Las calles de Madrid dejan de ser grises. La aparente realidad responde a que después del refrán de en abril aguas mil parece ser que las lluvias nos van a otorgar un merecido descanso. Llevar una manguita en vez de siete y que el sol nos acaricie la piel, nos recuerda que pronto estaremos en verano, que la primavera es algo más que alergias por el polen y que el sol, a los españoles, nos encanta. Entre otras cosas porque ya no nos da pereza salir a la calle y porque una cerveza en una terraza sabe mejor que un granizado de la misma.

Si hablamos de primavera, no podemos dejar de citar a una de las firmas que más inspiran de todo el territorio español, Malne.

Podría definir esta colección de primavera/verano 2018 en dos palabras: naturaleza y feminidad. Esta firma, creada de la mano de Paloma Álvarez y Juanjo Manez, se caracteriza por mostrar la feminidad de las mujeres a través de la naturaleza, inspirándose en el pintor italiano Botticelli y en la diosa griega, Venus. Su colección, cargada de trajes masculinos y vestidos largos hipervaporosos; bordados de espiga y sobrepuestos con estampados florales de seda, supone una fusión entre lo masculino y lo femenino.

Malne saca a las pasarelas una apuesta cromática de tonos rojos, blancos, nudes, y negros. La sensualidad está presente en las transparencias, los encajes y las lentejuelas. Looks nocturnos, looks diurnos, da igual si prefieres el día o la noche, las propuestas de Malne te recordarán a las ninfas de los relatos mitológicos, al romanticismo antiguo y a las diosas griegas. Sin olvidar los vestidos de novia, que han conseguido que me entren ganas de casarme.

En definitiva, una colección a la que caer rendida. Malne sabe cómo seducirnos. Malne, una vez más, sabe cómo conquistarnos.