Fotografías Alex Rolo
La trayectoria profesional de José Luis Sixto es realmente extensa: desde la creación y dirección artística, pasando por la dirección de casting y la producción teatral. A sus espaldas, musicales alabados por la crítica como Excítame, el crimen de Leopold y Loeb y títulos muy conocidos de la talla de High School Musical, La Bella y la Bestia, Hoy no puedo levantar, 40 el musical, o los tres cabarets The Hole, entre otros muchos. Ahora es el director del espectáculo de moda en Madrid que triunfa en el teatro Nuevo Apolo: El Médico, el musical, la impresionante adaptación de la obra literaria de Noah Gordon.

 

¿Cómo surge la idea de crear en España el musical de El Médico?

Todo surge gracias a la inquietud y mentes privilegiadas de Iván Macías, Pablo Martínez, y Félix Amador. Iván y Pablo son dos jóvenes creadores, emprendedores y excelentes músicos, que gracias a su impresionante talento y esfuerzo constante han logrado que el Liceo de la Música de Moguer se haya convertido en todo un referente internacional en los diez años que han estado al frente de la institución. La inquietud de Iván y Pablo los llevó a organizar históricos conciertos sinfónicos con artistas de la talla de Raphael, Ana Torroja o La Oreja de Van Gogh.

Dieron sus primeros pasos en el mundo de los musicales al conseguir los derechos de Los Miserables para interpretar el musical en Sevilla con sus alumnos del Liceo en Sevilla. Tal fue el éxito, que al año siguiente hicieron lo mismo con El fantasma de la ópera. Pero esta vez no sólo lo llevaron a Sevilla, sino que realizaron funciones por toda España. La unión de Iván y Pablo con el prestigioso autor Félix Amador dio sus frutos con Germinal, su primer musical original, adaptando la novela de Emile Zola. La fortuna no dejaba de sonreírles, así que decidieron que era el momento de arriesgarse y crear un musical original cien por cien profesional. Fue entonces cuando contactaron conmigo para trabajar en la creación de El Médico. Me dijeron que ya habían contactado con Michael Gordon (el agente e hijo de Noah Gordon) y que apoyaba completamente el proyecto. Michael había escuchado el prólogo del musical y se había sorprendido mucho con esa primera muestra de trabajo. Tanto, que inmediatamente se llevó a Iván y a Pablo a Boston a conocer a su padre. Noah se emocionó profundamente y no dudó en darles su total apoyo y autorización, sin necesidad de negociar temas económicos en ningún momento.

 

¿De eso hace cuánto tiempo?

Dos años. Una muestra más del talento emprendedor de Pablo e Iván. No se puede hablar de suerte, sino de merecimiento. Gracias a su ímpetu y seguridad en sí mismos, han logrado partiendo de cero encontrar la financiación adecuada, disponer del mejor teatro posible, encajar fechas y acelerar el proceso creativo para poder estrenar esta temporada en Madrid. Son un ejemplo a seguir.

©Alex Roló

Porque Noah Gordon está al tanto de todo…

Absolutamente. A sus 92 años ha formado parte muy activa en la creación de la obra. Escuchando las primeras versiones de los temas musicales, dando comentarios sobre la traducción que se le hizo del libreto al inglés, aportando ideas… Desde el momento en el que se le planteó el estreno del musical en octubre, él quiso estar aquí con nosotros. Y vino. La familia le dijo que era muy complicado venir por su salud, pero él respondió: “estoy preparado para cualquier cosa, pero no para no estar en este estreno”. Fue realmente muy emocionante.

 

“A Noah Gordon su familia le dijo que era muy complicado que pudiera acudir al estreno en Madrid velando por su salud, pero él respondió: “estoy preparado para cualquier cosa, pero no para no estar en este estreno”. Ha estado completamente involucrado»

 

 33 actores en escena, una orquesta en directo de 20 músicos, 14 niños en la compañía… ¿es uno de los estrenos más importantes del año en Madrid?

¡Sin duda! ¡Ya es un éxito de crítica y de público! Y muy especialmente por todo lo que conlleva que sea una nueva creación. Madrid acoge el estreno de un musical cien por cien original que va a dar lugar a licencias internacionales. La mayoría de grandes musicales vienen importados, pero con El médico, el musical sucederá lo contrario: vamos a exportarlo.

 

¿No te da vértigo estar dirigiendo un proyecto con tanta gente, con tanto dinero…?

“Vértigo” no es la palabra. A mi me gusta soñar alto pero con los pies bien en el suelo, tomando siempre tierra, con los ojos bien abiertos para ser consciente de todo. Verás, yo he trabajado tanto en obras muy grandes y de mucha repercusión como en otras muchísimo más modestas y sin prácticamente medios. He hecho mucho microteatro y obras para el off que me han dado muchísimas alegrías y me han ayudado a crecer como director de actores, mientras que gracias a las grandes producciones ganaba en experiencia manejando grandes equipos. Alternando producciones de tamaños y objetivos tan distintos te das cuenta de que en el fondo todo proceso de creación conlleva el mismo tiempo, estés preparando un proyecto de 15 minutos o de tres horas: por unas causas u otras siempre necesitas entre un mes y mes y medio para investigar, ensayar, perfilar… En este caso en particular, con un presupuesto tan elevado, yo sentía que había que hacer justicia a la obra musical de Iván, y por supuesto honrar la novela de Noah Gordon. Esa era la exigencia que yo me marcaba: ponerme a su servicio y emocionar. No pensaba en nada más. Simplemente quería sorprender al público de la manera más honesta posible poniéndole en bandeja lo que Félix, Iván y Pablo habían soñado durante tanto tiempo.

©Alex Roló

A nivel de medios, profesionalidad… ¿ves viable que se exporte a un nivel como el de Broadway?

La recepción que estamos teniendo en Madrid respalda que sí, que El médico, el musical puede estar a la altura de Broadway, del West End y de los mejores teatros de Europa. Es hora de quitarnos los complejos. En Londres y Nueva York se han estrenado productos de inferior calidad.

 

De 0 a 10, ¿qué nota le pondrías al musical?

[Duda] ¡Soy muy exigente conmigo mismo! [Risas] Creo que es un material de matrícula de honor y que estamos alcanzando la excelencia. Pero yo siento que aún hay margen de mejora, de crecimiento. Y no pararemos hasta tener el mejor musical posible. La crítica y el público se están volcando completamente con nosotros. Especialmente me hace mucha ilusión la reacción de los más pequeños. No es una obra que se haya hecho pensando en un público infantil, pero al tener tanto protagonismo en escena los niños y niñas de nuestra compañía, el resultado es que los menores de edad se lo pasan en grande viendo la función. Muchos espectadores incluso nos mandan vídeos cantando las canciones del musical.

 

“Yo sentía que había que hacer justicia a la obra músical de Iván, y por supuesto honrar la novela de Noah Gordon. Era la exigencia que yo me marcaba: ponerme a su servicio y emocionar”

 

¿Cuáles son los principales problemas habéis encontrado a la hora de montar la obra?

Por mi talante, y por cómo trabajan los autores y productores de este musical, más que “problemas” hemos tenido “adversidades”. En proyectos así hay que tomar muchas decisiones difíciles, aunque quizá lo más complicado haya sido vencer las reticencias iniciales que mucha gente nos ponía a la hora de creer en que estrenar un musical original tan ambicioso era posible y podía llegar a buen puerto.

Cada fase del proyecto ha tenido sus dificultades y sus retos específicos: elección del reparto, correcciones de libreto y música, financiación, elaboración de los conciertos de presentación sinfónica, adecuación de la escenografía el teatro, etc.

En cualquier caso, trabajar mano a mano con Iván y con Pablo ha sido una maravilla. Yo he crecido mucho gracias a ellos: Me han ayudado a serenarme y a disfrutar de todo el proceso sin nervios. Pese a su juventud, son unos maestros consiguiendo que el tiempo siempre trabaje a favor.

 

¿Cómo entras a formar parte del proyecto?

Un amigo con muy buen criterio artístico a quien siempre le estaré agradecido les habló a Iván y a Pablo de mí. Nos tomamos un café y me explicaron sus ideas de forma tan apasionada y coherente que me puse a trabajar en la idea como asesor artístico desde el día siguiente. No dude en ver el potencial del proyecto. Unos meses más tarde fui director de casting para la realización de lecturas y workshops, y continué como director asociado de Mike Ashcroft (que fue el director de los conciertos sinfónicos de presentación). Finalmente, la productora tras barajar diversos nombres nacionales e internacionales, gracias a mi trabajo en los conciertos me ofreció oficialmente dirigir el estreno mundial del musical en Madrid.

 

¿Qué referentes tienes a la hora de dirigir?

He visto mucho cine y mucho teatro, y tengo pasión por el teatro musical. Desde siempre, desde muy pequeño. Y soy muy ecléctico. Me fascina la mirada del Robert Wise que dirigió West Side Story y Sonrisas y lágrimas, del mismo modo que el Bob Fosse de Cabaret o el Brian de Palma de El fantasma del Paraiso. Soy admirador de Declan Donellan, Robert Lepage, Trevor Nunn, Harold Prince, Daniele Finci Pasca, Calixto Bieito, Àlex Rigola o Angélica Lidell.

Gran parte de mi educación emocional teatral me llegó a través de las obras dirigidas por Adolfo Marsillach, Lluis Pasqual o Mario Gas, y en mi formación profesional se lo debo todo a Jaime Azpilicueta, Marcus von Wachtel, Tamzin Townsend, Víctor Conde y Esteve Ferrer.

Tengo tantos referentes dentro que no sería justo elegir unos por encima de otros: Todo depende del proyecto y de los objetivos que se marquen. Para muchas cosas soy “minimalista”: siempre pienso que menos es más. Hay que aguzar siempre el ingenio, y hacer que los problemas se conviertan en oportunidades. Me apasiona el trabajo con los actores, y encerrarme todo el tiempo posible con ellos a crear las escenas. Aunque suene algo “cursi” me gusta trabajar “desde el amor”, desde la confianza, mimando todo lo posible al equipo, formando familia.

Para El médico, el musical mi mayor referente ha sido Francesc Abòs, el fabuloso coreógrafo que ha sido mi mano derecha durante el proceso y que ha terminado firmando la dirección de la obra a mi lado. Sin él nada de esto había sido posible. Ha hecho un trabajo de coreografía y movimiento escénico inigualable.

©Alex Roló

Dos años de trabajo, llegamos al estreno, ¿qué es lo que se te vino a la cabeza ese día?

Que todo el esfuerzo había merecido la pena: satisfacción, orgullo y sensación de que concluía un viaje precioso. Mucha, mucha emoción en un día que no olvidaré jamás.

 

¿No te sentiste vacío?

Hum… No exactamente. Por un lado es cierto que sientes que pierdes algo, pero en este caso me llevo muchísimo dentro. Se puede decir que estoy “lleno”.

Un director tiene que acostumbrarse a dejar a sus “hijos” crecer, dándoles autonomía. Una vez se estrena el espectáculo, la obra es de los actores y del público. Como director tienes margen para retocar detalles y ayudar a que crezca fuerte, pero debes acostumbrarte a mirar desde cierta distancia.

 

Has comentado que la idea es exportarlo al extranjero, ¿tenéis algún país cerrado ya?

Hay mucho interés generado… Italia, Francia, Alemania… Han venido expresamente a ver el musical para establecer contacto con nosotros, pero los productores están siendo cautos y muy inteligentes en las negociaciones. Pronto llegarán las primeras confirmaciones.

 

“Una vez se estrena la obra, la obra es de los actores y del público. Y como director tienes un margen temporal mínimo para retocar los detalles”

 

¿Qué planes tenéis para España?

Nuestro primer deseo es consolidarnos como una razón para ver buen teatro en Madrid. Es un espectáculo concebido para el teatro Nuevo Apolo, y la idea es estar en aqui el mayor tiempo posible. Obviamente, todo está en manos del público, pero si todo sigue como hasta ahora, serán años. Cuando la ambición va de la mano del talento, creo que conseguir triunfar es un acto de justicia.

 

Si tuvieras que resaltar algo de El médico, ¿qué sería?

La capacidad de emocionar, sin duda alguna. Es un espectáculo que sorprende de inicio a fin: la obra empieza con el viaje épico de un niño que lo pierde todo y se transforma en un adulto soñador que recorre medio mundo para convertirse en médico y ayudar a los demás. Es una obra divertida, romántica y de gran valor dramático capaz de emocionar hasta el corazón más duro.

 

Define el musical con una palabra

[Silencio, duda] “Histórico”. Marca un antes y un después. Pocas veces una obra original ha llamado tanto la atención en nuestro país. Es el musical perfecto para que toda la familia disfrute, se sorprenda y se emocione. Es cien por cien espectáculo, puro musical. No hay mejor motivo para salir de casa y disfrutar con los seres queridos.

 

  • Actualmente “El Médico” se representa en el Teatro Nuevo Apolo (Plaza de Tirso de Molina 1)

 

©Alex Roló