FOTOGRAFÍA: MÓNICA REBOLLO
Alice Kellen ha publicado su nueva novela «Donde todo brilla» (Planeta), habla con The Citizen para hablar sobre el amplio universo literario que ha creado, difícil de olvidar con sus libros «Nosotros en la luna», «El mapa de los anhelos» o «33 razones para volver a verte». Esta vez, nos traslada a un pueblo costero con las vivencias de Nicki y River Jackson, dos protagonistas inseparables que consiguen bucear en las profundidades del corazón y rescatar pedazos de lo que fueron para entender que fue aquello que les rompió. Esta autora nacional de literatura contemporánea arrasa en el mercado y ya se encuentra en preparación de su próxima historia que verá luz en el próximo año.
¿En qué momento de su carrera profesional se encuentra actualmente?
Nunca me lo había planteado. No sé, creo que estoy en un momento muy dulce y muy agradecida por las lectoras, al final son ellas las que consiguen todo esto y las que sobre todo, por el boca a boca hacen que sea posible. También estoy en un punto de tomar decisiones, cada novela tiene un poco más de presión porque no quieres decepcionar a nadie, quieres hacer cosas nuevas y seguir creciendo como autora, te planteas entonces muchas cosas ahora mismo.
¿Se considera una autora consagrada o sigue teniendo inseguridades a la hora de publicar?
Nunca se deja de tener inseguridades, siempre hay gente que sí las deja a un lado ¡qué afortunados! yo siempre dudo y creo que es bueno porque hace que te preguntes cosas y eso siempre te da más amplitud. Siempre me planteo un montón de variables, nunca estoy al 100% segura. Tengo además, esa expectativa de mejorar y de superarme a mi misma y de que en cada novela puedo hacerlo mejor.
¿Qué tipo de música suele escuchar? ¿La utiliza para escribir?
Soy súper variable en música, o sea, es que no sabría decir un tipo. Escucho mucha música, todo tipo de música. Y luego cuando escribo hay veces, sobre todo cuando pienso en la historia más que a veces cuando estoy escribiendo que hay canciones que me inspiran o me ayudan y yo suelo crear playlist mientras estoy haciendo el proyecto y meto ahí las canciones que me están acompañando en ese proceso. Entonces luego como ya está hecha, pues la comparto con las lectoras y la dejo ahí en mis redes sociales. Y bueno, si alguna lectora lee esto podrán ver las canciones que me inspiraban a mí mientras escribía.
¿Y qué canciones le han inspirado en este caso para «Donde todo brilla»?
Hay de todo, luego por ejemplo hay un cantautor chileno con el que abro la novela y me inspiró muchísimo.
¿Qué tal se maneja en las redes sociales?
Pues por ejemplo en Facebook, hace años que ya no entro al igual que Twitter. Lo dejé hace un año porque no lo entiendo. Instagram lo uso, pero de manera profesional. Pero aún así, aunque casi todo sean cosas de novelas o a veces, o si subo un post en el blog o aún así es inevitable subir alguna que otra cosa. Yo no comparto mi vida privada, nunca he compartido a mi pareja o mis amigos. Aunque sea, compartes una película que te ha gustado, o un libro o bueno, o tu manera de ver algo. Entonces al final siempre, por mucho que quieras no tener esa división, tampoco es una red social corporativa, digamos. O sea, eres tú y es muy difícil separar del todo y siempre muestras cosas de ti, o sea, no puedes evitarlo. Pero sí pienso que hay que tener cuidado, sobre todo si son las redes laborales. A mí no se me ocurriría eso de subir una foto de una barbacoa con mis amigos y mañana promocionar un libro. Tienes tu sello y cada uno tiene que sentirse cómodo, lo que subas tiene que representarte.
¿Twitter no lo usa por algo en concreto?
Lo que a mi me pasó fue que me di cuenta de que no tenía nada que decir. Nunca se me ocurría ningún tuit, lo escribía y luego decía, ¿esto a quién le interesa? Lo borraba y al final no lo publicaba. Y entonces creo que fue como en junio del año pasado, la última vez que estuve y decidí quitármelo. Y luego a veces me deprime un poco, son manías. Es muy difícil lo de las redes sociales. Ahora justamente en pleno lanzamiento, pues estás ahí a tope y además me aturde un poco. Normalmente, a lo largo del año yo tengo una limitación en Instagram de 30 minutos al día para intentar no usarlo y como mi norma a partir de las 21:00 de la noche, nunca uso nada ya dejo el teléfono. Leo, veo una serie, hablo…porque es que enganchan muchísimo. Es muy difícil poner límites y sobre todo, como siempre te están hablando y entonces es como un ruido constante que también tienes que saber diferenciar.
¿Qué fue lo último que hizo por primera vez?
Lo último que he hecho hasta ahora, a bote pronto que me viene a la cabeza algo es que el otro día tuve una comida con periodistas, por primera vez.
¿Qué supone esta nueva novela en su vida?
Es una historia de crecimiento y que se conecta con las lectoras que me siguen durante todos estos años. También creo que se dirige un poco a una línea más madura, más adulta, poco a poco. Se puede hablar también de esa transición y que no se queda solamente en cuando los protagonistas tienen a lo mejor 20 años, sino también como el paso del tiempo. Y bueno, también es la primera vez que hago una novela más coral, no se me dan muy bien los personajes secundarios. Quise animarme a probar porque nunca les he dado peso, no sé cómo manejarlos y me costó un poco porque no lo tenía muy claro. Quería probar con esta nueva novela, que tuviese un aire más coral y conociésemos el entorno un poco más.
¿Qué importancia tiene para usted el mar?
Al final cuando empiezas con una novela, te gusta que las lectoras se transporten, que les evoque un recuerdo. Esta novela era el pueblo costero, es el entorno que más se desarrolla. Al final, es importante porque también conduce parte de la trama y los define a ellos como su raíz, en ese lugar donde al final siempre se encuentran y al que siempre puedes volver.
Tiene drama, comedia…¿qué hace para que no le falte nada al libro?
Siempre lo intentas. En este caso venía de una novela mucho más intensa. Mi última novela «El mapa de los anhelos», era mucho más intensa y reflexiva. Creo que esta novela tiene partes de drama o trata temas más difíciles. Luego, tienes personajes como la abuela que oxigenan toda la historia y porque la vida es un poco así. El final es no todo triste, todo es alegre, no hay como picos. Hay veces situaciones que están mal y de pronto es risa, o al revés. Al final es la vida misma.
En esta novela aparece la muerte, ¿tratamos siempre de esconderla?
No es algo que nos guste porque no es agradable. Nadie quiere pensar en la muerte de sus seres queridos o en su propia muerte, es un poco incómodo. También es uno de los temas que más nos atraen. Porque sabemos al final, que todos vamos a morir. Y entonces, claro por eso se escribe tanto sobre el duelo o sobre la muerte. Cada uno puede darle otra perspectiva, no siempre es la misma y no siempre nos sentimos igual.
Solemos hablar de amor propio, ¿es un concepto del que se habla mucho, pero se practica poco?
Es muy difícil, todos y todas queremos querernos muchísimo, ser seguros y tener una autoestima por las nubes. No flaquear y no dudar, pero en la práctica todos somos humanos y tenemos debilidades. Creo que también está bien que nos permitamos tener debilidades y tener vulnerabilidades. Al final, eso también despierta la ternura y poder apoyarnos en nuestros seres queridos, para poder tener momentos más bajos. Hay que seguir hablando, no podemos ponernos la presión de que tenemos que ser súper seguros y poder con todo. Al final, no todo es blanco ni negro, no es un camino. Es un largo camino y a veces, consigues superar algunas cosas. En estos temas, la vida va cambiando y van surgiendo, no tienes las mismas preocupaciones ahora que hace diez años, tienes que aprender a lidiar con esas cosas.
¿Con qué imágenes heredadas o soñadas ha creado a los personajes?
En la parte de la infancia de Nicki tiene mucho de la mía. Es la parte de la niñez, yo tenía un perfil de niña más fantasiosa. Tenía un entorno familiar cálido y confortable. De pronto, llega la adolescencia, te arrancan de la infancia y el juego de toda fantasía te lanza al monopatín y tienes que aprender a encontrar tu lugar en el mundo.
¿Te preocupan las relaciones de los jóvenes de hoy día?
La de los jóvenes y la de los adultos, en general. Creo que es un tema constante, al final, las relaciones y los vínculos es algo que nos pasa a todos. Probablemente no sea como lo que deseamos, dudamos y hay conflictos, tenemos más miedo y todo gira en torno a eso.
¿Cómo maneja la distancia entre sus gustos y tener esa solidez como escritora?
Mis gustos son muy variados, por desgracia. Entonces, siempre tengo conflictos porque siempre me apetece hacer todo. También tienes, que a veces centrarte un poco y yo soy muy dispersa. Al final haría un montón de cosas en la novela. Entonces intento pensar, ¿qué quiero con esta novela? O sea, ¿qué tipo de novela quiero hacer ahora? Por ejemplo, si venimos de una novela más adulta, a lo mejor haces algo un poco más enfocado a las lectoras que te siguen hasta ahora. Y bueno, y de vez en cuando permitirse también hacer novelas que sabes que quizá que a ti te llenan, pero que sabes sacarlas a la venta, que no van a gustar tanto a tu público general, que puede gustar más o menos. No digo la manera más global, pero es que no pasa nada. O sea, yo pienso que que de verdad no pasa nada porque ha dado la vuelta y me ha gustado es la siguiente. Hay que probar y hay que experimentar, hay que permitirse también jugar y que sea algo divertido y que ya no sea decir vale, funciona, sería muy aburrido y de algo creativo cuando ya se vuelve monótono y es como que pierde toda la gracia.
Con esta novela hace que la lectora se ponga en la piel del protagonista pero, empatiza con los «malos», ¿era lo que buscaba?
Todos los personajes tienen una razón para hacer lo que hacen. O sea, al final todos tenemos. Lo que pasa es que es muy difícil profundizar porque había muchos secundarios y claro, hay muchos temas. Me hubiese gustado hablar más en esta novela. Pero a la larga tenías que tenía que ir cortando porque, en cada personaje te planteas en qué momento ha llegado a ser así, a sentirse así. Pero claro, la idea es ver las cosas desde diferentes perspectivas, sin plantearte, sin plantearte tanto el este es malo, está pasando esto y cada uno, cada personaje por aquí tiene sus cartas.
¿Alguna pregunta que no le hayan hecho sobre el libro?
Pues no me han preguntado por la cubierta, que es simbólica porque tiene dos caminos que se encuentran en el mismo lugar, estando en direcciones opuestas.
¿Qué tiene planteado para estos meses?
En 2024 viene otra novela, estamos ya metidas en un nuevo proyecto. Normalmente no escribo cuando estoy en época de documentación. Pero, voy documentándome o preparando, un poco de todo. Todo sigue igual y la próxima ya mismo sale.
Ficha técnica de DONDE TODO BRILLA
