Está claro que la importancia del surf ha trascendido a su carácter lúdico o incluso deportivo. Para sus verdaderos aficionados es una forma de vida, casi una religión: Tiene un aura romántica que lo une a la imagen de libertad, belleza, naturaleza, bohemia… y por supuesto, también tiene sus paraísos. Coge la tabla y el protector solar, que nos vamos de viaje a conocer las mejores playas del mundo para surfear.
Waimea, Hawái
Hawái es la meca del surf. Y es que el surf hawaiano es una filosofía que forma parte de la historia y la cultura de un pueblo. Todos los años este archipiélago recibe miles de visitantes deseosos de vivir este deporte en un sitio en el cual es mucho más que un deporte, es parte del ADN de sus habitantes. Porque la historia del surf en Hawái se remonta hace cientos de años, cuando con la llegada de inmigración polinesia desde Sumatra a Hawái se cree que se desarrolló de la postura vertical, allá por comienzos del Siglo XVIII. Hawái es surf, y el surf es la esencia de Hawái. Y dentro de su famosa costa norte un lugar destaca por encima de todos… la mítica Waimea (agua roja en hawaiano) Bay.
Ubicada en la legendaria North Shore en la isla de Oahu, Waimea Bay fue uno de los primeros lugares donde a principios de la década del 50 se comenzó a desarrollar el conocido como surf de grandes olas. Lugar mítico para los surfistas, donde al margen de disputarse varias de las competiciones más importantes del surf profesional, destaca la celebración de la Quiksilver in Memory of Eddie Aikau, en honor al legendario surfer hawaiano. Esta competición solo se lleva a cabo cuando hacen su presencia las olas gigantes a las que «Eddie iría«, olas que alcanzan un mínimo de 6 metros de altura (9 metros de altura desde la base). En los últimos 24 años, el llamado a esta competencia épica solo se ha realizado ocho veces.
Pero pese a que sus famosas olas son de carácter invernal (la mejor época para surfear va desde noviembre hasta febrero), durante el verano en la costa de Waimea existe una particularidad realmente curiosa. En Waimea Beach, debido al fuerte oleaje, cada invierno la arena es empujada a una enorme colina, formándose de forma natural una especie de represa que se eleva algunos metros sobre el nivel del mar en la desembocadura del río Waimea. Todos los años surfistas llegados de diferentes partes del mundo se organizan para cavar una gran zanja en la arena desde el río hasta el mar. Esto facilita la creación de grandes corrientes con el efecto similar al de una piscina generadora de olas, que permite disfrutar de una inesperada sesión de Surf, siendo sorprendente lo rápido que se forman las olas en este dique natural y la fuerza con que sale el agua, muy especialmente en la primera hora.
Snapper Rocks, Australia
Sin duda Australia es uno de los mejores sitios del mundo para surfear. Y es que con más 35.000 km. de costa, alberga muchas de las playas y spots de surf más espectaculares de la tierra, a lo que hay que añadir el «Sun, sand and surf» que forma parte del estilo de vida australiano. Y dentro de la inmensidad que Australia ofrece, hay que destacar una famosa rompiente en la Gold Coast conocida como Snapper Rocks, para mucha gente uno de los sitios más bellos del mundo.
Situada entre Queensland y Nueva Gales del Sur, en Snapper Rocks se produce sin duda una de las olas de derechas más importantes del mundo. La playa de Snapper Rocks (y su respectiva rompiente) se encuentra a la izquierda de la ola artificial Superbank, y ésta a su vez, deja a la izquierda otra de las olas míticas de Australia, Kirra. En un día normal, el recorrido surfeable de esta ola está entre los 50 y los 300 metros de largo.
Curiosamente hasta finales del siglo XX Snapper albergaba una serie de olas sin fuerza a las que solo se acudía cuando Kirra o Greenmount estaban sin movimiento plato o cuando los vientos del Sureste no entraban en Duranabah. Pero cuando empezaron a rellenarla de arena durante la primera mitad del año 2000, de forma milagrosa apareció un banco que conectaba Snapper, Greenmount y Kirra.
Mavericks, California
Bienvenido a Mavericks, uno de los lugares para surfear más temidos del planeta. Situada en Half Moon Bay, al norte de San Francisco esta considerada la mayor ola de California y una de las preferidas para los mejores surfistas del mundo, aunque el agua fría, la persistente niebla y los tiburones hacen de “mavs” un lugar no apto para novatos. Cuentan que los primeros surfistas que se acercaron a la rompiente que ahora se conoce como Mavericks (nombre de un pastor alemán que siguió a los surfistas) fueron Alex Matienzo, Jim Thompson y Dick Notmeyer, que surfearon estas olas en el invierno de 1961.
El secreto de Mavericks radica en una mágica combinación de oleaje y dirección del viento, siendo una ola de derechas de gran tamaño que van de 2 a 15 metros de altura y con un recorrido de cerca de 300 metros, produciéndose a veces una sorprendente ola izquierda. Ola de carácter invernal, las mejores condiciones se logran con viento casi nulo. La ola de Mavericks se produce por un arrecife submarino de importante tamaño que provoca que el agua se comprima y se eleve a gran altura. Su fuerza y las rocas afiladas del arrecife la convierten en una ola solo para expertos y de hecho, Mavericks se ha cobrado la vida de varios surfistas, siendo la más trágica la del mítico Mark Foo en el año 1994.
Se podría decir que “mavs” es el lugar más cinematográfico del surf mundial ya que multitud de películas de surf han sido rodadas allí, lo que ha hecho que se incremente su leyenda.