La compañía Furia Producciones comienza el 20 de marzo su nueva temporada con “Un genio…No tan genial”. El mítico personaje Disney se convierte en el protagonista de esta nueva historia repleta de magia y emoción. Juan García, productor e intérprete, llega a The Citizen para desarmar esta obra abierta para todos los públicos pero, especialmente, para el disfrute de los pequeños en el Teatro “Gutiérrez de Alba” (Alcalá de Guadaíra, Sevilla).

 

¿Has cursado un curso de teatro en alguna escuela de interpretación?

Yo empecé con los certámenes de teatro Dos Hermanas Divertida y después he hecho monográfico delante de la cámara, interpretación de textos, interpretación musical, he estado en El Callejón de las Artes… Daba la casualidad que el primer profe de interpretación mío está también en nuestro espectáculo. Es mi cover. Por ejemplo, en la función del día 20 de marzo, el chico que hace de Genio no está, paso yo a Genio y Cristian coge a Balto.

 

¿Qué fue lo que te motivó a iniciarte en este mundo del espectáculo?

Yo empecé a tomar clases de baile con 8 años en las clases extraescolares que te ofrecen en el colegio. Así empecé y fue un bucle, una detrás de otra. Mi hermano, por ejemplo, siempre se ha dedicado a esto y siempre he ido a verlo mucho al teatro. Ya detrás de las clases de baile fueron las clases de interpretación, detrás de las clases de interpretación fueron las clases de canto y esto fue una bola que empezó a rodar. Empiezas a trabajar, empiezas a conocer gente y, al final, terminas como hemos terminado.

 

“Un genio… No tan genial” empieza otra nueva temporada el 20 de marzo. ¿Quiénes son los guionistas de esto obra?

 Yo (risas). A mí cuando me dejas cuatro meses en casa sin poder salir, me estreso. Como ya se había acabado “La casa de Papel”, se había acabado “El pueblo”, se habían acabado las películas de superhéroes y se había acabado todo, digo ¿qué hago?. Nos dio por recordar cuando nosotros estábamos en la otra compañía en la que hacíamos espectáculos de Disney, viendo la película de Aladdin dijimos, “¿producimos un espectáculo?. Al final nos pusimos en contacto con SGAE, nos pusimos en contacto con Disney, nos pusimos en contacto con Proactiv que son los gestores de los derechos de Disney aquí en Sevilla…Y nos dimos cuenta de que no había manera de utilizar un producto de Disney. Porque Disney, te coge y te dice “si quieres hacer un producto mío o hacer una versión mía, o me pagas los derechos o escribes algo, lo pones a mi nombre y tú utilizas un producto mío”. A mí esa idea no me gustaba. ¿Cuál era la solución? Escribir una historia original y, como el Genio no es de Disney, el Genio es de “Las mil y una noches” que eso es Patrimonio de la Humanidad porque tiene más de setenta y cinco años decidimos desarrollar su historia.

 

Apuestas por un formato musical, ¿a qué se debe esta elección?

Creo que tiene más público que el teatro de texto. Es mucho más llamativo si puedes mezclar diferentes disciplinas que solamente el texto. Si mezclas el baile, mezclas la música, la magia, los efectos de iluminación…No solamente creas un teatro, creas un show entonces puede tener un poquito más de tirón que lo puede ser un teatro de texto clásico al uso.

 

¿Cómo definirías este espectáculo?

Podría definírtelo en muchos aspectos. En cuanto para los niños: dinámico, divertido, atractivo…En cuanto a los adultos, te diría que en cierto modo tiene moralejas que no entenderían los niños. Trata una serie de aspectos como son el acoso escolar, como es el bullying. Eso no se dan cuenta los niños si lo escribes y lo llevas a cabo de forma sutil. Los niños ven colores, ven baile, escuchan música, ven efectos de magia pero el padre sí recibe esa información. Juegas ahí al límite. Entonces también lo considero entretenido para los padres porque, obviamente, tú a un niño le sueltas un chiste sobre la Expo y no saben de lo que le estás hablando, pero los padres se ríen. Entonces, lo definiría como un espectáculo divertido y entretenido para todos los públicos. No solamente es infantil, lo consideraría más familiar. Un espectáculo divertido y dinámico a nivel familiar.

 

¿Pretende lanzar algún mensaje implícito al público?

Según la mitología, cada genio controlaba un elemento de la naturaleza. Nosotros, para hacérselo más didáctico y fácil de entender a los niños, lo hemos asociado a colores. Cada personaje va adquiriendo su color, se va encontrando y el Genio cuando está en la Facultad de Magia como que no termina de encajar, de saber qué es lo que quiere. Eso nos ha pasado a todos. Cuando estamos estudiando se te echa la hora de escoger una carrera, se te echa la hora de echarte a la calle y realmente no sabes qué es lo que quieres. La moraleja es más o menos que, con paciencia, al final todo el mundo encuentra su camino. Todo el mundo encuentra qué es lo que le gusta, para qué es para lo que realmente vale pero, sobre todo, también le damos la importancia de no hacer eso solo. Nuestro Genio se encuentra a la Alfombra, también conoce a Roxy que le apoya mucho y entonces, al final, todo el mundo encuentra su camino. La importancia de que no estás solo, del compañerismo, del apoyarte en los demás.

 

El espectáculo se caracteriza por el compañerismo de su amplio reparto pero, ¿alguna vez ha trabajado en un formato unipersonal?

Sí, eso es muy común en este tipo de compañías. En la compañía en la que estábamos antes yo hacía de Aladdin, hacía de Flynn el de Rapunzel, hacía del cangrejo Sebastián, de deshollinador…todo en el mismo espectáculo. Era como ya no sé qué corporalidad tengo que tener. Es difícil no confundir corporalidades. Por ejemplo, en este espectáculo, yo tengo mi personaje y soy cover de otro de los personajes. Ambos son personajes histriónicos pero su histrionismo es diferente, su corporalidad es diferente. Entonces verte, por ejemplo, en una misma coreografía ocupando dos posiciones diferentes, dos personajes diferentes y, por tanto, dos corporalidades e interpretaciones diferentes, te choca. Te chocan las dos neuronas que te quedan, es como “yo voy para la derecha pero yo estoy acostumbrado a tirar para la izquierda”. Cuando ocupas otro personaje, buscas los mismos gestos pero te das cuenta de que no tienes a la misma gente alrededor, no puedes interactuar de la misma forma. Al final es ensayar y trabajar.

 

¿Cuál dirías que es el principal reto que te ha supuesto esta obra?

Tiene muchísimos aspectos. Hay tantísima gente involucrada en el proyecto entre la gente de escenario, técnicos, iluminación, escenografía, producción musical…Podemos ser cerca de 40 o 50 personas. Manejar un grupo tan grande es difícil pero la verdad que, como cada departamento tiene su buque insignia, y está todo demasiado bien controlado. No sé como hemos llegado a este punto de organización pero lo hemos conseguido entonces, ¿reto? El grupo pero, sobre todo, el reto para mí a nivel particular que, teniendo la gente que se involucra de esa manera porque es un grupo que aprieta los dientes y se involucran en el proyecto, es darles, no el 100% de lo mío, darles el 200% de lo mío porque al final se están involucrando en un proyecto que he creado yo. No me permitiría a mí mismo no darles el 100%. Ese es mi reto, dejarme la vida en apoyar esa forma de involucrarse que tienen ellos.

¿A dónde aspiras llegar con este espectáculo?

La verdad que aspiro a moverla. Ahora mismo estamos un poquito dándonos a conocer aquí en Sevilla, que a la gente le suene nuestro nombre, le suene nuestro espectáculo. Mi objetivo: moverlo y sacarlo fuera. Hice una entrevista con la cuenta Acción Escénica y la gente nos pedía en Latinoamérica llevar a cabo las funciones en streaming. La idea es que este proyecto que nos ha costado tantísimo llevar a cabo, intentar moverlo lo máximo posible.

 

Estáis colaborando con proyectos solidarios que abogan por la mejora de la educación. ¿Crees que el teatro es un medio para educar a los más pequeños?

Yo siempre he pensado que a través del teatro, a través de la televisión incluso a través de los videojuegos…Si enfocas bien y eliges el contenido correcto puedes usar para educar y para transmitir una moraleja muchísimos medios que hay hoy día y creo que el teatro es uno de ellos. Ver una producción, ver una coreografía, escuchar música al final eso es información que recibes. Para mí por supuesto que el teatro es un medio de comunicación, de información y un medio para educar.

 

Eres el guionista de esta historia pero, ¿sobre qué tipo de historia te gustaría escribir?

Todas las que transmitan un atisbo de felicidad, de hacer que cuando la gente vaya al teatro se olvide de todo lo que tenga fuera. Si tú consigues que cuando la gente se siente en un patio de butacas se olvide de lo que tenga afuera y, encima, disfrute de lo que ven en lo alto del escenario, objetivo cumplido. Al final, todo el mundo tiene problemas y todo el mundo tiene sus dificultades pero, si tú consigues que esa gente durante el ratito que estén obvien lo que hay fuera del teatro porque  le crees la atmósfera, consigas meterlo en la historia entonces eso es un trabajo bien hecho y, por ende, cualquier historia que consiga ese fin para mí merece ser contada.

¿En todas tus obras incluirías toques humorísticos?

Sin duda alguna. Creo que reírte te da años de vida. A día de hoy cualquier excusa es buena para llevarte un chasco, para que la gente esté triste. En tu vida cotidiana siempre vas a tener problemas entonces yo creo que el humor, ya no solamente en el teatro, debe ocupar un papel en la vida que para mí es esencial. Para mí el humor debe estar intrínseco en el ADN de cualquier comunicación.

 

¿Existieron complicaciones a la hora de conseguir un presupuesto con el que financiar el espectáculo?

Ha sido complicado porque son muchas cosas. Cualquiera pone a diez personas en lo alto de un escenario pero, a esas personas, les tienes que dar un vestuario decente, les tienes que dar unos recursos técnicos decentes y para el público tienes que conseguir crear esa atmósfera. Para esa atmósfera nosotros llevamos, por ejemplo, máquinas de humo bajo que van pegadas al suelo, llevamos máquinas de humo normal, llevamos máquinas de niebla, llevamos robótica, cabezas móviles, luces de ambiente, bolas de discoteca para crear efectos…Entonces cualquiera pone un espectáculo sobre un escenario, el problema es que le crees ese ambiente al público. Eso es lo difícil, son muchísimos gastos y son muchísimas cosas. Por eso han tenido que ser dos años de preparación y de hacer las cosas muy poquito a poco. Si cada uno no hubiese puesto su granito de arena, no hubiese salido.

 

Cuentas con todo un equipo multidisciplinar pero, ¿qué es lo que destacarías de tu elenco de actores?

Creo que la mayor facilidad es que nos conocemos prácticamente todos. Ya nos conocíamos todos de antes. La gran mayoría de nosotros estábamos en la otra compañía en la que hacíamos espectáculos de Disney pero esa compañía se disolvió. ¿De dónde viene el nombre de Furia Producciones? Nick Furia crea la iniciativa Vengadores y reúne al equipo. Nosotros montamos Furia Producciones para volver a reunir al equipo entonces por eso el logo es un parche.