A partir de la Guerra de los Seis Días (1967), la naturaleza bélica de conflicto entre Israel y Palestina empezó a transformarse. Del campo de batalla convencional se ha pasado al terrorismo, a las operaciones militares de castigo y, sobre todo, a la diplomacia de los intereses económicos. No obstante, Israel aún tuvo que librar una última guerra contra una coalición de países árabes.

Apenas dos años después de la Guerra de los Seis Días, el Primer Ministro de Israel falleció de un infarto. Entre dos figuras mucho más carismáticas que él, nadie recuerda el mandato de Eshkol (1963-1969). Pero no sólo lideró a Israel durante la guerra de 1967, también recompuso el laborismo hebreo después de que su predecesor, Ben Gurión, dimitiera y fundara su propio partido, peleado con el ala progresista de la formación.

“A partir de la Guerra de los Seis Días Del campo de batalla convencional se ha pasado al terrorismo, a las operaciones militares de castigo”

En cierto modo, Eshkol fue un líder accidental y a su muerte nadie en el Partido Laborista se perfilaba como sucesor. Finalmente, se acordó buscar un líder de transición, o, mejor dicho, una líder: Golda Meir.

Israel se convirtió así en la tercera democracia del mundo en poner a una mujer al frente de su gobierno. Pero a diferencia de sus dos predecesoras de Sri Lanka y la India, Golda Meir no era la viuda ni la hija de otro Primer Ministro, como Sirimavo Bandaranaike (1960) o Indira Gandhi (1967). Con justicia podemos decir que fue la primera mujer en liderar un gobierno por derecho propio, sin que su familia o apellido la ayudaran.

“Israel se convirtió así en la tercera democracia del mundo en poner a una mujer al frente de su gobierno”

Tenaz luchadora, fue la única mujer firmante de la Declaración de Independencia de Israel. Poco después, durante un breve pero crítico período ocupó la Embajada de Moscú. En 1949, Ben Gurión convenció a los partidos religiosos que apoyaban su gobierno de que le dejaran nombrarla Ministra de Trabajo y la Seguridad Social. ¿Cómo lo consiguió? Pues porque en el Antiguo Testamento aparece la profetisa Débora entre los Jueces (caudillos) del pueblo judío. Este argumento no le sirvió en 1955, cuando por dos votos perdió la alcaldía de Jerusalén, ya que los partidos religiosos se negaron abiertamente a que ostentara el puesto alguien de sexo femenino. Poco después se hizo cargo de la cartera de exteriores desplegando, entre otras, una intensa política de apoyo en África. Algo que no debemos olvidar.

Se iba a retirar de la política cuando le diagnosticaron una leucemia lenta o crónica, pero el destino la obligó a permanecer en el escenario. En 1970 ganó las elecciones revalidando el cargo y su liderazgo en el partido.

“Golda Meir la única mujer firmante de la Declaración de Independencia de Israel”

Sus detractores la acusan de ser la responsable de fracaso del Yom Kipur, la guerra de 1973 en que se dice que Israel se vio al borde de la destrucción por un error de la inteligencia. Tras dos años analizando aquel conflicto, voy a intentar ser breve en mis conclusiones respecto a esta polémica.

No hubo propiamente un fallo de inteligencia, si por tal entendemos que Israel no sospechaba que lo iban a atacar. Eso hubiera sido sencillamente imposible. Era público y notorio que el sucesor de Nasser (fallecido en 1970), Anwar al-Sadat, había jurado recuperar el Sinaí y destruir a Israel. El propio rey de Jordania avisó a Israel de que Siria y Egipto se preparaban para la guerra.

“Sus detractores la acusan de ser la responsable de fracaso del Yom Kipur”

Tampoco era ningún secreto que la URSS suministraba ingentes cantidades de armamento a Egipto y Siria, ante la pasividad estadounidense. Entonces Washington trataba de suavizar la agresiva atmósfera de la Guerra Fría, avanzando en la distensión con Rusia. Moscú ya había aprovisionado a los árabes en la anterior guerra y muchos en el Kremlin vivieron la aplastante derrota de los Seis Días como una humillación personal.

Israel no sólo esperaba un ataque. Se preparaba para afrontarlo. Apenas tres semanas antes de la ofensiva de 1974, Meir movilizó a todos los reservistas y puso al ejército en alerta. No ocurrió nada.

“la URSS suministraba ingentes cantidades de armamento a Egipto y Siria, ante la pasividad estadounidense”

Dos semanas más tarde, volvió a enfrentarse a la misma decisión. Su ministro de defensa aconsejó la movilización, sus generales juzgaron improbable el ataque. Probablemente, los árabes hubiesen jugado al gato y al rato hasta cazar a Israel con la guardia baja.

La ofensiva se lanzó aprovechando la festividad del Yom Kipur, el día más sagrado del calendario hebreo. Pese a los avances iniciales fruto del factor sorpresa, en pocos días la contraofensiva israelí puso de rodillas a Egipto y a Siria, plantándose a 40 km de El Cairo y apenas a 20 km de Damasco. Sadad tuvo que lloriquear entonces la mediación del Secretario de Estado estadounidense, Kissinger, para que el tercer ejército egipcio no muriera bombardeado o, simplemente deshidratado, en las arenas del desierto. Por su parte la URSS decidió desentenderse de los árabes. No merecían el precio que les habían costado.

“Pese a los avances iniciales fruto del factor sorpresa, en pocos días la contraofensiva israelí puso de rodillas a Egipto y a Siria”

La guerra terminó con una Resolución 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, que a diferencia de las de la Asamblea General, sí son de obligado cumplimiento. Según sus términos, se decretó un cese de hostilidades y la creación de una zona desmilitarizada en alrededor del Canal de Suez.

¿Podría haber salido malparado de esa guerra Israel? Sin duda y también de las dos anteriores. Ahora bien, la teoría de que sirios y egipcios podrían haber destruido Israel mediante un ataque relámpago, me parece algo próximo a la ciencia ficción. Dejando a un lado las dificultades de la orografía de Tierra Santa para semejante táctica, la Blitzkrieg requiere de dos cosas que carecían los árabes: un número ingente de vehículos blindados y sólidas líneas de abastecimiento de combustible y municiones.

“La guerra terminó con una Resolución 338 del Consejo de Seguridad de la ONU”

Acabada la guerra Meir adelantó las elecciones para someterse al dictamen del pueblo. Contra todo pronóstico ganó holgadamente, pero aún y así dimitió poco después pidiendo disculpas por enésima vez a los familiares de los jóvenes soldados muertos. Nunca se escondió detrás de los consejos de su estado mayor.

Su sucesor, Isaac Rabin (1974-1977) trató de buscar un nuevo enfoque basado en la reconciliación con los árabes. Un año después de llegar al poder firmó un preacuerdo con Egipto que en 1978 se materializaría en los Acuerdos de Paz de Camp David, firmados por su sucesor, el Primer Ministro israelí de derechas, Beguin, bajo el arbitraje del Presidente estadounidense, Carter.

“Isaac Rabin trató de buscar un nuevo enfoque basado en la reconciliación con los árabes”

Según los términos de ambos acuerdos, el Sinaí regresó a manos egipcias, sin embargo, la presencia militar egipcia en la zona esta drásticamente limitada. Más aún, Israel mantiene el derecho a desplegar tropas en una estrecha franja al este del Sinaí, aunque formalmente sea territorio egipcio.

Este derecho permitiría, en la actualidad, rodear completamente la Franja de Gaza. Sin embargo, es dudoso que Israel apelara hoy al tratado. Aunque no se ha roto formalmente y en gran medida se sigue respetando, desde 2012, este tratado se ha vulnerado varias veces. Egipto ha desplegado tropas en puntos del Sinaí donde no debería. Además, con la excusa de combatir a grupos de rebeldes y terroristas beduinos ha desplegado misiles en la zona. Bastante curioso, teniendo en cuenta que los beduinos carecen de aviación…

“el Sinaí regresó a manos egipcias”

En todo caso, en 1979, Egipto se convirtió en el primer país árabe en reconocer a Israel.

Con el panarabismo debilitado, entre las élites de las diferentes naciones árabes, algunos empezaron a ver como una oportunidad perdida no poder abrir lazos comerciales con Israel. Jordania no reconocería oficialmente a Israel hasta 1993, pero había normalizado relaciones con la “entidad sionista” mucho antes.

Pensemos que en Jordania la minoría étnica más numerosa hoy son los palestinos, a quienes la monarquía hachemita mira con recelo. Ninguna lealtad une a los palestinos a su trono. El gobierno jordano los mantiene acinados en campos de refugiados y, los pocos que deja fuera se convierten en eternos ciudadanos de segunda. Ya vimos la poca gracia que le hizo al rey que el plan original palestino fuera anexionarse a su país. A ojos de las autoridades jordanas, los palestinos son un problema que no sabe cómo afrontar.

“en 1979, Egipto se convirtió en el primer país árabe en reconocer a Israel”

Ante el abandono de las políticas panarabistas, los palestinos se vieron poco a poco abocados a buscar apoyo del salafismo extremista y al terrorismo. En 1976, un grupo terrorista alemán de signo comunista, Células Revolucionarias, concertó con el Frente Popular para la Liberación de Palestina el secuestro de un avión de Air France que cubría la ruta entre Tel Aviv y París.

La aeronave fue desviada a Uganda, al aeropuerto internacional de Entebbe, en Kampala. En una maniobra digna de las más increíbles películas de acción, el servicio secreto israelí, el Mosad logró aterrizar de incognito en suelo ugandés, abatir a los terroristas y rescatar a los secuestrados, con una sola baja, el hermano del Benjamín Netanyahu.

“Ante el abandono de las políticas panarabistas, los palestinos se vieron poco a poco abocados a buscar apoyo del salafismo extremista y al terrorismo”

Contaban con una ventaja. ¿Recordáis que antes dijimos que Israel había desarrollado políticas de cooperación en África? Antes de volver un musulmán radical admirador de Hitler, el dictador loco ugandés, Idi Amin Dada, había solicitado formación y adiestramiento militar al ejército hebreo y apoyo a los ingenieros israelíes. Prácticamente tenían mejores planos de las instalaciones y las defensas militares del país que el propio gobierno ugandés.

En 1982, Israel realizó una intervención a gran escala en Líbano. Atrapado en una guerra civil desde 1975 que no tocaría a su fin hasta 1990 entre cristianos, musulmanes chiíes y musulmanes suníes, este país se convirtió en una base de operaciones de la República Islámica de Irán, proclamada en 1979, después de que Jomeini derrocara al Sha.

“La aeronave secuestrada fue desviada a Uganda, al aeropuerto internacional de Entebbe”

Jomeini se había convertido en el líder espiritual del islam chií, así que apoyó a la facción de Hezbollah en Líbano. Este grupo terrorista chií también encontró el apoyo de la élite política siria, cuyo dictador Al Asad, padre del actual Presidente, creó una casta chií que aún rige un país de mayoría suní.

Aunque la intervención en Líbano fue un éxito militar, en el plano político, acabó en un desastre rotundo. El ejército israelí no sólo fue visto como un matón que mataba moscas a cañonazos. También se desentendido de las matanzas entre los tres bandos enfrentados en la guerra del Líbano. Teóricamente, una vez un ejército se adueña fácticamente de un territorio, es responsable de la seguridad de los civiles que lo habitan.

“En 1982, Israel realizó una intervención a gran escala en Líbano”

Aquello reforzó los vientos partidarios de la paz en Israel. En el bando contrario, Yaser Arafat también empezó a ver que, con el terrorismo, los palestinos no iban a llegar muy lejos. Tras una década de atentados, en 1978, el líder palestino proclamó la primera intifada, literalmente “guerra callejera”, en Gaza y Cisjordania contra las fuerzas de ocupación israelíes. Murieron 127 israelíes y más de 3.162 palestinos, pero la comunidad internacional no reaccionó.

En 1992, Rabin volvió al poder en Israel. Frente a él se encontró a un Yaser Arafat deseoso de negociar con él. Al año siguiente, la paz materializada en dos Estados pareció ponerse al alcance de la mano. Por desgracia, sólo se trataría de un espejismo…