Mucho se esperaba, y mucho ofreció, de la comparecencia voluntaria de Don José Manuel Rodríguez Uribes, a la sazón actual Ministro de Cultura y Deportes, en el Congreso de los Diputados. Y es que el Señor Ministro, al margen de otras cuestiones relevantes en materia cultural, pasó a explicar las líneas maestras del borrador de la denominada “Ley del Cine”, detallando que los largometrajes que sean dirigidos por mujeres tendrán la consideración de “obras difíciles”. Hay que recordar que su inclusión en esta categoría (que equipara estos trabajos a los cortometrajes y las coproducciones extranjeras o en otras lenguas españolas) hace que este tipo de largometrajes puedan optar a un aumento de ayudas públicas de hasta un 75%, anunciando por otro lado que en el cómputo total de las subvenciones públicas en el ámbito cinematográfico un 35% del crédito en cada categoría se reservarán para proyectos que tengan a una mujer como Directora.
«…pasó a explicar las líneas maestras del borrador de la denominada “Ley del Cine”, detallando que los largometrajes que sean dirigidos por mujeres tendrán la consideración de “obras difíciles”
Medida que si se analiza con calma produce, como poco, perplejidad. Porque para comenzar, sin entrar a valorar la cuantía e idoneidad de esas ayudas anunciadas, resulta sumamente difícil de entender el sorprendente planteamiento de solo apoyar la incorporación de la mujer en el rol de Directora de un proyecto audiovisual, cuando en un trabajo cinematográfico existen funciones de igual envergadura e importancia como pueden ser por ejemplo la de guionista o productora, y que en el literal del borrador presentado quedarían fuera de su alcance. Pelin antiguo, da la sensación…
Pero si se sigue buceando en la propuesta del Ministerio hay más… mucho más, porque al margen de la a nuestro juicio equivocada especificidad de función, resulta incomprensible que se haya orillado a un sector de tanta relevancia y prestigio como es la animación, dejándola fuera de estas ayudas. Porque hay que recordar que existen muy pocos ámbitos del mundo audiovisual (por no decir ninguno) en el que las mujeres tengan un papel tan preponderante como en el mundo de la animación audiovisual. Así hay que recordar que por ejemplo en las multipremiadas y reconocidas “Buñuel en el laberinto de las tortugas” o “Klaus” alrededor del 50% del equipo eran mujeres, dándose la triste paradoja de que la única representante del sexo femenino nominada a un Premio Oscar como es Marisa Román, codirectora de “Klaus”, no hubiera podido optar a las subvenciones anunciadas por el Ministro. Pues muy bien ¿no?.
«Estas medidas recién anunciadas no hacen sino que acentuar el poco apoyo que recibe la industria de la animación de parte de los poderes públicos»
Y es que estas medidas recién anunciadas no hacen sino que acentuar el poco apoyo que recibe la industria de la animación de parte de los poderes públicos, lo que por ejemplo ha llevado a que pese la indudable calidad de productos como las citadas “Buñuel en el laberinto de las tortugas” o “Klaus”, trabajos reconocidos internacionalmente, se haya pasado de producir en el 2019 en España seis largometrajes de animación a solo estar previstos dos estrenos para este 2020. Y eso no es producir una “obra difícil”… pues para el Ministerio no. Parece claro que la categorización como “obra difícil” a los productos de animación sería una medida imprescindible para el fomento de este sector audiovisual en el que pese a todo somos una potencia internacional, y que por supuesto es absolutamente necesario ampliar el espectro de trabajos que puedan optar a una subvención por ser dirigidas por mujeres a todo el ámbito cinematográfico, incluyendo como es lógico y de justicia, al mundo de la animación.
Esperemos que el borrador se quede solamente en eso, en “borrador”, y en el proyecto definitivo el sector de la animación tenga el apoyo que se merece por tantos y diversos motivos, como por ejemplo que siendo solo el 4% de las empresas del audiovisual llegan a generar el 20% de empleo en el sector. Se lo merecen.