Fotografías: Alex Roló
Desde su aparición en el mítico “Caiga quien caiga”, pasando por “Camera café” hasta llegar a “Ahora caigo”, Arturo Valls se ha convertido en uno de los rostros más familiares para el telespectador español. Pero Arturo Valls es mucho más que un presentador; actor dotado con una indudable vis cómica, ahora compagina su faceta de showman con la de productor de cine. Hemos querido hablar con él en el Hotel Only You en visperas del estreno de «Tiempo después» de Jose Luis Cuerda, película donde además de actuar, es uno de los productores.
Da la sensación de que pese a tu juventud nos has acompañado toda la vida desde la pequeña pantalla, desde aquel lejano “Caiga quién caiga”…
Jajaja, bueno, hace ya bastante tiempo de eso…
Realmente fue un programa que marcó mucho ¿no?
Sí, fueron dos etapas. La primera etapa duró 4 años con el Gran Wyoming; fue un formato super rompedor, muy novedoso, que miraba la actualidad de otra manera. Yo creo que fue la primera vez que se veía a reporteros de calle haciendo preguntas incómodas, diferentes a los protagonistas. Realmente tuvimos mucho éxito, tanto de crítica como en las audiencias que logramos. Fue un hito en el mundo de la televisión, muy icónico. Hay un antes y un después de cuando le entregamos las gafas al Rey, ahí cambió la manera de cómo nos miran los políticos, empieza a haber una relación amor/odio… se sienten incomodos ante nuestras preguntas, pero por otro lado saben que al ser preguntados se presupone que son alguien…
En tu segunda etapa de “Caiga con quién caiga” se podría decir que “ascendiste”…
Jajaja, bueno, algo así…, la segunda etapa con Manel Fuentes fue diferente; ya dejé de ser un reportero a pie de calle para trabajar en estudio… Curiosamente, pese a que el formato ya era más conocido, creo recordar que obtuvimos más audiencia. Después del éxito en España, este formato se exportó a Brasil, Colombia, Italia (dónde con algunas variaciones todavía existe)
¿Crees que ahora mismo “Caiga quien caiga” tendría un hueco en la parrilla?
Pues yo creo que sí, que está muy vigente. Aunque también es cierto que en estos momentos la política ha invadido terrenos ajenos…hay mucho intrusismo de los políticos en el mundo de la comedia
“¿Que dónde me siento más cómodo? Quizás con la ficción. En un set de rodaje es donde más a gusto me siento. Por otro lado ser el presentador de concursos no deja de ser la interpretación de un personaje”
Has sido reportero, actor de televisión, de cine, presentador, showman, imitador, productor… ¿dónde te sientes más cómodo?
Yo estudié periodismo, y solo me faltaban un par de asignaturas para acabar, era muy vocacional, pero siempre estaba más orientado al periodismo unido al mundo del show, por poner un ejemplo, más cerca de Jesús Hermida que de Ana Pastor, trabajando en un magazine donde la información no sea puramente política. Y luego acabé imitando a Shakira o produciendo películas… ¿Que dónde me siento más cómodo? Quizás con la ficción. En un set de rodaje es donde más a gusto me siento. Por otro lado, ser el presentador de concursos no deja de ser la interpretación de un personaje, porque aunque tengas más afinidad, es un personaje.
Siempre has trabajado en clave cómica… ¿no te apetecería hacer un personaje dramático?
Sí, pero por probar otra cosa, no porque crea que tenga que demostrar nada. Siempre me ha parecido un poco absurdo eso de que un actor cómico parece que tiene que demostrar que es capaz de hacer un papel dramático. Estoy convencido de que viajar de la comedia al drama suele salir bien, pero a la inversa… uff, no suele salir tan bien. Siempre he pensado que la comedia está muy denostada. Por otro lado en “Los del túnel” desarrollé un papel que tiene una parte dramática bastante acentuada.

Se puede decir que en mayor o en menor medida has tenido éxito en los programas de televisión donde has participado… ¿cuál es el secreto del éxito en tv?
Hum, es difícil… en mi opinión pasa un poco como en la interpretación; hay que buscar “la verdad”. Cuando eres honesto con lo que estás haciendo, cuando estás creyéndotelo y lo estás disfrutando, puede funcionar. Y es igual en los programas de entretenimiento; si vas a un programa y no estas convencido, si no estás totalmente implicado, no te lo estás “pasando bien”, es muy difícil que triunfe. Ahí sí que es difícil actuar, “hacer el papel”. Trasmitir diversión y alegría si no es verdad, es muy pero que muy difícil. Bueno, ¡y no hay que olvidar mi atractivo físico! (jajaja) Pero no creo que haya una sola clave, empatizas con el público o no. No hay una fórmula prefijada.
Cuando te estudias un proyecto, ¿Tienes feeling sobre si va a funcionar o no?
Hombre, son casi 20 años en este mundo y tienes cierta intuición, pero pasa como en el cine, nadie sabe nada… si se supiera, la televisión y el cine lo harían los bancos, como decía Woody Allen, pero sí que es verdad que sabes cómo están funcionando los programas, el público, como está el panorama… y lees un formato y piensas “uff, me da la sensación de que el público no está ahora mismo por este formato…” pero luego nunca sabes. De repente alguien recupera los programas de entrevistas cuando parecía que eso estaba medio acabado y es un éxito. Es muy difícil de saber, pero lo que es fundamental es ir convencido e implicado.
¿Qué programa te gustaría hacer?
Hombre, quizás un late night, tipo Andreu Buenafuente o Fallon, con entrevistas, música en directo, tratar la actualidad… Un formato clásico, sin demasiada innovación… es lo q más me atrae como espectador.
“Ahora caigo”; 6 años, 1.500 programas…y sigue teniendo éxito, con un público muy fiel ¿Cuál es la clave de éxito?
Yo creo que ha combinado muy bien presentador y formato. No deja de ser un programa de preguntas y respuestas, pero me ha permitido hacer el ganso con un cheque en blanco, lo que, por cierto, no es fácil de conseguir, ni mucho menos, y es que uno de los problemas es que se tiende a tener poca paciencia con los formatos. Cuando se lanza un programa la dictadura de la audiencia es brutal, si no cumple las expectativas, al hoyo. Pero por el contrario hay otros programas que te permiten un tiempo para te sueltes y te relajes… Yo creo que no hay que encorsetar el producto, que te dejen madurar el programa y tener una personalidad propia, evitar que sean productos de laboratorio, programa-fórmula. Y eso se consigue con tiempo, dejando hacer.
Estás grabando un programa nuevo, llamado “Improvisando”…
Sí, es un formato portugués que se basa en la improvisación, donde un equipo de cómicos trabajan con invitados que no tienen nada que ver con la comedia, montando sketches. La verdad es que tiene muy buena pinta. Todavía no tenemos fecha de salida.
“Siempre me ha parecido un poco absurdo eso de que un actor cómico parece que tiene que demostrar que es capaz de hacer un papel dramático. Estoy convencido de que viajar de la comedia al drama suele salir bien, pero a la inversa no suele salir tan bien”
¿Hay algo que eches de menos en la parrilla actual de TV?
Pues fíjate, antes en todos los programas había un reportero que cubría eventos, alfombras rojas, que acudía al Congreso con preguntas diferentes, etc… y de repente esta figura ha desaparecido. También echo de menos un programa semanal que cubra los eventos más importantes, estilo final de Champions, Moción de Censura… un poco en plan Caiga quien Caiga. Una visión a pie de calle, con preguntas diferentes a la estándar, y dar una visión personal, una crónica en el sitio, pequeños reportajes in situ.
Por otro lado, actualmente también estás muy volcado en tu faceta de productor… Con una vida tan asentada como presentador y showman… ¿Cómo decides entrar a trabajar en ese ámbito tan complicado?
A veces lo incómodo mola… Hay dos motivos principales; por un lado, luchar contra los prejuicios que existen ante el hecho de que una figura tan televisiva pueda trabajar en el cine. Un productor a la hora de contratar a un actor puede sentir —siente— rechazo a elegir a alguien que esté presentando un concurso (programa de concursos) en televisión… esto es así. En el mundo anglosajón estos saltos de géneros no tienen tanta importancia, pasan de programas de tv a trabajar en películas comerciales sin mayor problema, incluso en películas independientes. Pero en España sí hay estos prejuicios. Estaba esperando a que un productor apostara por mi para hacer un cierto tipo de película y eso no llegaba, siempre eran papeles del mismo corte. Entonces decidí aprovechar ciertas circunstancias para producirme mi propia película. Y en vez de comprarme un coche caro o lo que sea, decidí encargar un guion a los guionistas de Camera Café y hablar con Antena 3, y creé “Los del túnel”, una comedia de autor, muy personal, que si no hubiera sido por un trabajo y un empeño muy personal, no hubiera surgido. Por otro lado, venía observando que hay muchos productores a los que lo que menos les importa es la película… cogen un guion de un cajón, buscan la subvención y a rodar, haciendo películas que no trascienden, que no van a ningún lado pero que han obtenido una subvención. Me daba mucha rabia que gente con talento, con muchas cosas que contar, se quedaran fuera y sus películas sin repercusión ni distribución. (Y en cambio esas cintas que no se oyen, que no se ven, que casi ni se distribuyen…) Luego hay profesionales como pueden ser Juan Maidagán y Pepón Montero sin posibilidades de trabajar… tenía que pelear por que tuvieran una oportunidad y visibilidad.

¿Hay algo que te haya sorprendido del trabajo del productor?
Sí, por ejemplo, lo caro que es el dinero. Tienes el acuerdo con quien sea, Movistar o Antena 3, pero ese dinero entra más tarde, lo que hace que necesites esa cantidad antes para poder rodar, y es carísimo el adelanto de dinero… me chocó mucho. Y por otro lado, en una lectura más positiva, cómo 100 o 150 personas durante 3 meses se convierten en verdaderos superhéroes y en ese periodo de tiempo la película es lo único que les importa… es un trabajo mancomunado, solidario. Porque tu escribes un libro, compones una canción, o pintas un cuadro y son expresiones artísticas más personales. Aquí es un equipo numeroso trabajando todos a una. Es fascinante.
¿Te pareció complicado producir?
Yo siempre he pecado en mi vida de cierta inconsciencia o atrevimiento… Por ejemplo, yo venía de estudiar periodismo y me metí en Caiga Quien Caiga… más tarde me ofrecen Camera Café y yo nunca había estudiado interpretación, y ahí sí que me lancé. Pues en la producción igual, pero eso sí, me rodeé de un gran equipo. Producir es una montaña rusa, donde intervienen muchos factores, un día se te cae una localización, mañana un actor te dice que sí después y te falla, y al día siguiente el que te dijo que ponía dinero no lo pone… Pero desde que tienes el guion en la mano y ves cómo se va fabricando la película hasta el día del estreno es algo maravilloso.
“Echo de menos un programa semanal que cubra los eventos más importantes, estilo final de Champions, Moción de Censura… un poco en plan Caiga quien Caiga”
Ahora vas a estrenar Tiempo Después, con un papel importante; ¿cuando llegas y te dirige un director del prestigio de José Luis Cuerda, impresiona mucho?
Sí. Los rodajes siempre tienen cierta locura, excitación… pues aquí había una atmosfera de silencio, de respeto… Una sensación en plan “Cuidado, que es José Luis Cuerda”. Él, con su barba blanca…Era una sensación muy especial.
¿Es tan importante el director para un actor en tu caso?
Sí, mucho, hace que todo sea coherente; es el que marca el estilo en la interpretación, en los colores, en la ropa… esa figura tiene que ser el coordinador, tiene una importancia fundamental. Luego es cierto que hay actores que pelean más porque ya tienen una concepción personal de cómo tiene que ser la escena o el personaje, en plan “yo creo que lo haría de esta manera”.

¿A ti te gusta mucho que te dirijan?
Sí, mucho. Yo soy de dejarme llevar absolutamente. Puedo tener cierta intuición, ciertos matices, pero no soy de los actores que llegan con una idea fija en plan “yo lo veo así”. El problema viene cuando tienes una idea muy fija y el director te la cambia… “yo pensaba que iba a coger así el vaso y bebería”; pues no, no lo vas a coger así porque hay un travelling. Y esas circunstancias hacen que haya actores que se bloquean. Yo prefiero ir con la mente más abierta.
¿Cuándo estrenáis?
El 28 de diciembre. Al ser una película de Cuerda tenía que ser en los Santos Inocentes…
“Hay muchos productores a los que lo que menos les importa es la película… cogen un guion de un cajón, buscan la subvención y a rodar, haciendo películas que no trascienden, que no van a ningún lado”
¿Y algún proyecto en ciernes?
Sí, estamos desarrollando una comedia más amplia, menos de autor, donde también sería productor… pero veremos.
¿Qué te borra la sonrisa?
Uff, tantas cosas… Por ejemplo, la sensación de que no pasa nada, la inmunidad ante la corrupción…
¿Cuál crees que es el problema más grave en España?
Esa propia idiosincrasia del país, ese Lazarillo que todos llevamos todos, no solo el político, en plan “a ver si puedo evitar pagar ese impuesto”, o “si puedo ahorrarme esto”… ese gen especial de la picardía…

¿Qué opinión te produce la esperada rebaja del IVA cultural? ¿Crees que va a ser una solución, que va a fomentar que haya más producciones, más crecimiento en las realizaciones audiovisuales?
Espero que ayude, hablando en términos generales. Eso es otra cosa que me quita la sonrisa, la falta de apoyo en general hacia la cultura… esperemos que esto ayude a que la gente acuda más al cine. No solo por cuestiones económicas, sino también educativas, tener un respeto a la propia identidad, que nos ayuda a conocernos mejor, es una medida casi terapéutica. Francia es el gran ejemplo.
¿Como productor cuál sería tu película ideal?
Me gustaría rodar un biopic, es un género que como espectador me gusta mucho. O también la comedia física, rollo Peter Sellers, o Jerry Lewis, estilo meter un pingüino en un garaje, pelis que ya no se hacen…
“Producir es una montaña rusa, donde intervienen muchos factores. Pero desde que tienes el guion en la mano y ves cómo se va fabricando la película hasta el día del estreno es algo maravilloso”
¿Algún actor fetiche?
Hay varios… por ejemplo, me gusta mucho Secun de la Rosa, o Julián Villagrán…
¿Última película que te haya gustado?
Me ha gustado mucho la que narra el Wimbledon entre Borg y McEnroe; es una historia muy interesante y está muy bien narrada.
¿A quién tirarías por la trampilla de Ahora caigo?
A quien me hace esa pregunta… (risas)
