Cayetana Cabezas nació en Madrid, aunque se crio en Ourense. Estudió Arquitectura y ejerció esta profesión creando su propio estudio hasta que en 2009 decidió centrarse en su gran pasión, el teatro. Se formó en el Estudio Corazza para el Actor y es fundadora de la Asociación Teatral Las Misemplas. Desde entonces, además de en el teatro, hemos podido verla en series como Servir y Proteger, Brigada Costa del Sol o El secreto de Puente Viejo.
Machos Alfa (Netflix) ha sido su última aparición en televisión, una serie que está rodando su segunda temporada y en la que Cayetana volverá a interpretar a Blanca.
Además de actriz, también es escritora. Una persona para el fin del mundo (Ed. Mankell) es el título de su primera novela. Estará firmando ejemplares en Sant Jordi (Barcelona) el día 23 de abril y en la próxima Feria del Libro de Madrid.
Hola, Cayetana, un placer saludarte. Enhorabuena por la publicación de Una persona para el fin del mundo, (podrá encontrarse en las librerías a partir del próximo 23 de abril) y enhorabuena también por el éxito de Machos Alfa. Empezando por la novela, ¿cómo surge la idea de escribirla?
Hola, muchas gracias. La novela nace allá por el 2016, incluso con otro título. Yo tenía la idea de contar la historia de Manuela, una mujer española que tuvo que emigrar a Argentina tras la crisis de 2008. Y tenía claro que quería que fuera una novela familiar en la que las historias de varias épocas y países nos llevaban a entender cómo los caminos siempre son de ida y vuelta y de qué manera estamos vinculados al danzar de nuestras raíces. De aquello queda fundamentalmente esto último. La novela fue transformándose en una historia en primera persona en la que hablo de cosas que he tenido mucho más cerca, que he podido experimentar: ver, tocar, amar, padecer… Es una historia muy personal que habla de cómo influye la herencia de la sangre en las decisiones vitales, muy especialmente en el amor. Porque, hable de lo que hable, yo siempre termino hablando de amor.
Ya que mencionas las raíces, tú naciste en Madrid, pero viviste en Ourense 17 años, de hecho, tu familia paterna es de allí. ha definido tu personalidad todo ese tiempo que estuviste allí?
Sin duda. Ourense (Galicia) es mi familia, mi raíz… su música, la sonoridad del acento, el olor de la tierra, la comida, la relación con lo mágico… A mí Ourense me mueve los pies del suelo, me activa los sentimientos más primarios; de pertenencia, de seguridad, de hogar. A mí me gusta estar en casa con los míos, me gusta el fuego del hogar, reunirme en torno al vino, a un buen cocido, al baile. Y además es una tierra inspiradora, de belleza sutil, de carácter misterioso… es un lugar apasionante que redescubro siempre que empiezo a escribir algo nuevo y del que, me doy cuenta, guardo una huella más honda incluso de lo que creía cuando salí de allí.
Aunque Una persona para el fin del mundo es tu primera novela, tú ya tenías experiencia a la hora de escribir…
Sí, he escrito la adaptación teatral de la novela La voz dormida de Dulce Chacón, que estuvo preseleccionada en 2018 en los Premios Max, en 2014 publiqué el cuento Ayten y la hija de las olas (Walrus), he escrito el guion de Una inversión de presente, o el monólogo stand up El amante perfecto. Textos que escribí en periodos de menos trabajo audiovisual y me dieron frutos fantásticos, sobre todo a nivel de musculatura.
¿Qué tal la experiencia como articulista?, pues has colaborado con varios magazines: Diarioabierto, Blogspublico, Womenbywomenmagazine… creo que no me dejo ninguno.
Ha sido también una forma de entrenamiento. Últimamente veo gran parte del recorrido vital y profesional así. Escribir sobre temas que nos afectan a todos y poner sobre la mesa una opinión ha requerido de mí dar un paso hacia delante en el compromiso con la información, con otras lecturas (he tenido que multiplicar el consumo de autores y autoras para poder informarme y construir una visión fundada). Retomaré en cuanto pueda y tenga oportunidad. ¡Estos últimos dos meses ha requerido casi toda mi atención Una persona para el fin del mundo!
Se suele decir que la primera novela suele ser autobiográfica o es la más autobiográfica, aunque se camuflen, adapten o exageren los hechos y sentimientos que se relatan a través de los personajes. ¿Es el caso?
Sin duda hay mucho de ello. Pero no es lo importante. Lo fundamental para mí es lo que despierte en el que la lea, no si los datos son absolutamente verdad o no. No es una confesión, es el resultado de desenredarme los sentimientos.
Cómo actriz, preguntándote por el último personaje que has interpretado, Blanca, en Machos Alfa,¿qué diferencias va a ver en la segunda temporada con respecto a la primera?
Te diré que, en esta segunda temporada, para mí, encarnar a Blanca está resultando incluso aún más divertido que en la primera. Podremos ver más matices en ella.
Blanca es una mujer de carácter, indudablemente Eva Velasco lo era. ¿Es Cayetana Cabezas una persona de carácter o cómo enfocas la interpretación de estos personajes?
Tengo mis días… como todo el mundo. Depende mucho del contexto, pero, aunque no me gusta mucho definirme, podríamos decir que no soy una persona que habite habitualmente la tibieza.
Para concluir, preguntarte, ¿qué proyectos futuros tienes en el campo audiovisual? Y bueno, también en el mundo literario.
Por ahora el futuro es un deseo más que un proyecto, así que prefiero enfocar en todo lo que tengo actualmente mientras sigo sembrando terreno. ¡Pero que venga, que venga!
Un placer hablar contigo, y todo el éxito, tanto en la nueva temporada de Machos Alfa como con tu novela Una persona para el fin del mundo.