Un año más la Comunidad de Madrid celebra el Día Mundial de la Animación, en esta ocasión con una amplia programación los días 20, 21 y 27 de octubre en diferentes espacios culturales. Aprovechando la efemérides hemos querido hablar con Víctor Monigote, responsable de “La Gallina Turuleca” con la que se hizo con un Premio Goya en el año 2021, y que acaba de finalizar el cortometraje “WAN”, su primer trabajo totalmente personal. 

 

¿Qué le llevó a la animación y cómo ha evolucionado su carrera en esta industria a lo largo de los años?

La animación siempre ha estado presente en mi vida debido al amor que tengo por el dibujo. Desde pequeño, me enamoré de la animación gracias a mi tío, quien era acomodador en el cine Imperial, un cine dedicado a los niños que solía estar en la Gran Vía. Pasaba horas viendo películas animadas, y eso despertó mi interés por la animación. Posteriormente, me dediqué al cómic y la ilustración, lo que me llevó a trabajar en el cine, incluyendo Disney. Trabajé en el departamento de arte y storyboard, lo cual es muy similar a dirigir la animación. La transición fue bastante natural, ya que contar una historia en cómic es casi como crear una película animada en viñetas. Siempre tuve el deseo de contar historias, aportar ideas y desarrollar mi estilo de humor gamberro y estrambótico. También quería llevar la filosofía de vida de mi grupo a la animación y disfrutar de la vida. Después de trabajar en cómics y hacer storyboards para películas, me pareció lógico dar el paso hacia la animación, ya que el storyboard y las animáticas son casi como una película animada en sí misma.

 

¿Prefiere ser diseñador de personaje o director de arte?

Son dos cosas diferentes. Es como si me preguntaran si prefiero comer cochinillo asado o tomar un café con tostadas. Me gustan ambas cosas, aunque esta vez hablamos de trabajo. Me encanta dirigir y la posibilidad de contar historias de manera original, curiosa, sorprendente y emocionante. Sin embargo, también puedo expresar esas mismas cualidades al diseñar personajes. Cuando diseñas un personaje, debes darle vida, pensar en sus detalles como lo que come, cómo duerme, dónde vive, cómo camina, si tiene una cojera, si está triste, si le han abandonado, si es un depresivo sin sentido o si está feliz. Diseñar personajes puede ser una forma de contar una mini historia sobre ese personaje, lo que da vida y profundidad a un dibujo, y eso me gusta mucho. La verdad es que no sé cuál prefiero. Son trabajos distintos, y hay aspectos de la dirección que me encantan, pero otros que me resultan pesados, como revisar cada cuadro para asegurarme de que esté bien colocado e iluminado. Por otro lado, la creación de personajes me maravilla y disfruto mucho de estar en mi estudio, dibujando y creando. Dibujar es lo que más me gusta en el mundo. Todo lo que hago, incluido lo que dedico mi tiempo, es una consecuencia de mi amor por el dibujo y el arte. Así que, en última instancia, soy feliz en ambas formas de trabajo. Creo que depende de las circunstancias y del proyecto. Algunos proyectos son muy divertidos de dirigir, y hay personajes que me encanta dibujar. También he tenido que diseñar personajes que no me gustaban mucho y eso no me hacía feliz. La vida no es tan simple, y creo que eso se refleja en mi elección entre estas dos formas de trabajo.

Me encanta dirigir y la posibilidad de contar historias de manera original, curiosa, sorprendente y emocionante. Sin embargo, también puedo expresar esas mismas cualidades al diseñar personajes”

Como mencionamos al principio, trabajó para Disney y otros estudios importantes. ¿Qué lecciones aprendiste de esta experiencia y cómo las aplicas a tu trabajo actual?

Lo más importante que aprendí fue a ser profesional. Cuando entré en Disney a los 18 años, era un joven despreocupado más interesado en la diversión, la fiesta, las motos y dibujar lo que me apeteciera que estar interesado en el trabajo. En esa época, dibujaba robots, muertes, sangre, monstruos, extraterrestres y escenas apocalípticas. Pero en Disney, aprendí a ser un profesional. Aprendí a cumplir horarios, a dibujar un triste teléfono con la misma dedicación y amor que si estuviera dibujando uno de mis seres monstruosos. Aprendí a dar vida a un osito repipi con la misma profesionalidad y arte que a un zombi. Esta experiencia me sirvió para desarrollar una ética de trabajo sólida y aprender a entregar con calidad, sin importar lo que estuviera dibujando. Trabajar en Disney también me enseñó muchas técnicas que en ese momento eran analógicas, ya que no existían las computadoras como hoy en día. Todo se hacía a mano, con lápices, papel y aerógrafo.

Lo que sé ahora es muy diferente de lo que aprendí en ese momento, ya que las herramientas y tecnologías han cambiado. Ahora trabajo con una computadora y una tableta, lo que me brinda mucha flexibilidad. Otra experiencia que me ayudó a aprender a trabajar en esta industria fue hacer el servicio militar, que era obligatorio en esa época. Tuve la suerte de ser asignado a un estudio de dibujo militar y comencé a trabajar allí a los 16 años, desde las 08:00 hasta las 15:00 todos los días durante dos años. Mis superiores en el estudio de arte militar me enseñaron mucho y me ayudaron a controlarme y aprender a trabajar en proyectos, incluso si no me gustaban personalmente, entregándolos como si me encantaran. Aprendí a ser disciplinado y profesional en ese entorno. Estas lecciones las aplico a mi trabajo actual, donde siempre trato de dar lo mejor de mí, independientemente del proyecto en el que esté trabajando.

 

Bueno, “WAN” es su último cortometraje. ¿Qué te inspiró para hacerlo y qué lo hace especial en tu trayectoria?

Bueno, te responderé en cuanto a lo que lo hace especial. En primer lugar, “WAN” es la primera vez en mi vida en la que trabajo en un proyecto completamente personal, parido de mis entrañas. Siempre había trabajado como director freelance en películas para otros, pero este cortometraje es una tarjeta de presentación para un estudio de animación que hemos establecido en Madrid: OTTOM IDEAS. Estamos buscando un estilo propio basado en mi manera de dibujar, que es muy diferente a lo que hago he hecho hasta ahora. Siendo sincero, solía dibujar cosas mucho más arriesgadas, oscuras y underground ciertamente poco “vendibles”, pero tenía que ganarme la vida y trabajar en proyectos más comerciales, como «La Sirenita.» Ahora, un amigo de toda la vida me convenció de lanzar este proyecto propio, un estudio de animación para adultos. Aunque no sea la opción más rentable, es lo que realmente nos apasiona. No quiero morir sin intentarlo. Estamos empezando con “WAN” que es la apertura para trabajar en una película más larga que he tenido en mente durante 26 años. Casualmente, encontré el registro en la propiedad intelectual que hice hace 26 años al registrar el guion. Durante todos estos años, he estado trabajando en otras productoras y películas, sin poder desarrollar este proyecto. Pero ahora, llegó el momento.

Este proyecto ha estado conmigo durante toda mi vida, ya que me fascina el mundo prehistórico y el origen de la humanidad. Siempre he tenido un interés profundo en pensar sobre cómo evolucionamos como especie. El mundo de la prehistoria es fascinante, ya que es muy animal y transparente, se podría decir que es muy “básico”, lo que me permite explorar cómo aprendemos y evolucionamos en nuestras vidas de una forma muy clara. El guion de “WAN” aborda el origen de la humanidad, el desarrollo de la inteligencia, las emociones, la bondad y el amor. Nos cuenta la historia de un héroe y su crecimiento, un tema recurrente en muchas películas. Este cortometraje sirve como una presentación de nuestro nuevo estilo y técnica. Hemos innovado mucho, experimentado con la mezcla de tecnologías y resuelto problemas en el proceso. Hasta hemos recibido elogios de los desarrolladores de software por nuestras soluciones!!. Estamos muy contentos con el aspecto visual del cortometraje, que también queremos llevar a la película larga. Para mí, ha sido una experiencia gratificante. Por supuesto, la opinión de los demás es subjetiva, pero estamos orgullosos de lo que hemos logrado.

 

¿Y cómo suele equilibrar esa línea de la creatividad, lo que tú tienes en su mente y luego ponerlo en marcha?

Sí, en mi caso, siempre tengo un productor que se encarga de poner los pies en la tierra. Sin embargo, durante las primeras etapas, como escribir el guion o desarrollar una idea, lo hago dejando que la imaginación fluya libremente. Escribo la historia que quiera, sin preocuparme por el costo. A menudo, durante esos primeros momentos, puedes soñar con situaciones épicas y escenarios extravagantes, solo para después reducir las ambiciones a algo más realista y económico. Conforme avanzo en esos procesos posteriores, empiezo a pensar en cómo abaratar costos y encontrar soluciones para hacer que el proyecto sea viable. Puedo pensar en cuáles elementos son cruciales y dónde puedo invertir más recursos, incluso si es costoso, porque lo vale.

Estas discusiones sobre el presupuesto generalmente las tengo con el productor, quien me aconseja y toma decisiones finales sobre lo que se puede hacer y lo que no. Pero al principio, aproximadamente el 10% 90% de la tormenta de ideas lo hago sin pensar en el presupuesto, y luego regreso para ajustar el proyecto en función de las limitaciones financieras.

“La música y el sonido tienen un papel crucial en la narrativa cinematográfica. Pueden enriquecer una historia de manera excepcional.”

En su opinión, cuál es el papel de la música y la banda sonora en la animación? En lo que haga, considerando también que tú, que eres músico, estás en todos sitios.

Para mí, la música es fundamental en la animación y en el cine en general. En mi vida, he tenido muchas inquietudes y he estado involucrado en diferentes formas de arte, incluyendo la música. Mi grupo de música tenía una fuerte influencia artística, y la música que creamos se conectaba con mis otras pasiones, como el dibujo y la animación.

La música y el sonido tienen un papel crucial en la narrativa cinematográfica. Pueden enriquecer una historia de manera excepcional. Una película bien acompañada de música y sonidos puede comunicar emociones y mensajes de manera efectiva, a menudo con menos necesidad de diálogo o imágenes complejas. Un ejemplo notorio es Sergio Leone, quien, en sus películas, rodó escenas después de tener la música compuesta por Ennio Morricone. La música de Morricone se convirtió en un elemento esencial en la construcción de la narrativa visual. A menudo, las secuencias más icónicas se crearon en torno a la música, y eso muestra cuán importante es la música en el cine. La música tiene un peso igual al de la animación en una película, y su influencia en la experiencia del espectador es innegable.

¿Cómo se sintió cuando gana el premio Goya a la mejor película de animación?

Ganar el premio Goya a la mejor película de animación fue una experiencia emocionante y sorprendente para mí. Nunca pensé que llegaría tan lejos en el mundo de la animación. Mi entrada en este campo comenzó con roles como el arte, storyboards y diseño de personajes, pero con el tiempo, terminé dirigiendo, lo que fue una evolución natural basada en mi amplia experiencia artística en general.

La verdad es que me sentí muy ilusionado y gratamente sorprendido, tanto por el premio Goya como por el Premio Platino, que también es un prestigioso galardón iberoamericano. Estos reconocimientos me abrumaron, en parte, porque sentí la responsabilidad de mantener o superar las expectativas en mis proyectos futuros. A pesar de esto, tengo la intención de seguir haciendo lo que me apasiona y continuar explorando mi creatividad en el mundo de la animación y el arte en general.

 

¿Cómo suele mantenerse actualizado en cuanto a todas las tendencias nuevas que salen y también la tecnología que está a la orden del día?

Mi enfoque en mantenerme actualizado en cuanto a las tendencias y la tecnología es bastante deficiente, debo admitirlo. Al principio, solía pensar que debía aprender todas las tecnologías del mundo, lo que me llevó a experimentar mucho estrés durante muchos años mientras trataba de dominar todo. Aun ahora, de vez en cuando, me tomo el tiempo para aprender nuevas tecnologías o programas, pero no puedo decir que esté constantemente actualizado.

Por ejemplo, para crear este cortometraje, tuve que aprender a usar Blender y explorar tecnologías como las gafas Oculus, lo cual implicó dedicar horas de sueño a investigar. Sin embargo, lo que he aprendido recientemente es que no necesito saberlo todo ni hacerlo todo por mí mismo. Delegar es esencial. Aprender lo suficiente sobre un programa para comprender sus capacidades y cómo se alinea con lo que quiero lograr, y luego colaborar con personas que son expertas en ese programa es una estrategia más eficiente. Al final del día, lo importante es que se haga un trabajo de alta calidad, ya sea por mí mismo o en equipo.

 

¿Cuál es el consejo más valioso que has recibido a lo largo de tu carrera en animación?

El consejo más valioso que he recibido es saber cuándo parar de añadir detalles. Me encanta mi trabajo y tiendo a obsesionarme con los detalles, lo cual puede llevarme a complejizar las cosas innecesariamente. Este consejo es más bien humano y me ha ayudado a entender que la perfección es enemiga de lo bueno. No siempre es necesario hacerlo todo a la perfección. Mi padre solía decirme que hiciera todo lo mejor posible, pero a lo largo de mi vida he aprendido que no siempre es necesario hacerlo todo al 100%. A veces, menos es más.

 

¿Qué planes futuros o proyectos te acompañarán en los próximos meses?

Mis planes futuros dependen en gran medida del éxito de mi cortometraje actual, “WAN” «One». Lo presentamos recientemente, y no podremos lanzarlo hasta marzo porque ganamos el premio al mejor corto en el Festival de Medina del Campo. Esto marca la primera vez en la historia que un corto de animación gana el premio al mejor proyecto de corto en ese festival, lo cual es emocionante. Mi sueño sería que alguien viera el corto, quedara impresionado con el estilo visual y la historia, y decidiera hacer una película basada en ello (la cual ya está más que encaminada, jejeje). Sería mi mayor felicidad, pero entiendo que eso es un camino paralelo.

Por otro lado, me entusiasma dirigir la película de Super Things, que comenzará su producción en mayo. La preproducción comenzará en aproximadamente un mes y medio. Estamos trabajando en los guiones y daré forma a la historia con los superthings supervivientes, unos juguetes populares entre los niños. Me han dado libertad para incorporar mi estilo de humor gamberro, lo cual me hace muy feliz. Cada proyecto es un camino diferente, y no todas las oportunidades requieren que todos mis esfuerzos estén en la misma cesta al mismo tiempo.

Por cierto, aprovechando los actos que va a llevar a cabo la Comunidad de Madrid desde su Consejería de Cultura quería poner de manifiesto el apoyo tan importante que recibe el sector de la animación desde la Comunidad de Madrid, gracias a ello hemos podido sacar a delante este proyecto y espero que no sea el último en el que colaboremos juntos!!… que para eso soy gato puro y de la Bombi!!!