Cuando se piensa en Irán inmediatamente nuestra mente lo asocia con historia, arte, religión… pero pocas veces con la nieve y el esquí. Pero las montañas de la antigua Persia se han convertido en uno de los destinos de moda entre los aficionados más sibaritas al mundo de los deportes de invierno. Y es que más de 20 estaciones con una nieve polvo de una calidad excepcional te están esperando.
«Las montañas de la antigua Persia se han convertido en uno de los destinos de moda entre los aficionados más sibaritas al mundo de los deportes de invierno»
Pero el esquí en Irán no es tan reciente como se pudiera pensar. Aunque los habitantes de las montañas persas desde tiempos remotos usaban instrumentos para deslizarse por la nieve, la práctica del esquí moderno llegó a Irán en la década de los 30. introducido en el país por los ingenieros y operarios alemanes que llegaron a Irán para construir la red ferroviaria nacional y diferentes obras ingeniería.
Para comenzar un dato, todas las estaciones de esquí están situadas por encima de los 2000 metros lo que hace que la nieve suela estar asegurada. Y es que en la cordillera de los Montes Alborz que cruza el norte de Irán desde Armenia hasta Turkmenistán, se encuentran varias estaciones de esquí, siendo las más conocidas Dizin, Shamsak, Darbandsar o Tochal. Y hay que señalar que si lo que se busca es esquí de travesía, tienes el desafío del monte Damavand a casi 6.000 metros de altura. Sin duda un paraíso para los amantes de la nieve. Aunque la mejor época por nieve suele ser febrero, existen estaciones como Zagros que debido a su situación y altitud suele tener nieve 8 meses al año.
El esquí para los iranís no solo es un deporte, ya que para la mayoría de los esquiadores iranís las estaciones de esquí son un reducto de libertad donde el esquí muchas veces solo es una disculpa para socializar lejos de las grandes ciudades en un ambiente más relajado y donde pueden dejar las convenciones político-religiosas a un lado, aunque hace poco el Gobierno ha creado una unidad de policía de montaña para asegurar que hombres y mujeres cumplan con las reglas de segregación por sexos que existe en el país. Y además al esquiador local no le gusta demasiado transitar fuera de pista, por lo que es posible esquiar por nieve fresca en sus estaciones incluso días después de haberse producido la última nevada y la ausencia de arboles hace de las montañas iranís un paraíso para los amantes del esquí fuera de pista.
«Cerca de Teherán hay tres estaciones de esquí, e incluso una de ellas Tochal, se podría decir que está ubicada dentro de la propia capital»
Cerca de Teherán hay tres estaciones de esquí, e incluso una de ellas Tochal, se podría decir que está ubicada dentro de la propia capital existiendo una telecabina que en pocos minutos traslada al visitante desde la caótica Teherán a una montaña de tal belleza que parece salida de cualquier cuento infantil. Tochal está considerada una de las estaciones de esquí del mundo más próximas a una capital.
Pero quizás el resort más popular es la estación de Dizin, a poco más de 70 kilómetros de la capital Teherán. Complejo inagurado en los 60´s, se cuenta que el Sha Reza Pahleví mando construir un lujoso palacio y una estación de esquí y que a pesar de que el complejo fue creado para su disfrute particular, éste sólo pasó dos noches en lugar haciéndose con la propiedad de una finca en la localidad suiza de St. Moritz. Y dicen que desde ese día, nadie ha vuelto a alojarse en el antiguo palacio de la monarquía persa.