una que la escuchas y te preguntas cuantas voces hay ahí y son todas mías. Muchas veces escucho Sam Smith y cosas así y hay similitudes bastante chulas. Estaría muy bien sacarla.

¿Sabes que justo hoy hace un año de la gala cero? 

Sí, lo hemos dicho por el grupo un montón. Nos hemos mandado un montón de fotos que nos hicimos antes de entrar, antes de que nos quitasen los móviles. Qué apoteósico. Pasa el año y no te das ti cuenta.

¿Qué ha pasado con el “Ferrari Noelia”?, ¿cómo vivió ella el estar en la academia?

Yo lo he vivido muy intensamente y con muy ilusión pero por otro lado me frustraba un montón porque todas las canciones me las ponían siempre super altas. Yo soy soprano, tengo un rango muy amplio pero puedo cantar en una tesitura como en la que canto en En ruinas, que es una tesitura normal, real y que no hace falta estar todo el rato en el idioma delfín. Lo del Ferrari no me gustó nada porque estaban todo el rato exigiéndome un montón, me pusieron ese mote y ya me crucificaron porque quedaba fuera de contexto. Si no veías el 24 horas y no sabías que era Manu Guix quien me había llamado así en las clases, te creías que me lo había puesto yo y no me lo podía creer. Eso se desvió mucho y no me gustaba esa palabra, porque además es que no me gustan ni los coches.

¿Qué consejo le darías a toda esa gente que, ahora que ya se han anunciado los castings de OT, se va a presentar?

Sí, no me sé aún las fechas porque llevo todo el día liada pero me emociona mucho saber que voy a poder ponerle la pegatina a alguien. Me gustaría mucho poder ir pero no lo se, me encantaría ponerle la pegatina a alguien porque se la ilusión que implica eso pero que no me den muchas porque sino le voy a poner pegatina a todo el mundo. Y a quienes se vayan a presentar, decirles que sean siempre ellos mismos, su mejor versión. Que no se comparen con nada ni nadie, que sean ellos mismos todo el rato, porque las comparaciones no sirven de nada y que no se pierdan por el camino que luego encontrarse es lo más difícil.

Terminas la canción con una frase que es: “Me alejo por la carretera pensando en todo lo que llega”. ¿Qué cosas son las que te llegan por esa carretera de la que hablas en tu single?

Yo creo y espero que, tal y como está yendo el single de bien, haya un segundo single. Lo de alejarme por la carretera también es porque cuando empezamos la gira íbamos siempre en autobús, todo el rato en la carretera. Empiezo y acabo ahí. Y espero seguir retomando la carretera con gira propia, proyectos propios. Un segundo single estaría muy guay.

¿Y un disco?

Eso iba a decir. Un disco o un EP también porque yo creo que está gustando mucho.