Ana Planelles y su equipo de asesoras de sueño infantil se dedican a ayudar a las familias a mejorar el sueño de sus bebés de manera respetuosa y gradual. Su enfoque se basa en una filosofía de crianza que valora la individualidad de cada familia y su bebé, evitando métodos mágicos. Esta semana la autora, presenta su nuevo libro: «El solucionario del sueño infantil».

Ofrecen un servicio personalizado y cuentan con una amplia formación en diversos aspectos de la crianza, lo que les permite abordar el sueño infantil de manera integral. Su pasión y empatía los convierten en un equipo comprometido con el bienestar de las familias. Si necesitas ayuda para establecer pautas de sueño autónomo para tu bebé sin renunciar a tu estilo de crianza, están disponibles para brindarte apoyo.

https://duchacenayadormir.com/

Para quién no le conozca todavía, ¿quién es y a qué se dedica? 

Soy Ana, de «ducha, cena y a dormir» y soy asesora del sueño infantil hace 4 años creé mi empresa de asesoramiento de sueño infantil. Ahora, hemos crecido hasta el punto de que somos cuatro personas ayudando a esas familias que lo necesitan. Nosotras nunca decimos que lo que recomendamos es la manera correcta de hacer las cosas, cada familia sabe lo que le va bien. Nosotras estamos para cuando nos necesiten.

¿Cuántos niños y padres han dormido mejor gracias a usted? 

Te diría que más de 5.000 familias a lo largo de estos años.

¿Y qué es lo que se propone en este nuevo libro en «El solucionario del sueño infantil»?

Con este libro, lo que quiero conseguir es que se convierta en una guía con soluciones a los problemas que tengan las familias. Soluciones concretas, un recurso ágil. Las familias que duermen mal, no tienen tiempo, por eso no es un libro que haya que leerse de un principio a fin. Es decir, sin necesidad de conocer toda la historia del sueño infantil, las familias con el libro serán capaces de ver su problema junto con su solución.

Es algo que hemos normalizado hoy día, que los niños no duerman bien…

Creo que sí, que se ha dado por sentado que los pequeños tienen que dormir mal siempre y que no hay una solución a esa situación, con todos los trastornos que ello conlleva. He visto casos de familias, que sufren con resignación que sus hijos se despierten muchas veces durante la noche. No significa que le pase algo al niño, pero esta situación se puede mejorar ya que la mayoría de las personas, necesitan estar despejadas al día siguiente. Por supuesto, no podemos pretender que los niños duerman como nosotros queremos, como adultos. Creo que hay que encontrar el punto medio. Antes se asumía la situación, ahora tenemos herramientas respetuosas para poder mejorar. 

¿Qué es dormir mal? 

La respuesta es compleja y relativa (edad del niño, situaciones familiares, tipo de alimentación…) No puedo darte una definición determinada. Para mí quizá es una cosa y para otra familia es otra o, incluso, cambia en función de la situación familiar. Como he dicho anteriormente, nosotras estamos para cuando lo necesitan. Hay personas que con el mismo número de despertares buscan ayuda y otras que piensan que duermen fenomenal.

Y ahora en verano, solemos ser más nocturnos…

En el verano todo respecto a las rutinas y horarios se complica un poco, pero los niños cuando nacen no saben dónde les ha tocado, por lo que se tienen que ir adaptando al entorno poco a poco. Observar es la clave, si tu bebé se adapta bien y puede trasnochar, está genial, pero si no, quizá hay que adaptar los horarios al bebé más que a la estación del año..

¿Por qué se llama en Instagram @duchacenayadormir? 

Representa una rutina que todos tenemos en la cabeza “ducha, cena y a dormir”. De repente salió el nombre en mi cabeza y me gustó mucho, ya que el concepto de rutinas es fundamental en el sueño y en el descanso. Además, no quería usar la ñ, por lo que no podía usar la palabra sueño.

¿Cumplimos lo de «ducha, cena y a dormir»? 

Es un ejemplo más, pero yo, curiosamente, lo hago al revés y me va muy bien. En el fondo no hay problema en alterar el orden. Lo importante, es que se cree un cierto ritual que no genere sorpresas y, por tanto, que se contribuya a una mejor inducción a la calma previa al sueño.

¿El perfil lo lleva sola? 

El perfil lo llevo yo. El resto del equipo me ayuda con temas con las asesorías para las familias, aunque cuento con ellas para lo que necesite.

¿Recomienda la siesta? 

La recomiendo para todo el mundo, para padres y niños. En el caso de los niños, te diría que hasta los tres o cuatro años, para que su cuerpo no llegue demasiado cansado a la noche y tenga niveles excesivos de cortisol (hormona del estrés) que pueda dificultar que duerma bien. Para los padres es un momento muy importante del día porque se puede aprovechar para descansar o hacer cosas que no podemos hacer cuando los niños están despiertos.

¿Influye que los niños duerman solos o acompañados, de hermanos, por ejemplo? 

Aunque todos los niños acaban alcanzando el sueño autónomo, creo que la compañía de un hermano, por ejemplo, hace que cojan el sueño más tranquilo. También funciona la imitación, es decir, si mi hermano hace esto, pues yo también. Pero, existen las «juergas de hermanos»: uno despierta al otro o cuando se alían para no dormir. Muchas veces hace que si uno es más madrugador despierta al que no lo es tanto. Yo soy partidaria de que duerman juntos, porque al final son momentos que tienen con sus hermanos de complicidad.

¿Están las tecnologías perjudicando el sueño? 

Siempre se ha dicho que evitar las pantallas un par de horas antes de dormir es algo crucial para conciliar el sueño. Yo hice la prueba, dejé de usar el móvil una temporada por la noche y noté que descansaba mejor. La luz provoca que el cuerpo genere cortisol y entonces, es más difícil conciliar el sueño, porque el cerebro se cree que tiene que estar despierto y esto perjudica muchísimo. Hay bastantes casos de niños que por la noche se despiertan y piden dibujos, los padres les pone la tele o el móvil en ese momento, porque así consiguen que el niño no llore. Esto lo veo muy perjudicial para un sueño reparador.

¿Le gustaría en algunos años investigar más allá de los niños, centrarse en adolescentes y adultos? 

Me gustaría mucho investigar de verdad cómo afecta el sueño de los niños en los padres, porque al final ellos tienen que ir a trabajar y no rinden. Tengo bastante información recogida, pero sí que me gustaría investigar mucho más sobre ellos, sobre los hábitos de los padres. 

Hay muchas causas de su poco sueño, de su insomnio, el uso de las pantallas, los horarios de las cenas, pero también la convivencia con niños que se despiertan mucho. Al final eso provoca interrupciones constantes. Vivimos en una sociedad muy exigente y la falta de sueño pasa factura. Hay mucha polémica en redes sociales sobre el tema de las asesoras de sueño, porque se dice que nos hemos inventado un problema para sacar dinero. El otro día hablaba una matrona, que decía que el problema no es el niño, sino la sociedad en la que vivimos. Lo comparto totalmente. El problema lo tenemos nosotros que tenemos que ir a trabajar y no podemos luego dormir. No puedes decirle a tu jefe que tienes un bebé y no vas a ir a trabajar porque estás cansado. Ojalá pudiésemos cambiar eso, nosotras no pretendemos vender algo que no es necesario, sino dar una solución a algo para poder seguir viviendo en sociedad. Aunque pienso como la matrona, el problema no es el niño, obviamente. Pero claro, no vale solo decir eso, hay que buscar una alternativa.

¿Entonces hay otro libro en camino hablando de este tema?

Todavía no, me encantaría. Acabo de lanzar este, me encantaría seguir hablando sobre esto. Y si escribo otro libro pues sería fantástico.

En este libro habla sobre algunos mitos, ¿puede desmentir alguno en esta entrevista?

Hemos hablado de la siesta rebelde, un mito es: “Que no duerma por el día para que duerma por la noche” también, lo es “que se acueste tarde para no madrugar”. Eso empieza a funcionar con los niños un poco más mayores y no con todos. Yo sería la primera que lo haría con los míos, odio madrugar. Por cerrar, en cuanto a mitos. «Dale cereales para que duerma toda la noche”, es un mito muy recurrente que no es cierto. Le va a costar dormir porque tienes el estómago lleno, igual que le pasaría a un adulto.

Ahora con las redes sociales, aumentan estos mitos…

Si, la verdad es que sí, porque al final las redes sociales son un altavoz para todo el mundo, por lo tanto hay muchas opiniones o experiencias propias que se acaban convirtiendo en consejos y recomendaciones. Al final hay sobreinformación de información veraz y de mitos. Y es bastante lío, la verdad. Recomendamos siempre consultarlo con algún profesional, y si ese profesional no te genera confianza, con otro.

¿Qué consejos señala como básicos para mejorar el sueño de los pequeños de la casa?

El sueño es un puzzle de muchos conceptos y de muchas cosas. Observar al niño es fundamental, porque al final, cada niño es distinto y aunque yo te diga que necesita algo, quizá necesita otra cosa, me puedo equivocar. Hay que observar y ser muy constante con sus horarios y con los cambios que quieres hacer. Si quieres cambiar algo, tienes que mantenerte firme, porque si no el niño no lo va a entender. Quiero puntualizar que para dormir no es necesario dejar llorar a los bebés.

Existen otras maneras de mejorar esas noches, que no consiste en dejarlos en la cuna llorando y cerrar la puerta. Nosotras trabajamos de manera respetuosa, con los niños y cuidadores, escuchándolos… Siempre decimos que hay que calmar al bebé. Los padres son todo para sus hijos y eso es lo que queremos transmitir.