Lorena González es una de las caras más reconocibles del histórico programa de deportes “Estudio Estadio”. Pese a su juventud, ha trabajado en la Cadena COPE y radio ONDA CERO, y está considerada una de la mejores entrevistadoras del periodismo deportivo español del momento. En la actualidad colabora en Teledeporte, Canal 24H, MARCA, GOL Tv y Panenka. Moderada y afable, en el cara a cara muestra la misma imagen de serenidad que transmite en televisión.
¿Quién es Lorena González?
Una treintañera catalana, que decidió irse a Madrid con 18 años y la pelea todos los días, que nunca quiere dejar de aprender. Se me acumulan las inquietudes… Disfruto de las pequeñas cosas, me puede la curiosidad y la autoexigencia. Excesivamente sensible y muy campechana… Intento ser normal, que a veces parece que es lo que más cuesta en este mundo loco.
¿Cómo decide entrar en periodismo deportivo?
Yo siempre quise ser periodista. De siempre me encantó leer y escribir. El deporte y el fútbol lo he mamado en mi casa desde bien pequeña, cuando mi padre era entrenador y le acompañaba a todas partes… Me licencié en filología hispánica y me especialicé en literatura hispanoamericana, una de mis pasiones. Pero mientras terminaba el posgrado de Periodismo, conseguí una beca en Deportes COPE. Y en esto sigo, ya ve las vueltas que da la vida…
Su primer trabajo fue en la Cope…
Como periodista sí, pero llevaba años trabajando para poder mantenerme en Madrid. Eran unas prácticas de verano, que coincidieron con una época muy confusa, ya que terminaba la época de Abellán y se avecinaba el desembarco del equipo de la SER, con Paco González a la cabeza. Si siendo becarios teníamos difícil la continuidad, en esa situación ni te cuento. Ellos entraban cuando yo terminaba la beca, temía el que no iban a poder conocer lo que yo podía aportar, saber cómo trabajaba, etc. Pero me dio tiempo a coincidir con ellos durante veinte días y Paco me ofreció a quedarme. Ya tenía apalabrada mi entrada en MARCA TV, donde estuve siete meses. Preferí volverme a COPE y allí estuve cinco años más. Hasta que llegó ONDA CERO con una propuesta que a priori cumplía con todas mis expectativas del momento.
También ha trabajado en Onda Cero, ¿encontró muchas diferencias en la forma de trabajar del equipo de la Cope y el de Onda Cero?
No mucha, la radio es auténtica en todos lados… La televisión es diferente porque tu soporte visual es fundamental, y eso te limita más, en cambio en radio no, tienes esa libertad. Pero al final el trabajo en una redacción es muy parecido, sobre todo en los espacios nocturnos, donde el estilo es sosegado y analítico.
Ha trabajado en radio, prensa escrita, televisión, internet… ¿Cuál es su medio preferido?
Dificil decantarme… He estado varios años en radio y la adoro, creo que es el medio más directo y veraz, el que menos se puede manipular. Tiene que ver con el momento y con la capacidad de poder adaptarse a todos, te llena de recursos. La radio me tocó cuando se tenía demasiado en cuenta el físico de las mujeres periodistas, así que me permitió sobreguardar mi imagen. Me sigue dando miedo el que me juzguen por un determinado aspecto. Si sólo pensara en dedicarme a corto plazo al periodismo deportivo, quizás me daría más igual. Ahora, estando algo más segura de que nos pueden valorar por el trabajo que hacemos, me siento muy cómoda en televisión. Llevo casi 4 años con Juan Carlos Rivero, quien más ha confiado en mí en esta profesión junto a Jesús Bueno, de COPE. Me encanta el directo y la libertad que nos deja en Estudio Estadio. La prensa escrita me encanta. No siento mayor satisfacción que cuando veo un texto que he disfrutado escribiendo y lo veo publicado.
¿Nunca le han “orientado” la opinión?
Me han podido aconsejar, o advertir, pero imponer, no.
¿Y censurarle algún artículo?
No, pero en alguna entrevista me han cambiado algún titular o destacado. O me han pedido que elimine alguna respuesta… Cada vez menos, pero sí, pasa.
¿Se imaginaba el periodismo deportivo de esta manera?
Pensaba que estaríamos en mejores condiciones, todo es demasiado precario, sueldos bajos, escasos recursos, inestabilidad, etc. Yo he tenido que invertir mucho dinero para sacar los contenidos. Han sido muchos años de pagarme yo los viajes, por ejemplo…Cuando decidí ser freelance hace casi 2 años, fue casi como asomarme a un precipicio. No tenía un colchón, era vivir al día, no saber si podría valerme de esa forma… Necesitaba conseguir y vender pronto los contenidos. Afortunadamente ahora empiezo a tener cierta estabilidad, pero también soy consciente de que es pasajera.
¿Cree que la excesiva cercanía de los periodistas a los deportistas puede hacer que la información tengo un sesgo demasiado subjetivo?
Yo creo que eso pasa en todo el periodismo, incluso en la mayoría de profesiones en los que se invierte mucho trato humano. El periodismo implica mucha emoción y cercanía con las personas… Medir los límites a veces es difícil, además, ¿quién los determina? Yo tengo amigos deportistas, entrenadores, etc. o con los que llego a tener una relación de cariño. Es complicado no empatizar con las personas y mantener la subjetividad, pero eso también forma parte de nuestro trabajo y de ser responsable con el periodismo.
¿Y se sentiría libre para criticarles en un momento dado?
No es fácil. En ocasiones se mezcla con los códigos de la amistad, pero la parte objetiva debe mantenerse. No para criticar, sino para no confundirse de cuál es el lugar de cada uno, o para valorar el trabajo, el suyo y el nuestro. Lo que sí intento es diferenciar cuándo se trata de una conversación profesional o personal y no sacar provecho de ello, por ejemplo.
Se habla mucho de la influencia de los medios en la opinión pública…
Los periodistas tenemos mucho poder: generamos criterio entre la gente. Eso se traduce en hechos, decisiones, etc. Pasa con el periodista político, por ejemplo. Pero no olvidemos que el deporte, aun siendo importante, es una actividad más banal, forma parte del entretenimiento, no repercute en el devenir de un país. Pero ya que somos ese canal entre el deporte y los deportistas y los millones de aficionados, muchos de ellos niños, me parece importante cuidar el mensaje, las palabras, tener datos, etc. y sobre todo no hacer un juicio cerrado. Al final el periodista puede ayudar en la educación, podemos dar buenos ejemplos para que sea lo mejor posible.
¿Pero son conscientes del peso que tienen?
Sí, sabemos de la gente que nos lee, que nos escucha y que incluso a veces repiten lo que decimos. Insisto que es mucho más liviano que un periodismo político o de sucesos. A veces también nos utilizan. Lo que me sorprende más es que del otro lado cueste tomar consciencia de la importancia que sí tenemos. Formamos parte del deporte, aunque no lo practiquemos de forma profesional. Ayudamos a su difusión, a los valores que residen en el deporte, a crear más afición, opinión, contamos lo que sucede, con todo lo que eso conlleva. Lo que no se cuenta, no se sabe. Nos necesitan como nosotros les necesitamos a ellos.
Usted tiene una imagen de periodista centrada, reflexiva… ¿se vería en un programa de otro corte, más sensacionalista?
Criticar ese tipo de programas es muy fácil, y a veces nos ponemos muy snobs con ese tema. Si sigue en la parrilla es porque tiene éxito y audiencia. Lo fácil es criticar al que lo hace… ¿Que si me vería allí? Sí, podría. Hay muchos compañeros con un corte más serio, más formal y están en ese tipo de formatos. Dependería de mi función y de la libertad para ejercerla. El inconveniente que veo es que es muy probable que no me sintiera cómoda, así que en esas es difícil que yo pueda dar lo mejor de mí. Prefiero un lugar más moderado, más prudente. Supongo que tiene que ver sobre todo con mi forma de ser. Estudio Estadio es más desenfadado y medido que antes pero sigue conservando ese perfil.
En la profesión tiene fama de “saber” mucho de futbol…
Me sorprende que me comente eso, debería ser una obviedad si me dedico a eso. Además creo que uno no llega a un lugar de casualidad, responde más a un cúmulo de circunstancias que uno provoca. Es cierto que hay muchos casos de mujeres periodistas que usan el periodismo deportivo para entrar a trabajar en televisión, como si fuera un camino más fácil que otros. Yo no quería usar el deporte para trabajar en tele o adquirir cierta fama. Yo empecé para quedarme porque me gusta, disfruto con el juego, intento entenderlo, seguir aprendiendo…
Es una gran entrevistadora… ¿a quién te gustaría entrevistar que no lo hayas hecho?
No considero que lo sea, pero sí es el género con el que más disfruto, porque responde a algo periodísticamente tan genuino como el poner voz a los demás. Y donde el protagonista es y debe ser el entrevistado y no nosotros… Me gusta conocer a la persona que tengo delante, más allá del deportista. Me encantaría entrevistar a Marcelo Bielsa y a Roberto Baggio. Fuera del deporte, a Pepe Mujica, el expresidente de Uruguay, y al actor Ricardo Darín. A Maduro, a Trump, a Mick Jagger…. Aunque mi entrevista soñada es eso, soñada… sería al Che Guevara. Y también a Lennon, Ghandi, Frida Khalo, Jim Morrison, Cortázar, Mario Benedetti, Borges, Nelson Mandela… ¡Casi nada!
Ha entrevistado a muchos protagonistas del fútbol. ¿Hay alguien que le haya sorprendido?
La mayoría. Creo que antes tenía quizás más prejuicios. Ahora accedo más receptiva a encontrarme con personas interesantes y que merecen mucho la pena. Más de lo que creemos. No somos tan distintos siquiera. Eso sí, los deportistas, y sobre todo los futbolistas cambian mucho de cuando están en activo a cuando ya se han retirado. Es ahí cuando salen de esa burbuja, yo diría que casi inevitable, y adquieren otra dimensión y percepción de la realidad. Se dan cuenta cuenta y han aceptado que ya no valen para lo que le han preparado durante toda su vida desde pequeñitos. Se han tenido que reinventar, empiezan a tener otras inquietudes, tienen los mismos miedos que el resto y eso les humaniza aún más. Es cuando la mayoría empieza a tener los pies en la tierra. Eso me pasó a la hora de entrevistar a Raúl González. No sé decirte uno solo, pero me sorprendió mucho Paolo Maldini, una persona realmente sencilla y muy culta. Y cuando conocí a Fernando Cáceres todo me cambió. El primer día que le entrevisté me hizo llorar. Ahora somos amigos y me encanta todo lo que transmite, toda la lección de vida que me da. Es una persona maravillosa y siempre que puedo intento tomarme unos mates y charlar con él. No entiende de rencores ni de quejas. Es un guerrero. Otro personaje interesante es Carlos Tévez, que viene de una de las villas miserias más peligrosas de Buenos Aires, y no tiene una formación elevada pero no deja de enseñarte muchos aspectos de la vida igual o más de importantes. Entrevistar a Asenjo cuando volvió a lesionarse de gravedad fue también muy gratificante. Al final me quedo con las que tienen más peso humano, aunque siempre es un placer charlar de fútbol con Xavi Hernández, Mascherano o Heinze. Disfruté mucho una entrevista interminable con Bilardo en su despacho, donde me enseñaba cintas de vídeo y recortes de periódico de los años 80. Me reí y sufrí a partes iguales entrevistando a Santi Cazorla. En general me gusta más entrevistar a entrenadores. Ven la vida de otra manera que los futbolistas, tienen otra edad y otro bagaje… Es el caso de Mauricio Pochettino, un tipo que se lo ha currado mucho, muy discreto, que nunca ha usado a la prensa. Ahora todo el mundo habla de él, pero nadie recuerda cuando le echaron del Espanyol y tuvo que empezar de cero en el Southampton, donde sembró muchas de las cosas que está recogiendo ahora. Hay muchos entrenadores que no sólo se forman en lo meramente futbolístico, como Víctor Sánchez del Amo, Santi Solari o Pablo Aimar, y es una gozada escucharles hablar.
¿Qué jugador le parece que está infravalorado en la actualidad?
Ángel Correa. Le vi jugar por primera vez en San Lorenzo, cuando tenía apenas dieciséis años.Tiene muchísimo margen de mejora. Es algo así como mi debilidad.
¿Y un jugador sobrevalorado?
Sobrevalorado no es la palabra, pero que quizás estamos alzando demasiado pronto a jugadores Asensio. No porque no tenga la calidad suficiente para ser un top, sino por los tiempos que nos queremos saltar.
¿Trabaja mucho con Latinoamérica?
Bueno, siempre me ha gustado mucho ese otro lado del mundo. Me gusta la gente de allí, suelen ser personas curtidas, que han sufrido para conseguir lo que tienen ahora, que siempre han tenido que pelear entre demasiada corrupción, peligros e injusticias. Incluso pobreza.
¿Qué diferencias ve entre el mundo del futbol sudamericano y el europeo?
En Sudamérica el fútbol es algo mucho más folklórico que aquí. Y sobre todo lo que significa el futbol para ellos; nunca vamos a poder entenderlo. Los equipos de fútbol forman parte de la familia, se hereda y representa a su padre, a su madre, a su infancia, al barrio…. Ir al estadio es como un ritual, su club tiene que ver con su identidad.
Por cierto, han cerrado El Gráfico…
Sí, una pena. Era un referente del periodismo, sus portadas, los mejores periodistas, y testigos de unos logros irrepetibles… Es un ejemplo de la muerte lenta del periodismo del papel.
¿Cómo una chica de Barcelona acaba siendo hincha del equipo argentino de Newell´s Old Boys de Rosario?
Bueno, comencé a viajar regularmente a Rosario y me enseñaron lo que era Newell´s, y la esencia que tiene, lo que significaba, cómo juegan a la pelota… o al menos lo intentan. Lo fácil es ser del que siempre gana, ¿no?
¿Qué es lo más importante para ser periodista?
La curiosidad, la sensibilidad y la honestidad. Y ahora cuanto más versátil seas en los distintos formatos, mejor.
Y usted personalmente… ¿en qué debería mejorar?
En todo… todo es mejorable: la continuidad, la forma de expresarme y transmitir, tener más contactos, conseguir más noticias, tener más paciencia, más conocimientos… No deberíamos dejar nunca de formarnos y seguir creciendo, no sólo en lo que se refiere a nuestro rubro. Eso supongo que depende de la ilusión que mantengamos.
Es una persona con muchas inquietudes al margen del deporte, además de Periodismo ha estudiado Filología Hispánica, le encanta leer, el cine, la música, la política… ¿Le gustaría trabajar en otra cosa que no fuera deporte?
Si, en política internacional. Me gustaría cubrir conflictos o situaciones convulsas de un pueblo; pero si el deporte es precario, suma a eso tener que pagarte esos viajes, seguros médico, chaleco antibalas y otras medidas de seguridad que velen por tu vida. Para que luego no te compren el contenido… Pero me encantaría cubrir por ejemplo el momento actual de Venezuela.
Ahora esta muy en boga el tema del feminismo, del acoso… ¿Qué opinas de la polémica de la campaña del “Me too”, etc.?
Estoy muy contenta de que se pueda destapar y hablar directamente de este asunto. Seguro ha ocurrido mucho más de lo que se cuenta. Había llegado un momento donde la víctima tiene que demostrar su inocencia. Si vemos el manifiesto de las mujeres francesas explican que hay que distinguir entre coqueteo y abuso, lógico, pero hay un momento que justifican lo injustificable. Si ha habido abuso, da igual que hayan pasado tres o 30 años. AL final vamos a la etimología del abuso, cuando utilizas tu superioridad para lograr algo y la otra persona se ve sometida. Eso es lo que hay que cortar, no el perder tiempo en valorar el grado de abuso, y hasta dónde ha llegado. Hay que contarlo. No hace falta haber sido violada. Yo misma he sufrido un abuso. No siempre es el abusar física o sexualmente, sino el usar un poder o cargo para someternos.
¿Y alguna vez se ha sentido acosada en el plano sexual?
Sólo verbalmente.
¿Se considera feminista?
A mí los “ismos” y los extremos me parecen absurdos. … Hay que luchar por la igualdad y por romper esa brecha salarial y de derechos que sigue existiendo, pero sin olvidar que debemos trabajar más entre nosotros, para no competir sino para cuidarnos. No debemos tampoco renunciar a valernos por nosotras mismas, todavía las hay que buscan el sustento del hombre o se escudan en su papel de madre o esposa para no desarrollarse como mujeres.
¿Cómo le gustaría verse dentro de 20 años?
Con una familia, con hijos sanos y respetuosos con el mundo, y con tiempo para disfrutarles… Es decir, con una profesión que me permita tiempo para dedicárselo… Contando historias, haciendo documentales, viajando, todo lo libre que pueda… No me veo viviendo en una gran urbe, sino más bien en el campo o cerca del mar, un lugar alejado de la ostentosidad.
A quemarropa
¿Un defecto? La impuntualidad, el exceso de independencia. A veces se confunde con desapego y pasotismo.
¿Una virtud? La lealtad, y la escasez de prejuicios. Me gusta tratar con personas de cualquier clase, edad, religión, nacionalidad…
¿Un libro? El Aleph, de Jorge Luis Borges. Y El Principito, claro.
¿Una película española? Déjame decirte varias… Tesis, Hable con ella, Mar adentro…
¿Una película extranjera? Leyendas de pasión, Diario de Noah y El Secreto de sus ojos.
¿Una obra teatro? Closer.
¿Una canción? I can’t take my eyes off you, de Damien Rice.
¿Un viaje? Uno que hice con amigas por el sur de Portugal y de España, todos los que he hecho a Argentina y el que tengo pendiente: Cuba.
¿Un verano? Cualquiera de los que he pasado en Los Caños.
¿Un sueño por cumplir? Ser madre.
¿A qué tienes miedo? A decepcionar a los que confían en mí, a que le pase algo a mi familia. Y a no encontrar el equilibrio entro lo emocional y racional.
¿Un periodista español que admires? A Juan Carlos Rivero o Julio Fuentes, que en Paz descanse.
¿Un periodista extranjero? Ryszard Kapuscinski.
¿Una personalidad que admires? Cualquier persona anónima que se dedique a los demás de forma altruista. Y a Ernesto Guevara, que a pesar de los peores contextos y traiciones, sacrificó su vida por sus convicciones.