“The writer is not your bitch”. Que el escritor no es tu putita, vaya, y no le puedes andar exigiendo cosas, las hará si tiene ganas y a su ritmo. Hostias ya.

Lo dejó escrito Neil Gaiman (un señor inglés muy interesante que siempre viste de negro y crea las historias más maravillosas que ustedes puedan imaginar, o no) en un artículo trascendental donde hablaba sobre George Martin (que es otro señor, también muy interesante, de cuya cabeza ha salido “Canción de Hielo y Fuego”, igual les suena… “Juego de Tronos”, vaya) y la presión desmedida de los lectores para que termine (o avance algo) su creación más famosa. Hordas y hordas de fans presionando en redes sociales (también, cuentan, en restaurantes, librerías y otros sitios que frecuenta el gordo) al grito de “trabaja, sinvergüenza” (o similar). Y oigan, miren, no, decía Gaiman. Que haremos lo que queramos. Que no somos vuestras putas.

(En el otro extremo Joe Abercrombie decía que cuando un novelista inicia una serie contrae compromiso moral, casi contrato, para terminarla y revelar su desenlace).

«Al no ser historia “completa” sino episódica Silva no tiene la presión de ponerle un punto de llegada»

Lorenzo Silva creó a los inspectores Chamorro y Bevilo… Bivilaq… bueno, Vila, los inspectores Chamorro y Vila hace más de veinte años. Casi el cuarto de siglo, vaya. Desde entonces han venido protagonizando una serie de novelas (con incursiones concretas en el género breve) sólida e interesante, una de esas donde cada vez importa menos el “quién” porque la gracia está en el “cómo”, las reflexiones de sus protagonistas y, por qué no decirlo, los guiños privados, casi familiares ya, que se dejan caer por sus páginas. Al no ser historia “completa” sino episódica Silva no tiene la presión de ponerle un punto de llegada. Eso que se ahorra, por otra parte, que el tipo escribe rápido (y bien) pero a nadie le gustan las imposiciones.

Con todo también hay hitos por los que pasar. Momentos importantes, trascendentales, que se van anunciando a lo largo de los años y todos (creador, lectores) saben que tarde o temprano habrán de abordarse. Larsson lo hizo con esa hermana desconocida que habría de protagonizar el cuarto libro nunca escrito (o el quinto, vaya usted a saber). Silva planteaba tal escenario en coordenadas geográficas. Euskadi. Algún día te hablaré de Euskadi, Virgi. Es una promesa. Para todos.

Y Lorenzo la cumplió. Me imagino que con una mezcla de obligación moral (para con los otros) y alivio (de cara al futuro). Ya no hay trabas, ya no hay sitios a los que volver obligatoriamente. Despejemos, además, el camino, y rompamos la balanza del doble protagonismo al hablar de años en los que el protagonismo fue uno solo. De manera sutil va preparando el terreno.

El resultado se titula “El Mal de Corcira” (Editorial Planeta) y no decepciona, porque a estas alturas el resultado no puede decepcionar, igual que a uno no le sabe a poco la historia de cómo se conocieron sus abuelos. Te gusta más o menos, pero sirve para ir encajando piezas, para tener el puzzle cada vez más completo. Además, como les dije arriba, yo hace tiempo que a Silva lo leo por las reflexiones en primera persona más que por el engranaje interno de la novela, entendida como “negra”. Que lo tiene, y funciona a la perfección. Pero yo prefiero lo otro.

Ojo, si le buscan pegas las pueden encontrar. Cierta salida poco sorprendente en los giros argumentales. A veces un poco de caricatura en algunos secundarios. Incluso dos gotitas de maniqueísmo (bien comprensible, dado el tema que toca la obra) que se rompe solo en ocasiones (presentando, por cierto, los pasajes más intensos de la novela, porque aun es oficio de los escritores provocar sentimientos huyendo de blancos y negros). Todo eso está, sí. Pero también lo otro. Lo otro. Una narrativa de largo aliento, una novela cuyas entrañas parecen relojes del medievo. Tan perfectos. Tan, sí, medidos hasta el extremo.

Y, sobre todo, la sensación de volver a encontrarte con viejos amigos (y otros que no te caen tan bien). Familiaridad. Qué difícil es conseguirla para con el lector. Qué experiencia placentera cuando vuelves a ese sitio…

 

  • Título: «El mal de Corcira»
  • Autor: Lorenzo Silva
  • Tapa dura : 544 páginas
  • ISBN-10 : 8423357562
  • ISBN-13 : 978-8423357567
  • Editorial : Planeta (16 junio 2020)
  • Idioma: : Español