Valoración global: 9

Editado por: Libros del K.O.

Fecha publicación: septiembre 2015

365 páginas

PVP: 17,95 €

 

Sinopsis: Coca, farlopa, perico, merca, Fariña. Nunca Galicia comercializó un producto con tanto éxito. Aunque ahora parezca una pesadilla lejana, en los años 90 el 80 por ciento de la cocaína desembarcaba en Europa por las costas gallegas. A través de testimonios directos de capos, pilotos de planeadoras, arrepentidos, jueces, policías, periodistas y madres de toxicómanos, Nacho Carretero retrata con minuciosidad este paisaje criminal. Fariña incluye, además, un repaso inédito por los clanes que siguen operando hoy en día.

 

Reseña: Fariña debería pasar de haber sido un libro secuestrado a un libro de lectura recomendada en bachillerato. Preferiría haber descubierto este libro buceando por la red, en una librería de barrio o en una reseña del suplemento del sábado pero tristemente este libro se hizo famoso el 22 de febrero cuando un juez ordenó su secuestro. Ese mismo día compré este libro en un famoso distribuidor online con la idea de leerlo, reseñarlo y ayudar a difundir su mensaje. El otro día leí en el Babelia que se suspendía el secuestro a esta obra y creo que es una ocasión perfecta para recomendarlo.

Este libro tan bien escrito y documentado por Nacho Carretero es un libro necesario. Nos cuenta la historia de cómo surgió el contrabando en tierras gallegas, cómo llegó a pasarse del contrabando de chatarra o gasolina al tabaco, creando allí los señores do fume, y cómo llegó un momento en que este hecho caló tanto en la sociedad que en cualquier establecimiento te preguntaban si querías el tabaco legal o de contrabando.

Llegó un momento en que estos contrabandistas del tabaco descubrieron que la cocaína y el hachís era mucho más rentable. ¡Y se lió parda! Galicia se convirtió en la puerta de entrada de la droga del cártel de Cali (Colombia) para toda Europa. A partir de entonces empezaron a crecer los señores de la droga con su ostentación de nuevos ricos, sus descapotables, comilonas y pazos, pero con la connivencia de toda la sociedad. TODA la sociedad. Sí, con la connivencia de la policía, la guardia civil, políticos, empresarios, y ciudadanos en general.

“En Galicia no ha habido un solo partido político que no haya sido financiado por los narcos. Ni uno solo”

La frase anterior es fortísima para cualquier democracia, por muy incipiente que fuera en aquel tiempo. Con el dinero de la droga se financiaron partidos políticos, fiestas de pueblo, construcción de centros cívicos, equipos de fútbol.

Con este caldo de cultivo surgieron grandes capos como Sito Miñaco, Laureano Oubiña (con sus zuecos), Los Charlines o Marcial Dorado. Eran otros tiempos y ellos siempre iban por delante de la justicia. Estaban por encima del bien y el mal en un entorno que les era favorable y una orografía agreste propicia para sus actividades.

Hasta que llegó un joven juez Garzón y muchos otros y empezaron a perseguirles la pista e ir ahogándoles con el peso de la justicia. Sin embargo, en Galicia todavía era muy pronto. Estaba bien visto socialmente y eso daba muy poco margen a la crítica social. Casi todos estaban en el ajo.

«La operación Nécora supuso el primer gran golpe al entramado del narcotráfico en Galicia y posteriormente descubrieron que la mejor forma de perseguirles era fiscalmente»

La operación Nécora supuso el primer gran golpe al entramado del narcotráfico en Galicia y posteriormente descubrieron que la mejor forma de perseguirles era fiscalmente, tirando de los hilos y dejándoles poco margen de maniobra.

Mención especial merecen las “Madres contra la droga” por su lucha y sufrimiento contra la droga dentro de sus hogares y de puertas afuera para denunciarla socialmente.

Por desgracia, el narcotráfico en Galicia no ha terminado. Caídos los primeros grandes capos, llegaron otros a ocupar su relevo con nuevas prácticas cada vez más violentas y con la voluntad y el peligro de convertir Galicia en otra Sicilia.

«Fariña muestra finalmente el empeño por limpiar aquella bella tierra “donde el cielo es siempre gris” del estigma de ser el puerto de entrada de la droga en Europa»

Fariña muestra finalmente el empeño por limpiar aquella bella tierra “donde el cielo es siempre gris” del estigma de ser el puerto de entrada de la droga en Europa. Nos muestra quiénes son los que mandan ahora, los actuales Padrinos y cómo actúan.

Me quedo con la gran profusión de detalles de este libro y su enorme esfuerzo de documentación y explicación. Grande, Nacho. ¡Por muchas más ediciones de Fariña!

Espero que te haya gustado la reseña. Volveré pronto con otra reseña de una obra que me parezca interesante.