Ser diferente está de moda. No había visto nunca algo así. Todo el mundo es especial, alternativo y tiene un punto de vista que nadie había pensado. La gente que se cree la “versión oficial” son borregos y no hay otra forma de interpretar los hechos que no sea relativizarlos y hablar de “motivaciones profundas” una y otra vez. Motivaciones que, por la razón que sea, nos tienen que convencer a todos.
“El que cree que los ucranianos son los buenos, y los rusos los malos, no está entendiendo nada. No hay buenos ni malos, porque Ucrania también tiene graves defectos y deficiencias y Rusia no hace las cosas de forma completamente aleatoria, sino que sus motivos tiene”. Ese es el mensaje. En serio, no va más allá de esa obviedad. Esos “librepensadores” no plantean otra cosa que la confusión entre “motivos” y “justificaciones”. En una nebulosa de unos y otros, te venden que, al final, los rusos tienen sus razones para invadir Ucrania, y que eso debería hacer que la indignación europea fuese menor (si no, os prometo que no sé cuál es el propósito de machacar con una supuesta “demonización” de unos invasores).
“Todo el mundo es especial, alternativo y tiene un punto de vista que nadie había pensado.”
Llama la atención la escasa autocrítica. Claro que los rusos tenían sus razones para atacar: el Donbass, la amenaza de la OTAN o la expansión de la Unión Europea. Si quieres creer en eso, por supuesto que puedes. Lo único es que estás expuesto a que alguien te explique que, en todo 2021, murieron en el Donbass 25 civiles. Es probable que alguien te diga, por mucho que tu sesudo análisis te parezca imbatible, que no acaba de quedar claro por qué ahora y no en otro momento. No sabes explicarlo; es normal, porque pensabas que esto no iba a ocurrir, y ahora estás agarrándote a un clavo ardiendo para salir del paso. En el fondo a ti tampoco te parece un motivo de peso; si no, no hubieses negado categóricamente que la invasión tendría lugar. Ahora tratas de tejer una causalidad que te parecía ciencia ficción días antes.
Es posible que los “borregos” te pregunten por qué te parece una razón tan sólida que a Putin le ponga nervioso que Ucrania, un país fronterizo, entre en la OTAN. Igual es normal que te cuestionen por qué dormía tan tranquilo con Letonia, Estonia y Lituania dentro de ella. Eres un librepensador, nadie lo pone en duda, pero Rusia no solo colinda con Ucrania. Algo más debe tener Ucrania, y poco a poco nos han ido dando pistas.
“Es probable que alguien te diga, por mucho que tu sesudo análisis te parezca imbatible, que no acaba de quedar claro”
Tampoco debería extrañarte que hayan dejado de creerte. El ataque era una invención de Joe Biden y, cuando todos creíamos que era así, no te tembló el pulso a la hora de reiterar, una y otra vez, lo improbable que era que Rusia hiciese semejante salvajada. Ahora quieres recular. Pero no como todos, que reconocemos que nos ha pillado por sorpresa: tú ahora quieres vendernos que esa barbarie tiene su razón de ser, tejer la conexión después de que todo haya ocurrido.
Amagaste hablando de que solo tocaría el Donbass; después, coqueteaste con la idea de que era solo para desnazificar Ucrania; has tanteado la posibilidad de echarle la culpa a Estados Unidos. “¡Son los que más se benefician!”
Han pasado de ser unos ridículos a hacer un movimiento geopolítico de primer nivel, abocando a Rusia y Europa a debilitarse. Biden ha pasado de ser un anciano belicista y con accesos de alzheimer a recuperar el ogro estadounidense en tres días. Del mismo modo, Putin ha pasado de no albergar intenciones de invadir Ucrania a, ahora que lo ha hecho, tener (evidentemente, faltaría más) un plan desde hace tiempo (Dios te libre de tener que decir cuánto) para hacerlo despacito y con buena letra. Y pretendes que a la gente no le suene raro. Que te compren la reescritura de lo que dijiste en las últimas semanas, cambiando el “no” por el “sí” y el “no es suficiente” por el “qué duda cabe”.
“no te tembló el pulso a la hora de reiterar, una y otra vez, lo improbable que era que Rusia hiciese semejante salvajada”
Rozando ya la desesperación, para llevarle la contraria a lo que piensa la mayor parte de personas, no te queda otra que decir que Putin quiere seguridad y recursos naturales. Pero tienes la malísima suerte de que el propio Putin sale y dice que considera que Rusia y Ucrania son el mismo pueblo y que son los “nazis ucranianos” los que logran que un pueblo tan ruso como un moscovita no se sienta parte de su patria. ¿No podía, al menos, esperarse un par de semanas? Tiene que dar rabia eso de titubear ahora, con miedo de quedar desmentido al día siguiente.
El análisis que has hecho estas últimas semanas no es “alternativo”. Hay una palabra estupenda para definirlo: equivocado. Sí, era técnico y adecuado, pero se ha demostrado que no servía para adelantarse a la invasión rusa. Ahora, después de intentar predecir y fracasar en ello vas, como pollo sin cabeza, a por la victoria moral. “Es que tú solo ves bombardeos y civiles muriendo, yo veo geopolítica y dos bandos enfrentados”. Y tienes razón, la gente es muy básica y nadie duda de que seas un experto. El problema es que ibas a por una victoria total y, como mucho, pierdes por la mínima.
“El análisis que has hecho estas últimas semanas no es “alternativo” […] es equivocado”
El que creyó que Putin era un ogro tuvo más probabilidades de acertar que el que se llenó de reflexiones profundas. Duele, porque nos ha pasado a todos los que nos informábamos por medios internacionales y nos reíamos de la “propaganda estadounidense”, pero es la verdad. Nadie duda de la capacidad intelectual de los que hoy están con el agua al cuello (y en esto no estoy siendo irónico), pero se agradecería más humildad y menos matices. Especialmente cuando hay muertos de por medio.