Me llamo Marta Sebastián y llevo 3 años autopublicando. Tres años publicando y toda la vida escribiendo. Estoy convencida de que creaba historias incluso antes de aprender a leer (y eso que aprendí a hacerlo mucho antes de lo habitual). Terminé mi primera novela con unos diez-once años, con catorce aprendí la necesidad de documentarme para crear una historia más profunda… Y así pasé años y años llenando cuadernos y cuadernos… Hasta que, un día, miré una de las historias que había terminado meses atrás y supe que era el momento de cumplir mi sueño, de hacer que esos personajes que convivían conmigo volaran hacia otras personas, hacia otras cabezas…
No me plantee mandar mi manuscrito a ninguna editorial. No porque no tuviera fe en mi novela. Todo lo contrario. No necesitaba que nadie me dijera que merecía salir a la luz. Lo sabia. Y un libro es como nuestro hijo y así somos los padres, nos gusta controlar. Controlar cómo van creciendo, cómo evolucionan… incluso cómo interactuan con la gente que les rodea.
Y la autopublicación nos permite eso. No es fácil. Que nadie diga que lo es. A no ser que lo único que quieras es escribir un borrador y subirlo directamente a Amazon. Que sí, que habrá gente que lo hará. Pero la mayoría nos tomamos esto muy en serio.
Dicen que autopublicar es gratis… tampoco es cierto. Y no, no voy a tener en cuenta las horas y horas que pasas escribiendo, documentándote… Esas, para bien o para mal, es algo que va intrínseco en nosotros, en nuestra manera de ser, de vivir… No. Me refiero a todo lo que viene después de poner la palabra fin a nuestro borrador: correctores, portadistas, maquetistas, etc… Sí. Puedes hacerlo tú mismo. A lo Juan Palomo. Pero, ¿quieres darle un toque profesional a tu trabajo? ¿Quieres darle la mayor calidad posible a tus lectores? Entonces, siempre hay que ponerse en manos de profesionales. Puedes ser muy bueno en ortografía, por ejemplo… Pero os aseguro que puedes releer mil veces una frase y no darte cuenta de que hay un error más grande que el Empire State. Por eso, siempre que se pueda, conviene usar profesionales. Gente preparada para eso. Porque nuestros lectores se lo merecen.
Y publicas tu libro, con toda la ilusión del mundo. Yo recomiendo no hacerlo solo en digital, si no también en papel. Porque el papel tiene una magia que ningún lector de ebooks te va a regalar. Y ese momento, cuando te llega tu libro en papel… Es magia. Ningún escritor debería perderse esa sensación. Además, bastantes puertas te van a cerrar como para cerrarlas nosotros solitos.
No voy a hablar de las ventajas de Amazon, de los motivos por los que es la página líder en la autopublicación. El gran monstruo yanqui ya se defiende él solito y por internet nos podremos encontrar miles de artículos explicándonos como subir nuestro manuscrito a su página.
Lanzas tu libro al universo y, de pronto, te encuentras con que estás en medio de un mar enorme, lleno de muchos peces y no sabes cómo hacer que la gente vea tu libro. Y puedes cometer muchos errores… Por favor, nunca mandéis por privado (ya sea en twitter o en facebook) un mensaje de “ey, he publicado mi libro, este es el enlace de compra”. A no ser, claro que sea muy amigo tuyo y te lo pidiera él antes… Si vais a pedir a un blog que os reseñe, lo mínimo es saber si tu libro encaja en el perfil del blog. Y a la hora de hacer publicidad, intenta ser original.
¡Qué fácil es decirlo! Lo sé. Os habla una persona que odia, pero mucho, el marketing… Es más, actualmente tengo a dos personas encargadas de publicitar mis obras… Porque no me da el tiempo para más. Pero en mis inicios… Te sientes perdida. Y vas cotilleando como lo hacen otros. No os desesperéis si veis que no conseguís las ventas que os gustaría. Es normal. Os llevaréis más de una decepción, personas que pensabais que sí o sí iban a leeros… No lo harán. Pero poco a poco, con persistencia y mucha entrega… Las ventas llegarán. Si les preguntas a los grandes nombres de Amazon te dirán que para vender mucho hay que tener muchos libros… Y sí, claro… Un libro siempre lleva a otro. Si a alguien le gusta uno de tus libros, seguramente leerá los demás… pero cuidado… que la calidad es muy importante. Algunos escritores se obsesionan con publicar un libro cada poco y acaban haciendo copias de si mismo (¡o de otros!). Vuelvo a repetir: nuestros lectores se merecen lo mejor.
Esto es una carrera de fondo donde muchas veces te vas a sentir cansado. Donde muchas veces te vas a sentir muy solo. Donde muchas veces vas a plantearte si merece la pena… Sí. Lo merece. Siempre habrá gente que te de consejos, que te diga cómo tienes que hacer las cosas… Y sé que suena raro lo que te voy a decir pero NO siempre tienes que hacerles caso. Has tomado la decisión de autopublicar, has tomado la decisión de tener el control de tu obra… No es el momento de hacer algo que no te convenza. Y no pasa nada si te equivocas, aprendemos cuando nos levantamos… Y vas a cometer errores. Más de los que te gustaría. Pero irás mejorando… Lo único importante es fiel a ti mismo, no pretender parecerte a nadie más… Y quizás cueste un poco más… Pero el resultado merecerá la pena. Porque si hay algo en donde la autopublicación supera con creces a la publicación tradicional es que te permite ser tu mismo y eso… Eso no tiene precio.