La fantasía es uno de los géneros más populares de la actualidad. Literatura, cine y videojuegos se nutren de mundos donde reina la magia y los seres sobrenaturales. Aunque no siempre fue así. En el pasado, la fantasía era infravalorada, tratada como de nicho con personajes planos e historias sencillas. A continuación, hacemos un repaso a la trayectoria de la fantasía hasta convertirse en uno de los géneros favoritos de la actualidad.

 

El nacimiento de la fantasía y su asentamiento en la literatura

El origen de la fantasía se remonta a los mitos de las antiguas civilizaciones, como Grecia o Egipto. Historias ficticias que explicaban fenómenos desconocidos como el origen del mundo. Los mitos tenían ciertas connotaciones religiosas en su cultura de origen. Por otro lado, la gente también tenía sus propias leyendas, el folclore que se transmitía oralmente hasta que autores como los hermanos Grimm lo recopilaron en libros. Así nacieron los cuentos de hadas. La fantasía quedó relegada para los cuentos y revistas pulp. Independientemente de su calidad se consideró un género de segunda.

En 1954, Tolkien publicó El señor de los anillos proporcionando una nueva perspectiva de la fantasía, demostrando que se podían desarrollar mundos mágicos y personajes profundos. Pronto los clones de poca calidad inundaron el mercado, universos medievales con orcos, elfos y enanos, con el paso del tiempo surgieron sagas populares como Harry Potter, con personajes que crecieron junto a toda una generación, Mundodisco, que mezcla fantasía con una sátira de la sociedad, o Geralt de Rivia, con un antihéroe de protagonista que es considerado como un monstruo. Asimismo, nacieron nuevos subgéneros que se alejaban del estándar tolkiniano como fantasía oscura, histórica o realismo mágico. Autores modernos como Brandon Sanderson crean mundos con sistemas de magia complejos, donde no basta con menear la varita y entonar palabras mágicas. En la saga Nacidos de la bruma se requiere de metales para utilizar poderes o en El archivo de las tormentas la magia nace de unas esferas luminosas que se alimentan de las tormentas que azotan el mundo.

 

Expansión a nuevos medios

A pesar de que las mejores historias de fantasía surgieron de los libros, las adaptaciones al cine catapultaron el género hasta gran público. La trilogía de El señor de los anillos o las películas de Harry Potter conquistaron al público al dar vida a grandes clásico. Recrearon con imágenes reales escenas que solo tenían cabida en la imaginación de los lectores. Pero el principal responsable de que la fantasía esté de moda en la última década es Juego de tronos, la serie de televisión basada en la obra de George R. R. Martin con sus tramas de castillo, de guerras y traiciones, para hacerse con el Trono de Hierro. Hay quienes comparan su última temporada con la película El retorno del rey, una señal de que iban por buen camino, aunque la conclusión decepcionara a muchos fanes.

Los videojuegos también se sirven de la magia y los seres maravillosos. The Elder Scrolls V: Skyrim presenta un mundo helado que recuerda a la mitología nórdica con dragones y elfos. Word of Warcraft es un multijugador masivo donde miles de jugadores se reúnen en un mismo mundo online. Dark Souls y sus secuelas nos introducen a la parte más grotesca de la fantasía, con un elaborado diseño de mapas y peligros capaces de destruirnos tras cada esquina. Por su parte, las tragamonedas de dinero real cuentan con decenas de temáticas diferentes de fantasía para jugar desde el móvil como por ejemplo la mitología griega, castillos medievales, cuentos de hadas o la leyenda sobre el final del arco iris del Leprechaun y la marmita de oro.

El género de fantasía nos ha cautivado, sus historias nos hacen viajar lejos para desconectar de la vida cotidiana. Cientos de títulos se han convertido en clásicos, pero seguramente en el futuro descubriremos nuevos mundos inolvidables.