En una trama que combina intriga, emoción y dilemas morales, el autor Manuel Ríos San Martín nos sumerge en el fascinante escenario del Bioparc de Valencia. Su última obra, ‘El Olor del Miedo’, nos invita a explorar el mundo de una apasionada veterinaria, Elena, quien se enfrenta a un enigmático criminal que amenaza a los seres que ama. En esta entrevista exclusiva, descubriremos los secretos detrás de esta cautivadora historia, así como la profunda reflexión sobre la relación entre humanos y animales que subyace en sus páginas.

¿Cómo describiría la experiencia que va a encontrar el lector cuando lea «El olor del miedo»? 

Este libro se trata de una experiencia. En otras palabras, existen libros que simplemente se leen y otros que te sumergen en una experiencia única. Mi objetivo con esta novela ha sido transportar al lector a un lugar especial, en este caso, un zoológico, pero un lugar lleno de animales donde los seres humanos son solo uno más entre ellos. Quiero que el lector se sienta inmerso en este mundo, que no lo vea como una lectura distante, sino como algo que lo envuelve por completo, como una montaña rusa emocionante. En esta historia suceden muchas cosas, hay numerosos giros, pero también espero que provoque una reflexión sobre la naturaleza en sí misma y, especialmente, sobre cuál es nuestra posición como seres humanos. ¿Nos parecemos a los animales? ¿En qué aspectos somos similares y en cuáles nos diferenciamos? En resumen, este libro es toda una experiencia, y me encanta ese concepto.

El hecho de que en entrevistas anteriores mencione que siempre le gusta tener un estilo cinematográfico, ¿se refiere a que intenta lograr algo similar, por decirlo cinematográficamente, en este libro?

Pues tiene un poco que ver con lo que te estoy contando. A veces, la lectura te deja un poco fuera de las historias, ¿sabes? Lo que le pasa a los personajes, a lo mejor, estéticamente te describe un lugar. Dices: «¡Ay!, qué bonito este sitio que han descrito, esta casa, qué bonita.» Mis descripciones y mis narraciones no son para que tú veas lo que yo sé sobre ese lugar, ni para que te sitúes, sino para que te sientas inmerso en ese lugar. Es decir, lo que describo más bien es el ambiente, la sensación, para que tú te proyectes y vivas ahí como si realmente estuvieras formando parte de esa película o historia, no solo leyéndola. Entonces, todo mi esfuerzo narrativo es para que estés dentro de la historia y no sientas que estás en un sofá leyendo una historia.

¿Qué te inspiró del Bioparc de Valencia para que sea el lugar en el que se basa la trama de esta historia?

Tuve la oportunidad de visitarlo, no tanto como un turista, sino que me permitieron convivir con ellos, con los cuidadores durante varios días. Por un lado, vi que a la gente le interesa mucho la «trastienda» de los lugares, como un aeropuerto, cómo funciona, que es sumamente complejo, o cómo funciona un zoológico moderno detrás de las enormes instalaciones que los visitantes ven, que son casi tan grandes como las que tú visitas. Luego, me pareció que era un lugar excelente para desarrollar la historia, porque es interesante estéticamente y, por otro lado, está lleno de rincones, lugares misteriosos, sitios apartados, y una abundante naturaleza, ya que el parque alberga una gran variedad de fauna y flora. Además, me quedé una noche en el parque, aunque no toda la noche, solo un rato, porque uno de los personajes también pasa la noche allí. Es un lugar lleno de ruidos, rugidos, y un espacio inmenso. Algunas personas se quedan en el parque durante la noche, y una de ellas me contó que había experimentado mucho miedo durmiendo allí. Así que, bueno, quise experimentar un poco esa sensación de pasar un rato en el parque durante la noche.

¿Cómo desarrolla el personaje de Elena en la obra, desde su aparente simplicidad inicial hasta su crecimiento a lo largo de la trama?

En cuanto a Elena, no me inspiré en una persona específica. No tengo una amiga o conocida en particular en mente. Sin embargo, sí fue un desafío para mí. Escribir desde la perspectiva de una joven en sus veintitantos, meterme en su mente y tratar de experimentar lo que ella siente. Elena es una persona extremadamente emocional, se involucra profundamente en las situaciones. Desde el principio de la novela, muestra un fuerte afecto por la elefanta que muere, y luego se embarca en una investigación peligrosa. Además, tiene relaciones sentimentales y un trío, y enfrenta problemas en su vida. Todo esto hace que su mente esté constantemente en ebullición, llena de intensidad. En mi opinión, esta intensidad emocional que aporta Elena enriquece mucho la trama de la historia.

En este libro, también se plantea si la vida animal tiene un valor equivalente o superior al de la vida humana…

Me interesa comparar un poco ambos. Para analizar a los seres humanos, tenemos que observar qué tenemos en común con los animales, especialmente con los animales superiores. Compartimos ciertos comportamientos, características biológicas y aspectos de nuestra naturaleza. Entender en qué nos parecemos y en qué nos diferenciamos me parece extremadamente interesante. Ahora, si somos iguales, no lo somos. Claro que no lo somos, porque si lo fuéramos, los leones estarían escribiendo novelas. Pero el hecho de que no escriban novelas no los hace menos fascinantes. Los leones realizan acciones propias de leones que encuentro asombrosas. Lo mismo ocurre con los elefantes; tienen comportamientos propios de elefantes que deseo conocer, proteger y preservar estas especies para mantener la riqueza de la naturaleza.

¿Se consideras animalista?

No me considero animalista en el sentido actual de la palabra. No abogo por tratar a los animales como si fueran iguales a los humanos o simplemente como carne. Sin embargo, tengo un profundo respeto y admiración por los animales. Creo que debemos esforzarnos por respetarlos y conservar la naturaleza. Es importante considerarlos como un bien preciado, pero no comparto la idea de que tengan los mismos derechos que los seres humanos. No estoy de acuerdo, por ejemplo, con la idea de proporcionar seguridad social a los animales, como algunos sugieren. En resumen, no creo que seamos iguales.

¿Cree que en España valoramos a los animales correctamente?

En España, creo que valoramos mucho a los animales, tanto en aspectos positivos como negativos. Por un lado, es bueno que los valoremos, pero a veces esto puede llevar a situaciones incómodas. Por ejemplo, algunas personas insisten en llevar a sus perros a todas partes, incluso a casas donde no se siente cómoda la presencia de un perro. Puedes dejar al perro solo durante tres horas para visitar a alguien, no es necesario llevarlo contigo en todas partes. Entiendo que hay personas que tienen miedo a los perros. Creo que debemos amar y respetar a los animales y a las mascotas, pero también debemos recordar que son animales y no humanizarlos en exceso. El encanto de un animal radica en ser precisamente eso, un animal, y no intentar que sean como nosotros, ya que eso les quitaría parte de su esencia.

¿Si tuviera que reencarnarse en algún animal? 

Me encantan los elefantes, así que definitivamente consideraría reencarnarme en uno. También me fascinan los delfines. Sin embargo, los chimpancés, a pesar de gustarme, son animales bastante violentos, por lo que no estoy seguro de que me gustaría reencarnarme en uno de ellos.

¿Cómo logra mantener esa intriga a lo largo de todo el libro, especialmente con capítulos tan cortos que dejan con ganas de más? 

Exacto, la intención es esa. Vivimos en una época donde todo es muy inmediato, con aplicaciones como TikTok, Instagram, Twitter, entre otras. Estamos acostumbrados a prestar atención durante periodos cortos, y lamentablemente, eso parece que no tiene vuelta atrás. Ojalá pudiéramos mantener la atención durante más tiempo. En la novela, juego precisamente con esta dinámica: capítulos breves, dos tramas paralelas que se entrelazan y capítulos que a menudo terminan con un cliffhanger, dejándote con intriga. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que si juegas mucho con estos momentos de intriga y luego no los satisfaces adecuadamente, los lectores notarán el engaño. Los lectores son inteligentes y han leído mucho, por lo que si un capítulo promete mucho y no cumple, es posible que abandonen la novela en busca de otra. Por eso, trabajé meticulosamente en la estructura de la novela para mantener viva la necesidad de continuar leyendo. Además, como mencionaste, la longitud variable de los capítulos también contribuye a crear una sensación de ansiedad y creo que es muy divertido para los lectores en este tipo de novelas.

¿Qué personaje le impactó más? 

También hay algo generacional con Elena, ya que la conociste en su quinta etapa de la vida, y yo tal vez me identifico más con JP, el policía, un viejo rockero de 60 años. Me atrae mucho su personalidad, su humor socarrón, su escepticismo y el hecho de que ha pasado toda su vida investigando casos, y de repente le piden que investigue la muerte de un elefante. Se pregunta por qué debería preocuparse por la muerte de un animal. Sin embargo, a medida que avanza la historia, experimenta una evolución significativa, especialmente al relacionarse con su nieta, quien está fascinada por los animales. Este encuentro le hace ver la vida desde una perspectiva diferente y provoca un cambio en su forma de ser. JP es un personaje complejo que, en mi opinión, está muy bien desarrollado.

Aparte de quedarse media noche en un zoológico, ¿ha investigado sobre la veterinaria?

En realidad, todo está muy documentado. Durante los tres o cuatro días que pasé en el zoológico, estuve constantemente con los veterinarios. Los acompañaba en las pruebas médicas y hasta iba a la cocina para ver cómo preparaban la comida, que incluía tomates y una carne de la que yo también quisiera disfrutar. Estuve observando en todo momento cómo se trata a los animales de verdad. Toda la novela se basa en una gran cantidad de documentación. Todo lo que menciono sobre el comportamiento animal está respaldado por una sólida base documental, así como los detalles sobre la caza en cierto momento, o cómo podría llevarse a cabo el sacrificio de un elefante desde una distancia, lo cual requeriría el uso de rifles, y todas esas cuestiones también están respaldadas por una extensa investigación. Me divirtió mucho conocer a personas muy peculiares durante la creación de esta novela.

¿Cuánto tiempo le llevo escribir la novela? 

Bueno, yo suelo tardar bastante en escribir mis novelas; publico una cada dos años. El proceso comienza desde que se me ocurre la idea de la novela, luego tomo la decisión de llevarla a cabo y dedico un tiempo considerable a la investigación, así como a planificar la estructura. Pasan varios meses antes de que realmente me siente a escribir, y una vez que comienzo la fase de escritura en sí misma, que es la primera versión, eso puede llevarme unos 7 u 8 meses. Luego vienen las correcciones. Leo la novela, la comparto con alguien del equipo editorial, lo que conlleva una serie de ajustes, y después viene la fase de corrección de estilo y ortográfica, que se realiza hacia el final del proceso. En total, suelo tardar alrededor de dos años en escribir una novela.

Dos de sus novelas ya están en proceso para adaptarse a televisión o cine…

Es bastante complicado. Imagina que se publican alrededor de 20 o 30,000 novelas al año y solo se adaptan al cine o la televisión unas cinco de ellas. Así que, aunque digo en las solapas de mis libros que he vendido los derechos audiovisuales, eso no garantiza que se conviertan en series o películas. Para darte un ejemplo, «La Huella del Mal» se publicó hace cuatro años y todavía estoy trabajando en la adaptación. Si todo va bien, podría llevar otros seis años antes de que la gente vea la novela en pantalla.

¿Cree que esta adaptación es una segunda oportunidad para la novela?

Sí, considero que es una segunda vida para la novela, una manera diferente de interpretarla. Pero cuando estás escribiendo o cuando los lectores la están disfrutando, no puedes prever esto, ya que en España, el proceso es tan largo que…

¿Qué cosas son imprescindibles para usted cuando escribe? Por ejemplo, ¿escucha  música?

Sí, a veces escucho música en casos específicos, pero en general, no. Escribo en mi casa, en un despacho, y tengo una gran capacidad de concentración. No me molesta mucho que haya gente entrando y saliendo, ¿sabes? No me afecta demasiado. Lo único un poco peculiar es que escribo con dos pantallas: en una escribo y en la otra tengo documentos de investigación abiertos que me son muy útiles mientras escribo. Pero en realidad, no tengo muchas manías.

¿Y qué tipo de música suele escuchar? 

Bueno, eso depende. Por ejemplo, si estoy escribiendo sobre los Rolling Stones, escucho su música. O si estoy trabajando en una escena con un tono específico, elijo música que se ajuste a esa atmósfera. Si estoy escribiendo una escena melancólica, escucharé una canción melancólica e incluso la pondré en bucle mientras escribo para mantener el ambiente. Pero en general, suelo escribir sin música de fondo.

¿Cómo maneja el tema de las redes sociales, que son tan importantes en la actualidad? 

A mí me gustan las redes sociales. La verdad es que me divierto mucho en ellas. Todos sabemos que tienen aspectos positivos y negativos, pero yo disfruto interactuando en ellas. Con esta novela, por ejemplo, empecé a seguir a muchos naturalistas. Hace poco le envié la novela a una veterinaria que la leyó y le encantó. Me escribió para decirme cuánto le gustó. Esas interacciones son geniales, así que creo que en las redes sociales debes buscar personas que realmente valgan la pena seguir.

¿A qué grupo de edad y profesión cree que puede interesarle este libro?

Bueno, algo interesante sobre este libro es que, por lo general, mis lectores habituales suelen ser mujeres mayores de 45 años. Ese es el grupo demográfico que más lee, en general, de 45 a 65 años y así sucesivamente. Sin embargo, creo que este libro es adecuado para aquellos que quieran adentrarse en la novela policiaca. A menudo me encuentro con personas que me dicen: «Me encantaría leer novela negra, pero no sé por dónde empezar». Este libro tiene elementos de novela negra pero también toca otros aspectos, como el romance y la pasión. Por lo tanto, creo que es un buen punto de entrada para alguien que nunca ha leído una novela policiaca.

¿Dirías que este libro es diferente, que marca un antes y un después en su carrera? 

Bueno, si has leído mis otros libros, notarás que todos tienen un enfoque antropológico. Incluso «La huella del mal» se desarrolla en el yacimiento de Atapuerca y trata sobre los hombres primitivos y lo que queda de ellos. De alguna manera, este libro aborda lo que queda de los animales y, aunque son personajes y tramas diferentes, hay temas recurrentes que me interesan. Sin embargo, es cierto que esta novela marca un cambio en el género policiaco. La idea de investigar la muerte de un animal como si fuera la de un ser humano es algo que no había visto antes. Fue uno de los motivos por los que decidí escribirla, porque me pareció que la temática era muy original y en un género tan saturado como la novela negra, ser original es un desafío.

Al principio mencionábamos que este libro es una experiencia, ¿qué le gustaría que los lectores se llevaran de él cuando lo terminen?

En primer lugar, me gustaría que se divirtieran mucho al leerlo, que experimentaran esa sensación de no poder dejar de leer y que sintieran ansias de saber más. Siempre digo que espero que disfruten y sufran con la novela, ya que es un juego dual que a los amantes de la novela policiaca suele gustarles. Pero además, me encantaría que, una vez terminada la lectura, les apeteciera recomendarla a sus amigos para discutir no solo la trama, sino también los temas más profundos que plantea. Que pudieran comentar aspectos como: «¿Alguna vez te has preguntado si los chimpancés son similares a los humanos en ciertas formas?», porque creo que la novela ofrece un valor adicional en ese sentido y que, al finalizarla, quede una sensación duradera en los lectores.

 ¿Qué tiene planeado para los próximos tres meses? 

Pues mira, voy a estrenar una serie de televisión española también, que se llama «Operación Barrio Inglés», que se rodó aquí en Sevilla, además, y que ya ha terminado el rodaje y está en la fase de montaje y efectos visuales. Justo estoy inmerso en ello en este momento. Espero que la serie se emita, como tarde, para enero, y estoy emocionado por cómo quedará.

Y para terminar, ¿qué libro recomienda?

Claro, te recomendaría dos cosas. En primer lugar, libros que no sean de novela. Te sugiero leer a Juan Luis Arsuaga, un divulgador fantástico que explica de manera muy accesible el comportamiento del ser humano y nuestras diferencias con los animales. Además, acabo de empezar a leer la última novela de María Oruña, «Perdidos», que viene mañana aquí a Sevilla. Me ha enganchado desde el principio y creo que es una lectura interesante. Así que te recomendaría estos dos libros.