Abogada especializada en mercantil y penal económico, Nina Khalatyan, me ha recibido en su despacho. Su jefe fue Cónsul Honorario de Austria, por lo que tenemos una bandera de aquel país flanqueándonos al otro lado de una larga mesa de bordes ovalados. Los muebles de época, pinturas y un busto de bronce de Pericles crean una atmosfera solemne y seria. Por suerte mi anfitriona sabe crear complicidad: té de naranja y unas chocolatinas nos acompañan por si se nos antoja hambre o gula dulzona.

Nuestro conflicto con Azerbaiyán no es tan diferente de cualquier otra guerra o lucha armada. Sin embargo, está el factor del odio. El origen es la falta de educación en el respeto y tolerancia al diferente. Y se confía muy poco en la diplomacia… Es difícil creer en el diálogo.
¿Los españoles conocemos Armenia? Hay gente que parece no saber ni ubicarla en el mapa.
No me gusta generalizar, pero te diría que la región del Cáucaso se conoce bien poco. Aunque si te fijas, nuestra generación tiene muy poco interés por la geopolítica, así que no creo que Armenia sea más desconocida comparativamente…
Lo desconocemos todo por igual… (Nos reímos). Entre tú y yo, cuando he dicho que venía a esta entrevista me han dicho “¿Armenia? Eso es un país musulmán ¿no?
Créeme, las he oído peores.
Los armenios en su mayoría integran la Iglesia Gregoriana Apostólica Armenia. Una de las iglesias cristianas primitivas. Nina me cuenta que en la escuela en su país cursaban dos asignaturas de historia, la de Armenia y la de la Iglesia Armenia.
¿Alguna duda sobre quién inició esta última escalada de violencia?
Parece evidente que la estrategia en medios de comunicación desplegada por Azerbaiyán llevaba mucho tiempo preparado. El pasado 27 de septiembre, iniciaron un ataque a gran escala a lo largo de toda la frontera de Artsaj. Además, en Artsaj, los armenios estamos preparados para la defensa. No tenemos nada que ganar en un conflicto militar. Creemos en la diplomacia y la resolución del conflicto a través de la mediación y el diálogo.
Artsaj es el nombre que tiene la República autoproclamada en Nagorno Karabaj.
Un país de tres millones de habitantes, con más de diez millones repartidos por el mundo frente a un país de diez millones.
No es sólo superioridad demográfica. Se trata también de economía. Azerbaiyán es un país muy rico en gas y petróleo. Además por su costa atraviesa un gaseoducto que abastece a la Europa del este. En ese sentido tienen una gran capacidad lobista, a través de la financiación, de la que nuestro país carece.
¿Sí? ¿En qué lo notas?
Sobre todo en los medios. Muchos diarios han publicado que el ataque lo iniciaron los armenios, pese a que nunca hemos empezado una ofensiva. Como te decía, es que no nos conviene. También notas presiones políticas, hay mucha tibieza internacional para mojarse contra Azerbaiyán. En el caso del conflicto con Azerbaiyán creo que no se puede culpar sólo a una parte, si llevamos treinta años sin ser capaces de alcanzar un acuerdo.
¿Y al margen del conflicto?
Bueno, los armenios tenemos por delante un largo camino para mejorar. Para empezar en nuestra democracia.
Una compatriota tuya, Luiza, me dijo que desde 2018 el país se ha democratizado.
Ningún país se democratiza sólo en dos años. Esa sería una democracia impuesta. Evidentemente se ha avanzado, pero aún queda un largo camino y no descarto pasos hacia atrás. No quiero entrar en el tema de la corrupción. Ahí era y es un tema candente. En cuestiones más concretas, pues a ver… La mujer armenia, parecía y todavía suele parecer predestinada al matrimonio y la maternidad a edades muy jóvenes.

¿Tema violencia de género?
¡Buf! (Suspira) Pienso que debemos hablar de ello. Es un tema silenciado en nuestra comunidad. Conozco a algunas activistas, mujeres armenias de Armenia y de la Diáspora que trabajan en este tema, por lo que les admiro y respeto. Para que te hagas una idea, hace pocos años fue noticia que una mujer tuvo que caminar, pues no quiero exagerar, pero quizá doscientos kilómetros a pie para llegar a una ciudad un poco más grande, donde la policía le admitió la denuncia. Su marido había intentado asesinarla. Pese a las señales evidentes de violencia grave, en su pueblo no le habían querido coger la denuncia.
Te queda el consuelo de que se sancionó severamente a los policías locales, pero no podemos engañarnos. Allí el maltrato dentro de la familia está más que tolerado. Lo mismo con las violaciones dentro del matrimonio.
Mucho machismo y tradicionalismo, entiendo…
Sí. Sobre todo fuera de la capital. Ereván tal vez sea parecida a cualquier otra capital europea. Es verdad que aún queda mucha arquitectura de la era soviética, pero por ejemplo, la situación laboral y personal de las mujeres. En los últimos años se ha avanzado bastante en este sentido. También han aparecido los primeros grupos de homosexuales que reivindican su protección frente a las agresiones.
Ya te decía, mi país tiene mucho que mejorar.
¿Para ti Artsaj qué es? ¿Una República Independiente? ¿Una provincia Armenia?
Jurídicamente es una República Independiente y creo que sería correcto aceptar ese status. De hecho creo que fue una torpeza que el actual Presidente armenio dijera el año pasado que Artsaj es Armenia. Lo que te decía antes, ello no contribuye a la conciliación. Creo que la mayoría de armenios ya no buscamos recuperar la Gran Armenia de mar a mar. Debemos ser más pragmáticos y mirar hacia el futuro.
Entenderás que el Derecho Internacional no comparte las escisiones unilaterales.
Cierto, pero Artsaj es un caso especial. Mira, me he documentado un poco (saca un pequeño fajo de papeles) para no equivocarme con los datos. Cuando se disuelve el Imperio Otomano al final de la Primera Guerra Mundial, Turquía firma el Tratado de Sèvres, en el que se fijan unas fronteras para Armenia y otros países caucásicos. Ahí se fija que Artsaj se integre en Armenia. También, se incluían en esta “Armenia wilsoniana”, denominada así porque irónicamente las fronteras fueron fijadas por el presidente de Estados Unidos, provincias que tras las matanzas y el éxodo que provocó el genocidio armenio perpetrado por el Imperio Otomano ya no contaban con mayoría de población armenia. Sin embargo, en Artsaj la población armenia resistió a las persecuciones y defendió la región. Este tratado nunca se cumplió por Atatürk, que ni siquiera reconoció sus fronteras. Se firmó otro tratado, el de Lausana.
Mientras, en el Cáucaso, en 1918, en el marco de la Guerra Civil Rusa, se formó la República Transcaucásica, una federación de georgianos, armenios y azeríes que duró menos de un año. La URSS la absorbió. Lo interesante es que en esta República Artsaj seguía siendo una región disputada, pese a ser mayoritariamente de población armenia y estar incluida en la República de Armenia.
A día de hoy creo que la cosa está en 70-80% de armenios y entonces era más o menos igual ¿no?
En efecto. Diría que más del 90%. Entonces, ya en 1918, en la República Transcaucásica se optó por dejar esta cuestión fronteriza interna para resolverla más adelante. La constitución de la URSS y de las Repúblicas Socialistas Soviéticas de Armenia y Azerbaiyán “neutralizaron” las confrontaciones militares.
Bien, entonces, las Constituciones Soviéticas, hubo cuatro si mal no recuerdo, reconocían la autodeterminación de las repúblicas y regiones autónomas que la integraban. En la práctica durante la dictadura comunista esto no ocurrió, claro, pero con el declive de la URSS ya vemos que varias de esas repúblicas ejercen ese derecho. El derecho internacional respeta la autodeterminación cuando emana del derecho interno.
¿Y Artsaj era una república integrante de la URSS? Pensaba que era parte de Azerbaiyán.
La región de Nagorno-Karabaj era parte de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán tras una delimitación territorial administrativa que se aprobó durante el régimen de I. Stalin. Sin embargo, en la última constitución soviética, la que estará en vigor durante la Perestroika y la caída de la URSS… (revisa sus apuntes) si no he anotado mal es la constitución de la URSS de 1977. Bien, en esta constitución se determinan las Regiones Autónomas, territorios disputados entre diferentes Repúblicas Soviéticas o con deseo de mayor autonomía, conflictos étnicos o lo que fuera.
¿Y Artsaj fue una de esas regiones?
Exacto. Además, ten en cuenta que las constituciones de las Repúblicas Soviéticas, como la Constitución entonces vigente en Azerbaiyán, la del año 36, se adecuaban inmediatamente a la Constitución de la URSS a la que reconocían como norma superior.
Bien, en resumen, las Regiones Autónomas también tenían derecho de autodeterminación según la Constitución de la URSS. Un grupo de intelectuales de Artsaj, consciente de ello, trabajó para poner en marcha el proyecto de determinación de autonomía política que acabaría con la declaración de independencia en el 1991.
Imagina que mañana una azerí… O mira, imagina que el gobierno de Bakú hace esta propuesta a los armenios: plena autonomía interna y garantías para lengua y la cultura armenia en Artsaj, pero dentro de Azerbaiyán. ¿Cuál sería tu reacción?
Le pediría que leyera más, que se documentara sobre el caso. En pocas palabras, le repetiría lo que te he dicho: el mismo marco jurídico soviético que permitió la escisión de la RSS de Azerbaiyán de la URSS, permite a Artsaj escindirse de la URSS como región autónoma reconocida por la Constitución del 77. Artsaj declaró su independencia de la URSS, no de la RSS de Azerbaiyán como erróneamente se afirma a menudo.
Pero supón que un hipotético Gobierno Azerí dice: A ver, quiero la paz, pero necesito salvar la cara frente a mi propia opinión pública. Por eso os hago esta oferta.
Pues la verdad… (Para mi sorpresa se emociona y los ojos se le llenan de lágrimas) Tendría mucho miedo. No sé todo esto…
Podemos parar un poco si quieres.
Tranquilo, no pasa nada. (Se recompone) Esta guerra para mí es… como cuando te rompen el corazón. Siento que todo lo que he creído sobre la empatía, la bondad, el amor, la comprensión se derrumba.
¿Cuándo te rompen el corazón?
Sí, como te decía, a estas alturas creo que ya deberíamos haber alcanzado la paz. Es lamentable que no sea así. ¿Qué clase de humanos arrastran el odio de esta manera? Generación tras generación los armenios sufrimos una persecución. Ello también genera traumas importantes en nuestra comunidad, traumas que debemos aprender a neutralizar a través del perdón y el amor. No es fácil. Y, en cambio, somos testigos de cómo en Azerbaiyán o Turquía se educa a través del odio.
Supongo que tienes gente en el frente.
Los armenios tenemos un gran sentimiento de comunidad. Que haya armenios en el frente me duele aunque no los conozca. Pero sí, tengo gente que conozco y quiero en la zona, luchando.

¿Qué papel juega el panturiquismo en toda esta crisis?
Para mí es clave. Los azeríes y los turcos desean algún tipo de… reunión. No sé si eso se traduciría en formar un único país, algún tipo de confederación, pero el proyecto está ahí. Armenia está en medio, “molesta”. Y me duele asumir que existe un núcleo de religión islamista. Deberíamos preguntarnos cuál es el origen de ese movimiento, creencia o ideología.
¿Y sería?
Para mí es una cuestión de codicia y cierta conciencia imperialista sobre los pueblos que les rodean.
Una conciencia mal superada de la disolución del imperio Otomano. Imagino que tienes familiares víctimas del genocidio.
Creo que todos los armenios tenemos a alguien entre las víctimas. En mi caso, todos los hermanos de mi bisabuelo. El pobre acabó en un orfanato y se dedicó a trabajar de niño vendiendo agua fría que sacaba de la fuente.
¿Si Turquía no reconoce el genocidio, es posible la paz entre armenios, turcos y azeríes?
Me temo que es muy difícil. A mí, si te digo la verdad, me gustaría un proyecto político transcaucásico, donde los países y etnias de la región uniéramos fuerzas. Pero lo veo muy como un sueño lejano… Por ejemplo, lo que dices de una hipotética oferta de autonomía para Artsaj. Ahora mismo yo, como armenia, siento miedo de los azeríes y turcos y no creo que los armenios de Artsaj sientan menos. Todas estas heridas hay que repararlas. No sólo hubo un genocidio. También ha habido pogromos contra los armenios.
El conflicto Armenia-Azerbaiyán empieza con el pogromo de Bakú contra el barrio armenio…
El de 1990 dices ¿no? Ese fue el tercer pogromo contra los armenios. Un amigo mío y su familia huyeron de allí. El gobierno azerí no asume ninguna responsabilidad, ni siquiera moral ni política. Su versión es que los armenios atacamos primero. Algo que no concuerda con la realidad.

Hablemos un poco de ti ¿toda tu familia es Armenia?
La verdad es que soy armenia, pero tengo ascendencia ucraniana y hebrea. Una de mis abuelas era ucraniana, de apellido Gaydar, y la madre de mi abuelo era hebrea. Esto por el lado paterno. Mi familia materna son todos armenios, aunque de origen son de Tiflis, Georgia.
Tú naciste en Ereván, por eso ¿no?
Sí y viví allí hasta los trece años.
¿Cómo es la capital?
Ereván es una ciudad muy occidental. Parece una capital europea, aunque, claro, la arquitectura sigue siendo mayoritariamente de estilo soviético, que se acompaña de edificios muy modernos construidos en los últimos 5 o 7 años. Es triste, debo admitir que no se está conservando el casco antiguo de la ciudad. El resto del perfil es más tradicional, rural y conservador.
¿Aun así notaste la diferencia cuando llegaste a España?
Sí y no… Piensa que yo fui a una escuela alemana. Al menos cuando yo estuve allí, los jóvenes armenios aprendíamos todos ruso y armenio. Además, era habitual o cursar tus estudios en una lengua extranjera, en mi caso alemán, y el inglés también se suele aprender.
¿Hablas alemán?
Lo leo y lo entiendo. Hablarlo, tendría que volver a ponerme. Cuando llegué aquí dediqué el primer año casi por completo a estudiar castellano y catalán.
Impresionante. Una última pregunta ¿estás implicada con tu comunidad aquí?
Pues hasta ahora no tanto como me hubiese gustado. Siempre he estado ahí para ellos. No hay muchos abogados armenios en España. Pienso que a partir de ahora redoblaré esfuerzos en ello. Además, creo que necesitamos ser más hábiles.
¿Más hábiles?
Seleccionando aliados. Mira, quizá no debería explicártelo, pero en confianza, hace poco estuve en un acto y vinieron representantes de las autoridades catalanas. Creo que una consellera de la Generalitat. Yo leí un manifiesto, luego tomó ella la palabra y habló del conflicto de Nagorno-Karabaj. Noté cierta comparación con el asunto catalán. Creo que habló de los políticos catalanes que están en la cárcel. Me pareció de mal gusto. No son situaciones comparables, y no lo digo porque sea armenia. Comparto mi vida con catalanes y españoles y estoy presente en la sociedad civil aquí, así que no soy ajena al problema catalán.
La guerra que se ha desencadenado en el Cáucaso es el resultado de la ejecución de una ideología de odio, las persecuciones y limpiezas étnicas, un genocidio, una política de odio contra armenios. Lamentablemente, los armenios nos enfrentamos a una lucha de vida o muerte, en definitiva, al odio hacia nuestra existencia e identidad. Esta ideología imperialista del panturquismo, que predomina en la actualidad en Turquía y orquesta la política militar de Azerbaiyán, es una amenaza para la supervivencia de los armenios, así como para la estabilidad regional y la seguridad internacional. Los armenios compartimos una fortaleza de lucha constante, hemos aprendido la lección del siglo pasado y debemos protegernos y defendernos de la barbarie.