Leer es viajar. Cualquier buen lector lo sabe. Cada libro te propone un viaje diferente. Algunos son divertidos e ilusionantes, como el que parte del andén 9 y ¾. Otros son desgarradores, te azotan por dentro, como aquel en el que Sophie debe tomar la decisión que marcará el resto de su existencia. Leer es viajar, lectores. Y esos viajes que realizamos con las páginas de un libro son necesarios. Imprescindibles.
«Leer es viajar. Y esos viajes que realizamos con las páginas de un libro son necesarios. Imprescindibles»
Ida Fink nos narra en primera persona en “El viaje” su travesía personal. Un viaje que no quiso hacer. Un viaje desde el gueto hasta una fábrica en Alemania. Un viaje voluntario en busca de la Esperanza ya perdida. Un viaje hacia la poca luz de supervivencia que quedaba. Y una huida. Y un nuevo viaje. Ellas eran jóvenes. Tenían que disfrutar de la vida. Pero nacieron judías. Solo quedaba falsificar documentos e intentarlo, y eso nos narra, con lenguaje sencillo y dinámico la autora. Su huida.
La narración, de enorme belleza, cuenta la cotidianidad de su día a día. La lucha incesante pese a lo sufrido, a la casi ausencia de esperanza. Cuenta sus miedos junto a su hermana, su necesidad de protegerla con la terrible Gestapo agazapada a la vuelta de cualquier esquina.
«La narración, de enorme belleza, cuEnta lA cotidianidad de su día a día. La lucha incesante pese a lo sufrido, a la casi ausencia de esperanza»
Pero nos narra algo más doloroso de aquel acoso, de aquella discriminación, de aquel horror. Nos dice Ida Fink en su novela quienes odiaban, delataban, despreciaban a estas jóvenes judías que se agarraban camufladas a su último clavo ardiendo… Eran sus compañeros, cualquier persona que tuvo la suerte de nacer “no judía”. Se reían de ellas, se chivaban, las señalaban. ¡Son judías! ¡Acabad con ellas! No han hecho nada malo, nada que no sea nacer… Y el lector, que quizá nunca antes se ha enfrentado a una realidad así en los libros que narran el temible Holocausto, se encoge de angustia mientras piensa que claro, que como en toda guerra, son los vecinos quienes delatan a los vecinos.
Y se sigue encogiendo al ver sus esfuerzos por hablar Alemán, o por no entenderlo depende de lo que convenga. Por parecer más bruscas, menos educadas, incluso por simular que saben como ordeñar una vaca. “Éramos seis ahora somos tres”. Todo conmueve en esta narración.
«Un viaje que nosotros hemos tenido la suerte de no realizar pero que conviene leer»
Un viaje que nosotros hemos tenido la suerte de no realizar pero que conviene leer. Para pensar mucho antes de actuar ante esas personas diferentes pero siempre iguales a nosotros.
Rescata este viaje del olvido Báltica Editorial
«—¿También la bella hija morena?
—También
—En la playa parecía una escultura egipcia.
Entonces, desde más allá de los arbustos de saúco, oí por segunda vez el grito de su madre:
—¡De que le ha valido tanta belleza! ¡De que le ha servido! Maldita belleza… ¡ Daría igual que tuviera joroba y estuviese sembrada de granos, con tal de que fuera rubia, con una nariz recta…!»
- Título: El viaje
- Autor: Ida Fink
- ISBN: 9788494722769
- Editorial: Báltica Editorial
- Año de la edición: 2019